viernes, 22 de febrero de 2008

POR EL VALLE DE LA GARONA



El valle de la Garona es un lugar escondido y tranquilo. No me refiero aquí al importante río francés que nace en el Valle de Arán, sino a un modesto y pequeño río oscense al que los lugareños nombran siempre en femenino (1). Nuestra Garona nace a pocos kilómetros de Arguis, en las faldas del majestuoso pico Peiro, y recorre de este a oeste algo menos de treinta kilómetros hasta verter sus aguas en la margen izquierda del río Gállego que desciende caudaloso de las cimas pirenaicas. Desde hace pocos años, una estrecha y sinuosa carretera acompaña en paralelo a todo el curso del río por su lado derecho. Esta poco transitada vía se inicia en Arguis y pasa por las pequeñas localidades de Bentué de Rasal y Rasal, para desembocar en la carretera A- 1205, muy cerca del pueblo de La Peña y de su pantano homónimo.

El estrecho valle está protegido a ambos lados por sierras y montañas de considerable elevación pese a la proximidad de las tierras llanas del sur. Tras el vaso montañoso que circunda al pueblo de Arguis, cuyo perímetro forman la sierra de Bonés y los picos del Águila, Las Calmas, Gratal y el Peiro y la Rallaespada, se inicia el curso de la Garona, custodiado al norte por la sierra de Presín y las prolongaciones meridionales de la sierra de Javierre y al sur por las mayores alturas de la sierra Caballera, los picos Royo y de la Pardina y la cara norte de la Sierra de Loarre, todo ello en una línea montañosa que sucesivas y hermosas foces cortan con profundos tajos. Desde el collado de la Barza, frente al pico Peiro y a 1126 metros de altitud, la carretera va descendiendo de manera más acentuada en su primera parte hasta Bentué y Rasal, y con mayor suavidad hasta las llamadas casas de la Garoneta, situadas donde las aguas de la Garona se encuentran con las del Gállego.

Aunque el pueblo de Arguis se halle, estrictamente, un poco antes del inicio del valle que da título a este artículo, podemos iniciar en él nuestro recorrido. Arguis tiene un pequeño núcleo antiguo en torno a su iglesia parroquial de San Miguel que, aunque modificada en el siglo XVII, conserva un bello ábside románico. A este núcleo primigenio se ha ido añadiendo en los últimos tiempos una numerosa y variada colonia de chalés. Su pantano data de los inicios del siglo XVIII, aunque fue posteriormente recrecido. En su orilla sur, hacia el nacimiento del río Garona y entre frondosos pinares, hay tranquilos caminos para realizar paseos oxigenantes a pie o en bicicleta. De ellos arrancan senderos que llevan, en cortas pero empinadas ascensiones, a los picos de las Calmas, Gratal y Peiro, muy recomendables para iniciarse en la práctica montañera. También desde Arguis se puede ascender al hermoso pico del Águila, de excelentes vistas, y a la sierra de Bonés, con relajantes praderas y abundante presencia de vacas al menos en verano. Todo el lugar es conocido y apreciado por muchos oscenses, que disfrutan de un ambiente tranquilo y montañoso -Arguis se halla a 1044 metros de altitud - a pocos kilómetros de la capital.

A unos diez kilómetros de Arguis, tomando un desvío a la izquierda de la antigua carretera a Sabiñánigo, se encuentra Bentué de Rasal. El pueblo mantiene un tipismo casi inalterado, con construcciones de tejado de losa y gruesas chimeneas de montaña. Su iglesia parroquial de San Cristóbal es de origen románico, pero muy reformada en los siglos XVI y XVII. Antes de llegar al pueblo, junto al río, se encuentra el antiguo molino harinero hoy completamente restaurado. A las afueras de Bentué está la ermita de laVirgen de la Corona, del siglo XVIII y arreglada recientemente. Del pueblo salen dos senderos balizados de gran atractivo y belleza. Son los antiguos caminos a Bolea y a Aniés y Loarre. Cada uno asciende por un extremo distinto de la sierra Caballera. Al primero se le conoce como el camino de los Pozos, porque en su punto más alto y antes de descender hacia Bolea se encuentran dos antiguos pozos de nieve, uno totalmente enterrado y otro aún visible en la actualidad. No sería mala idea su señalización y restauración, como se ha hecho con los de Arguis en la ruta hacia Gratal. Al inicio de este recorrido, saliendo de Bentué se halla la fuente de El Parral, con un pequeño merendero. Al segundo camino se le conoce como el de las Vueltas, por las continuas lazadas que va trazando en su subida a Caballera. Un fenómeno geológico característico de los alrededores de Bentué es la existencia de unas láminas rocosas llamadas rallas; la más alta tiene forma de visera y es muy apreciada por los aficionados a la escalada. En ella aún puede verse un nido de ametralladoras de la última guerra civil, y en la cercana sierra de Presín perviven numerosos restos de parapetos y trincheras de aquel terrible conflicto, que en estas tierras fue especialmente sangriento. A la derecha de la carretera que lleva de Bentué a Rasal, y cerca de la llamada Peña Cuervos, está el yacimiento arqueológico de Novellano, con restos de una antigua necrópolis medieval.

Tras casi nueve kilómetros de una carretera de reciente construcción, llegamos a Rasal. Es éste un pueblo bien conservado y acogedor, con algunas grandes casas y monumentales chimeneas troncocónicas con espantabrujas. Su iglesia parroquial de San Vicente es del siglo XVIII. El orgullo del lugar es su magnífica fuente, en la que cuatro abundantes chorros de agua brotan de sus correspondientes bocas de león. Es la demostración palpable de la abundancia de agua en el lugar. Así se comprueba en el llamado Manantial, junto a la ermita de la Trinidad, donde se habilitó un agradable merendero. O en la desgraciadamente arruinada ermita de la Virgen de los Ríos, necesitada de una urgente reparación y situada en el camino que lleva a La Paúl y a Aniés. De esta ermita procede una talla románica del siglo XII que se conserva en Huesca. En algunas covachas de esta zona habitó la "Morgana" o reina mora, sobre la que se cuentan sugerentes leyendas locales. Sin embargo, la más importante de las ermitas de Rasal es la de San Juan Bautista. Situada a menos de dos kilómetros del pueblo, se llega a ella por la carretera que lleva a La Peña. Es preciso tomar, sin ninguna indicación orientadora salvo la referencia de un pino solitario, una pista de tierra que sale de la derecha de la carretera y que en unos trescientos metros nos deja en la ermita.

Fue San Juan al parecer la iglesia de un antiguo poblado del que apenas quedan restos visibles, aunque en la zona se descubrieron hace un tiempo huesos de una antigua necrópolis medieval. De la iglesia primitiva sólo queda el ábside, con cinco arcos ciegos y friso con baquetones, del siglo XI, y perteneciente al románico mozárabe serrablés, del que es la muestra más meridional. La nave rectangular, a la que recientemente se puso nueva techumbre, es de época posterior. Muy interesantes son los escasos fragmentos de pintura que se observan en el interior del ábside tras la caída de una parte de la capa de rebozo que los cubría. Se encuentran a la derecha del retablo de madera colocado en el ábside. En las pinturas descubiertas puede observarse la cabeza de un león y unas líneas rojigualdas. Pude verlas este verano gracias a la amabilidad de algunos vecinos de Rasal que me enseñaron el interior de la ermita. Sin ser yo experto en la materia, coincido plenamente con lo que el gran conocedor y divulgador del románico aragonés Juan José Omedes ha expresado con claridad en algún artículo reciente: sería absolutamente necesario el descubrimiento completo de dichas pinturas, que tal vez sean una de las mayores joyas pictóricas de nuestro románico.(2)

Desde Rasal hay dos magníficas excursiones señalizadas que discurren por parajes de gran belleza. La que se inicia en un sendero que arranca frente a la fuente y lleva por la Virgen de los Ríos hasta La Paúl y Aniés, y la que, por un camino que se toma a la salida del pueblo, lleva al castillo de Loarre. Produce sensaciones intensas, tras el esfuerzo de la caminata, contemplar el castillo de Loarre al descender desde lo alto de la sierra que se acaba de atravesar.

En Rasal nació José María Palacio, gran amigo de Machado en Soria y a quien el poeta sevillano dedicó un hermoso poema en su libro "Campos de Castilla". Palacio estudió Magisterio en Huesca y se trasladó después a Soria, donde fue director del diario "El Porvenir Castellano" y se casó con una prima hermana de Leonor, la malograda esposa de Machado. Sobre su vinculación con el poeta han escrito sendos artículos en este diario Alberto Gil Novales y Javier Ortega (3). Hace dos veranos busqué infructuosamente en los libros de bautismo de la iglesia de Rasal la fecha de nacimiento del buen amigo de Machado. Dejé de indagar sobre el asunto, que creo queda pendiente. Aunque sea con retraso, quiero agradecer desde aquí a la gente de Rasal que me diera todo tipo de facilidades, así como a quienes desde Bentué me ayudaron en el intento.

Siguiendo la carretera que transcurre paralela al río dejamos a la derecha una pequeña ermita dedicada a Nuestra Señora de Omiste, perteneciente a una pardina del mismo nombre. Unos once kilómetros después de Rasal, el río Garona desemboca en el Gállego, y la carretera que hemos seguido, tras atravesar este río por un estrecho puente, llega a la A-1206. En esa confluencia están las Casas de la Garoneta, media docena de edificaciones y una ermita reformada repartidas entre las dos orillas del río. Si seguimos la carretera hacía el norte llegaremos a Anzánigo con un bonito puente medieval y, algo alejada del pueblo, la ermita románica de la Virgen de Izarbe. En dirección al sur, tras dos kilómetros llegamos a La Peña, pueblo creado junto a la vía del hoy menguado tren canfranero. Por una pista paralela a la carretera puede visitarse O Molín de Yeste, restaurado y convertido en casa de turismo rural. A la derecha de La Peña se encuentra el pueblo de Yeste, con una atractiva iglesia románica en lo alto.

Hemos recorrido un valle escondido y tranquilo, que se deja pasear con gusto a pie o en bicicleta y que permite disfrutar de la naturaleza, del paisaje, de la paz y del silencio, valores cada vez más extraños y alejados de las costumbres gregarias y bulliciosas de nuestro tiempo.

NOTAS:
(1)- Existe al menos otro río o barranco denominado la Garona o la Garoneta en la población ribagorzana de Viu.
(2) - "San Juan Bautista de Rasal". Juan José Omedes. Heraldo de Aragón. 27-6-2007.
(3) - "Huesca en Antonio Machado", de Alberto Gil Novales y "José María Palacio, un maestro y periodista del Alto Aragón, amigo de Machado en Soria", de Javier Ortega. Diario del Alto Aragón. Especial San Lorenzo. 10-8-2005.



Carlos Bravo Suárez
(Artículo publicado en Diario del Alto Aragón)
(Fotos: Bentué de Rasal, pico Peiro, fuente pública de Rasal, iglesia de Rasal, ermita de San Juan Bautista - ábside y lado septentrional-. ermita de Omiste y ermitade San Sebastián de la Garoneta)

1 comentario:

Anónimo dijo...

También hay un barranco de la Garona cerca de la localidad de Campo (Huesca). Pasada esta localidad en dirección a Castejón de Sós, a unos 7 u 8 kilómetros, a la derecha hay una pista que remonta parte de este barranco.
Enhorabuena por la labor que realizas.