Tal vez lo primero que atraiga de Arnau Mir de Tost sea su nombre: de reminiscencias literarias de cantar de gesta, de caballero medieval, de héroe guerrero y señor de feudos y castillos. Y, en verdad, cuando uno empieza a indagar sobre él en los libros de Historia (1), observa que, salvo en la ausencia de cantar de gesta, del que sin lugar a dudas habría sido un protagonista ejemplar, lo demás se ajusta del todo a nuestro personaje. Fue Mir de Tost un señor feudal, un hombre de guerra y de frontera, una figura clave en el avance hacia el sur de los pequeños condados cristianos de este lado de los Pirineos que en el siglo XI buscaban salir de los reductos montañosos en que los árabes, mucho más poderosos en aquel tiempo, los habían confinado. Las luchas entre las taifas musulmanas proporcionaban la oportunidad de alcanzar las fértiles tierras meridionales, hasta entonces vedadas a sus posibilidades de expansión.
Arnau Mir de Tost participó de manera determinante en las campañas militares que se desarrollaron en el siglo XI en una zona geográfica que hoy se sitúa entre Aragón y Cataluña, a ambos lados del río Noguera Ribagorzana. Pero centremos el marco histórico de sus andanzas, o, al menos, de las que a nosotros aquí más nos interesan. Desde hacía un tiempo, y bajo la protección y el impulso del poder carolingio, con una dependencia en mayor o menor grado de los condes de Tolosa o Toulouse, en la mitad oriental de los Pirineos habían surgido diversos condados de pequeña extensión. En el territorio objeto de nuestra atención, confluyen, recién iniciado el primer milenio, los intereses de los condados de Ribagorza, Pallars, Urgel y Barcelona. Aunque en la actual zona aragonesa Sobrarbe y Ribagorza tuvieron un momento breve de casi completa independencia, pronto se incorporaron a los vastos dominios del rey navarro Sancho el Mayor.
En el caso de Ribagorza –espacio en el que fijaremos nuestra atención principal en este artículo–, tras la muerte sin descendencia del conde Guillermo Isarno –asesinado en el Valle de Arán, posiblemente en 1017 y en circunstancias poco claras–, y aduciendo derechos sucesorios, el condado es ocupado y anexionado a sus dominios por el citado rey navarro. Este poderoso monarca reparte a su muerte entre sus hijos sus extensas posesiones: García recibe Navarra, para Fernando es Castilla, Aragón le es dado a Ramiro, y Sobrarbe y Ribagorza son para Gonzalo. Sin embargo, al poco tiempo, en 1043 o 1044, también Gonzalo muere asesinado: según las crónicas, en un día de caza, por un caballero suyo llamado Ramonat o Ramón de Gascuña, en Alascorre, en el puente de Monclús. Algunos han creído que el topónimo corresponde a Lascuarre, pero Durán Gudiol ha aclarado que se trataría de Lascorz, hoy perteneciente a Foradada del Toscar, en el barranco de La Usía, en el viejo camino que iba de Morillo de Monclús a Tierrantona. A la muerte de su hermano, Ramiro I será rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, y muy pronto se lanzará a la conquista de los territorios árabes del sur. Tras su fracasado intento de tomar La Sotonera, el monarca aragonés desplazará sus deseos de conquista a Ribagorza, donde se va a encontrar con las mismas intenciones de los condes catalanes, y con la figura descollante de Arnau Mir de Tost.
Casi nada sabemos sobre el señorío de Tost, feudo montañoso situado muy cerca La Seu d'Urgell. Arnau Mir habría nacido a finales del siglo X, siendo Ermengol I conde de Urgell, en cuya corte fue educado nuestro personaje. Sabemos que entre 1030 y 1033 se casó con Arsenda o Arsendis, seguramente, como su marido, perteneciente a una familia de caballeros vasallos del conde de Urgell. Muy pronto Arnau participaría en las campañas militares que su señor emprendió contra los árabes. La más destacada fue la invasión del valle de Àger, cuyo castillo, tras fuertes luchas, fue tomado por Arnau Mir y convertido en el centro de un cada vez más extenso señorío feudal. A la casi inexpugnable fortaleza une la construcción de la abadía de San Pedro, a la que consigue, pese a la oposición de los obispos de Urgell y Roda, que el Papa Nicolás II, en el año 1060, dote de absoluta autonomía y otorgue al señor de Àger y a sus descendientes la facultad de designar al abad y que ninguna otra autoridad eclesiástica pueda intervenir en los asuntos del monasterio. En compensación por ese privilegio, Arnau y Arsenda hacen ofrenda de 5000 sueldos de oro a Nicolás II y de 3000 a su sucesor Alejandro II. Mir de Tost crea, con centro en Àger, en el territorio de su señorío, una verdadera unidad política y eclesiástica, y, aunque se considera vasallo del conde de Urgell, su autonomía, su poder, su fortaleza y su prestigio le permiten actuar como un verdadero soberano, posiblemente con más influencia que los propios condes.
Las hazañas de Arnau Mir de Tost se producen durante el gobierno de los condes de Urgell Ermengol II y Ermengol III, ambos de corta vida. Aún conoció a Ermengol IV, de cuya tutela se encargó durante su minoría de edad. El primero, conocido como "el Peregrino", nombró a Arnau Mir gobernador del condado durante su viaje a Jerusalén; con el segundo, llamado más tarde "el de Barbastro" –por morir, como veremos, en la defensa de esta ciudad–, lleva a cabo sus principales campañas guerreras. Entre otras, las realizadas sobre Ribagorza, en las que cruzó el Noguera Ribagorzana y puso sus fuerzas no sólo al servicio del conde de Urgell sino también del de Barcelona, Ramón Berenguer I el Viejo, e incluso del rey de Aragón Ramiro I.
Veamos con algún detalle las campañas de Arnau Mir sobre las tierras orientales de la actual comarca ribagorzana aragonesa. Hay que recordar que sobre este territorio coinciden las ansias expansionistas de los condes de Urgell y de Barcelona y del rey de Aragón, –el cuarto en liza, el conde de Pallars, había quedado cerrado y debilitado–, por lo que pudo existir un verdadero riesgo de guerra civil entre cristianos que no llegó a producirse por el espíritu pactista de los contendientes y, en mi opinión, por la figura de Arnau Mir de Tost, solicitado, respetado y posiblemente admirado por los tres gobernantes mencionados y puente de unión y concordia entre ellos.
Conocemos los pactos entre Ermengol III y Ramón Berenguer I para el reparto de sus conquistas -hay un momento en que las dos terceras partes de lo conquistado son para el barcelonés y el resto para el de Urgel-, y también los lazos de parentesco establecidos entre el urgelense y el aragonés: Sancha, hija de éste, había casado con aquél y, poco después, Isabel, hija del de Urgel en otro matrimonio, casó con Sancho Ramírez, hijo de Ramiro, heredero y futuro rey de Aragón.
Según Antonio Ubieto, en 1057 Arnau Mir de Tost ya había conquistado los castillos de Fet, Bellmunt y Finestras, y desde ellos llegó también a los de Estopiñán y Caserras. Este último, al parecer, fue comprado después por el conde de Barcelona al propio Arnau Mir, quien, sin embargo, quedó como su tenente. Lladonosa señala que los dos condes se mancomunaron para la lucha, aunque al frente iban las huestes de Mir de Tost que volvió a ser el guerrero más destacado en la campaña. Poco después, Arnau tomó también los importantes castillos de Pilzán y de Purroy. Sobre estas fortalezas hubo pactos, repartos, compras y ventas entre los dos condes, aunque a la larga –así es ya a partir de 1083, si no antes–, Caserras, Purroy y Estopinán dependerán del conde de Barcelona. Tras las referidas conquistas –a las que posiblemente habría que añadir Entenza y Caladrones–, los castillos, todavía árabes, de Juseu y Calasanz pasan a ser, en ese sector, la nueva la frontera musulmana.
A esa zona de Ribagorza llega también en esos años el rey aragonés Ramiro I que, en 1062, conquista Benabarre tras la toma anterior de Lascuarre y Laguarres. Según Sesma Muñoz, Ramiro I conquistó la zona de Benabarre y entregó en vasallaje a Arnau Mir de Tost los castillos de Lascuarre, Laguarres, Falces –junto a Tolva–, Luzás, Viacamp y el propio de Benabarre. En el testamento de Arnau Mir de Tost, de 1073, éste figura como tenente de todos esos castillos (2) –además del de Capella–, pero no del de Benabarre.
Casi nada sabemos sobre el señorío de Tost, feudo montañoso situado muy cerca La Seu d'Urgell. Arnau Mir habría nacido a finales del siglo X, siendo Ermengol I conde de Urgell, en cuya corte fue educado nuestro personaje. Sabemos que entre 1030 y 1033 se casó con Arsenda o Arsendis, seguramente, como su marido, perteneciente a una familia de caballeros vasallos del conde de Urgell. Muy pronto Arnau participaría en las campañas militares que su señor emprendió contra los árabes. La más destacada fue la invasión del valle de Àger, cuyo castillo, tras fuertes luchas, fue tomado por Arnau Mir y convertido en el centro de un cada vez más extenso señorío feudal. A la casi inexpugnable fortaleza une la construcción de la abadía de San Pedro, a la que consigue, pese a la oposición de los obispos de Urgell y Roda, que el Papa Nicolás II, en el año 1060, dote de absoluta autonomía y otorgue al señor de Àger y a sus descendientes la facultad de designar al abad y que ninguna otra autoridad eclesiástica pueda intervenir en los asuntos del monasterio. En compensación por ese privilegio, Arnau y Arsenda hacen ofrenda de 5000 sueldos de oro a Nicolás II y de 3000 a su sucesor Alejandro II. Mir de Tost crea, con centro en Àger, en el territorio de su señorío, una verdadera unidad política y eclesiástica, y, aunque se considera vasallo del conde de Urgell, su autonomía, su poder, su fortaleza y su prestigio le permiten actuar como un verdadero soberano, posiblemente con más influencia que los propios condes.
Las hazañas de Arnau Mir de Tost se producen durante el gobierno de los condes de Urgell Ermengol II y Ermengol III, ambos de corta vida. Aún conoció a Ermengol IV, de cuya tutela se encargó durante su minoría de edad. El primero, conocido como "el Peregrino", nombró a Arnau Mir gobernador del condado durante su viaje a Jerusalén; con el segundo, llamado más tarde "el de Barbastro" –por morir, como veremos, en la defensa de esta ciudad–, lleva a cabo sus principales campañas guerreras. Entre otras, las realizadas sobre Ribagorza, en las que cruzó el Noguera Ribagorzana y puso sus fuerzas no sólo al servicio del conde de Urgell sino también del de Barcelona, Ramón Berenguer I el Viejo, e incluso del rey de Aragón Ramiro I.
Veamos con algún detalle las campañas de Arnau Mir sobre las tierras orientales de la actual comarca ribagorzana aragonesa. Hay que recordar que sobre este territorio coinciden las ansias expansionistas de los condes de Urgell y de Barcelona y del rey de Aragón, –el cuarto en liza, el conde de Pallars, había quedado cerrado y debilitado–, por lo que pudo existir un verdadero riesgo de guerra civil entre cristianos que no llegó a producirse por el espíritu pactista de los contendientes y, en mi opinión, por la figura de Arnau Mir de Tost, solicitado, respetado y posiblemente admirado por los tres gobernantes mencionados y puente de unión y concordia entre ellos.
Conocemos los pactos entre Ermengol III y Ramón Berenguer I para el reparto de sus conquistas -hay un momento en que las dos terceras partes de lo conquistado son para el barcelonés y el resto para el de Urgel-, y también los lazos de parentesco establecidos entre el urgelense y el aragonés: Sancha, hija de éste, había casado con aquél y, poco después, Isabel, hija del de Urgel en otro matrimonio, casó con Sancho Ramírez, hijo de Ramiro, heredero y futuro rey de Aragón.
Según Antonio Ubieto, en 1057 Arnau Mir de Tost ya había conquistado los castillos de Fet, Bellmunt y Finestras, y desde ellos llegó también a los de Estopiñán y Caserras. Este último, al parecer, fue comprado después por el conde de Barcelona al propio Arnau Mir, quien, sin embargo, quedó como su tenente. Lladonosa señala que los dos condes se mancomunaron para la lucha, aunque al frente iban las huestes de Mir de Tost que volvió a ser el guerrero más destacado en la campaña. Poco después, Arnau tomó también los importantes castillos de Pilzán y de Purroy. Sobre estas fortalezas hubo pactos, repartos, compras y ventas entre los dos condes, aunque a la larga –así es ya a partir de 1083, si no antes–, Caserras, Purroy y Estopinán dependerán del conde de Barcelona. Tras las referidas conquistas –a las que posiblemente habría que añadir Entenza y Caladrones–, los castillos, todavía árabes, de Juseu y Calasanz pasan a ser, en ese sector, la nueva la frontera musulmana.
A esa zona de Ribagorza llega también en esos años el rey aragonés Ramiro I que, en 1062, conquista Benabarre tras la toma anterior de Lascuarre y Laguarres. Según Sesma Muñoz, Ramiro I conquistó la zona de Benabarre y entregó en vasallaje a Arnau Mir de Tost los castillos de Lascuarre, Laguarres, Falces –junto a Tolva–, Luzás, Viacamp y el propio de Benabarre. En el testamento de Arnau Mir de Tost, de 1073, éste figura como tenente de todos esos castillos (2) –además del de Capella–, pero no del de Benabarre.
Sesma cree que en el fracasado intento de tomar Graus en 1063 (3), que le cuesta la vida al monarca aragonés, éste contó con el apoyo del conde de Urgell y de Arnau Mir de Tost. Sí parece claro que la famosa cruzada sobre Barbastro del siguiente año no sería, como se ha creído, una empresa organizada allende los Pirineos por fuerzas europeas, sino un proyecto común encabezado por el rey aragonés, primero Ramiro I y después su hijo Sancho Ramírez, y el conde de Urgell, Ermengol III. Tal vez las fuerzas aragonesas y las urgelenses descendían hacia Barbastro por dos caminos diferentes y, en su intento de conquistar Graus, las aragonesas sufrieran la pérdida de su rey Ramiro, pero no una derrota que impidiera al nuevo monarca Sancho Ramírez continuar con el proyecto de conquista de Barbastro. Ésta se produjo en 1064 y en ella volvió a tener un papel destacado Arnau Mir de Tost. Lladonosa llega a escribir que éste recibió en feudo la ciudad; fue el conde Ermengol III quien quedó a cargo de la misma, en cuya defensa moriría al año siguiente –por eso se le llamó "el de Barbastro"–, poco antes de que los musulmanes recuperaran la plaza. Sin embargo, que la capital del Somontano fue puesta bajo el dominio del rey aragonés lo demuestra un documento bastante fiable, fechado en 1065, en el que se dice que Sancho reinaba en esa fecha en Aragón, Sobrarbe, Ribagorza y Barbaster.
Aunque Mir de Tost tuvo siete hijos, sólo le sobrevivieron dos hijas: Valencia, que se casó con el conde Ramón IV de Pallars Jussà, y Legarda, la mayor, que casó con Ponç Guerau de Cabrera, creándose para ella y sus descendientes el vizcondado de Ager. Del primer matrimonio podemos deducir el parentesco de Mir de Tost con el conde de Pallars, dueño en ese momento de una zona oriental de la actual Ribagorza, con los importantes castillos de Arén y Montañana, y posiblemente también el de Chiriveta. De ambos castillos fue tenente Arnau Mir, como se indica en su testamento, de lo que se infiere que habían sido conquistados por él mismo o había ayudado al conde de Pallars a tomarlos. También es posible que formaran parte de la dote en la boda de su hija.
En 1068, murió su mujer, Arsenda, y tres años después lo hizo el propio Arnau. El 11 de agosto de 1071, firmó su testamento en el que, además de para con su señor natural el conde de Urgell, emplea la formula "seniore meo" para referirse tanto a su yerno, Ramón IV de Pallars, como al rey de Aragón, Sancho Ramírez. En dicho testamento se citan todos los castillos de los que disponía, conseguidos unos por herencia, otros por compra y la mayoría por conquista. Además de otros muchos, sitos en zona catalana, se nombran los ribagorzanos de Montañana, Arén, Lascuarre, Laguarres, Capella, Falces, Viacamp, Luzás, Caserras, Pilzán, Purroy, Estopiñán y Canellas.
Conocer las andanzas de Arnau Mir de Tost y su contexto histórico nos permite también entender mejor la condición fronteriza, de transición e intersección cultural, que dotan de riquezas y de matices plurales y diversos a las tierras más orientales de la comarca aragonesa de la Ribagorza.
NOTAS:
(1) - Sólo conozco una pequeña monografía sobre nuestro personaje, se trata del libro de Josep Lladonosa, "Arnau Mir de Tost", Episodis de la Història, Rafael Dalmau Editor, Barcelona, 1974. Hacen referencia a él, entre otros, los historiadores aragoneses Antonio Durán Gudiol ( "Ramiro I de Aragón", Zaragoza, 1993), Antonio Ubieto Arteta ("Historia de Aragón. La formación territorial", Zaragoza, 1981) y José Ángel Sesma Muñoz ("La Corona de Aragón. Una introducción crítica", Zaragoza, 2000).
(2) - Podemos pensar que Arnau Mir recibió en vasallaje esos castillos porque él mismo los conquistó para Ramiro I o porque ayudó en su conquista al monarca aragonés. O, tal vez, en premio por su contribución posterior a la toma de Barbastro.
(3) - Durán Gudiol y Ubieto Arteta retrasan este hecho en varios años.
Carlos Bravo Suárez.
(Artículo publicado en Diario del Alto Argón)
Aunque Mir de Tost tuvo siete hijos, sólo le sobrevivieron dos hijas: Valencia, que se casó con el conde Ramón IV de Pallars Jussà, y Legarda, la mayor, que casó con Ponç Guerau de Cabrera, creándose para ella y sus descendientes el vizcondado de Ager. Del primer matrimonio podemos deducir el parentesco de Mir de Tost con el conde de Pallars, dueño en ese momento de una zona oriental de la actual Ribagorza, con los importantes castillos de Arén y Montañana, y posiblemente también el de Chiriveta. De ambos castillos fue tenente Arnau Mir, como se indica en su testamento, de lo que se infiere que habían sido conquistados por él mismo o había ayudado al conde de Pallars a tomarlos. También es posible que formaran parte de la dote en la boda de su hija.
En 1068, murió su mujer, Arsenda, y tres años después lo hizo el propio Arnau. El 11 de agosto de 1071, firmó su testamento en el que, además de para con su señor natural el conde de Urgell, emplea la formula "seniore meo" para referirse tanto a su yerno, Ramón IV de Pallars, como al rey de Aragón, Sancho Ramírez. En dicho testamento se citan todos los castillos de los que disponía, conseguidos unos por herencia, otros por compra y la mayoría por conquista. Además de otros muchos, sitos en zona catalana, se nombran los ribagorzanos de Montañana, Arén, Lascuarre, Laguarres, Capella, Falces, Viacamp, Luzás, Caserras, Pilzán, Purroy, Estopiñán y Canellas.
Conocer las andanzas de Arnau Mir de Tost y su contexto histórico nos permite también entender mejor la condición fronteriza, de transición e intersección cultural, que dotan de riquezas y de matices plurales y diversos a las tierras más orientales de la comarca aragonesa de la Ribagorza.
NOTAS:
(1) - Sólo conozco una pequeña monografía sobre nuestro personaje, se trata del libro de Josep Lladonosa, "Arnau Mir de Tost", Episodis de la Història, Rafael Dalmau Editor, Barcelona, 1974. Hacen referencia a él, entre otros, los historiadores aragoneses Antonio Durán Gudiol ( "Ramiro I de Aragón", Zaragoza, 1993), Antonio Ubieto Arteta ("Historia de Aragón. La formación territorial", Zaragoza, 1981) y José Ángel Sesma Muñoz ("La Corona de Aragón. Una introducción crítica", Zaragoza, 2000).
(2) - Podemos pensar que Arnau Mir recibió en vasallaje esos castillos porque él mismo los conquistó para Ramiro I o porque ayudó en su conquista al monarca aragonés. O, tal vez, en premio por su contribución posterior a la toma de Barbastro.
(3) - Durán Gudiol y Ubieto Arteta retrasan este hecho en varios años.
Carlos Bravo Suárez.
(Artículo publicado en Diario del Alto Argón)
(Fotos de Àger: Casco antiguo, abadía de Sant Pere y panorámica)
11 comentarios:
La Biografía que muestras en tu Blog acerca de Arnau Mir de Tost, es digna de Cum Laude.
Actualmente estoy trabajando en una serie de reportajes acerca del Valle donde nació Arnau Mir, el cual conozco a la perfección ya que prcticamente me crié en él y como no es para mi un honor marcar como referencia bibliográfica acerca de él esta entrada.
Si estas interesado en el tema ponte en contacto conmigo a través de la dirección de correo abandonat@gmail.com o desde mi Blog:
[URL]http://www.abandonat.blogspot.com[/URL]
"Abandonat" Donde el tiempo no pasa.
Un cordial saludo
Muchas gracias,náufrago, por tu comentario. He visitado tu blog y me ha gustado mucho. Estaremos en contacto.
Un saludo muy cordial.
Hola Carlos, referente de nuevo a Arnau Mir de Tost, es triste saber que el castillo que se le atribuye a Arnau Mir de Tost en la localidad de Tost (Lleida) en el valle Pirenaico del mismo nombre esta amenazado con desaparecer gracias a la creación de una macro cantera de yeso y de un macro vertedero promovidos por una multinacional.
Para más información y colaboraciones os paso el siguiente enlace:
http://salvem-tost.blogspot.com
Fantástico artículo sobre Arnau Mir. Oí que dos historiadores de Lérida publicarán pronto un nuevo libro sobre Arnau Mir de Tost...si lo encuentro ya te informaré. Cuando quieras visitar dónde y cómo vivió este caballero, avísanos, estaremos encantados de mostrarte estos nuestros lugares (muy amenazados por cierto...)
Muchas gracias por el ofrecimiento. Si alguna vez voy por allí os avisaré.
Gracias también por la información sobre el nuevo libro dedicado a Arnau Mir de Tost. Espero vuestro aviso cuando sea publicado.
Siento que Tost esté amenazado y me sumo en la medida de mis posibilidades a vuestra lucha por intentar salvarlo.
Me ha gustado mucho tu artículo y si te gusta la historia de Arnau Mir de Tost, se acaba de publicar una novela histórica basada en su persona. El título es "El señor de Àger", de editorial Lampedusa. También tiene un blog www.elsenordeager.wordpress.com
que creo que puede interesarte.
Un saludo
Muchísimas gracias. Me interesa mucho ese libro. Lo leeré en cuanto pueda. Acabo de visitar el blog que citas y está muy bien.
Agradezco tu información.
Un saludo muy cordial.
saludos....., estaba averiguando sobre el origen de mi apellido y los primeros tost y me encontré con todo esto...,mi padre me avía dicho que teníamos una descendencia española, pero jamas me abría imaginado encontrarme con un personaje como este......,la verdad me intereso mucho.....,es fascinante sus historia. me llamo octavio tost y soy argentino,y me gustaría saber mas sobre el...hay algún material que me recomiende NAUFRAGO???? mi facebook es (octavio tost blanco)... se lo agradeceré......., y sepa que voy a visitar su blog. un abraso amigo, desde la argentina.....
Yo soy descendiente directo de armas mir de Tost
Su hija ledgarda caso con Ponce de cabrera y de ahí la historia es fascinante hasta llegar a la actualidad
Soy un Ponce de León
Yo soy descendiente directo de armas mir de Tost
Su hija ledgarda caso con Ponce de cabrera y de ahí la historia es fascinante hasta llegar a la actualidad
Soy un Ponce de León
Me llamo Pepe Arnau y lo único que conozco de este antepasado mio en un libro titulado 'El Conde Arnau' Me interesa todo lo relacionado con este personaje. El articulo que he leído, el último publicado, me ha parecido genial. Me gustaría recibir información de cuando se ponen a la venta publicaciones relacionadas con este personaje.
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