Regreso al alba. José Antonio Adell. Editorial Pirineo. 2010. 230 páginas
Aunque José Antonio Adell es conocido sobre todo como autor, casi siempre junto a Celedonio García, de numerosas obras sobre leyendas y costumbres altoaragonesas, los dos últimos libros publicados por el escritor literano han sido sendas novelas históricas. En 2008 apareció El último templario de Aragón -reseñado en su momento en estas mismas páginas- y a finales del pasado año se editó Regreso al alba, su obra más reciente hasta la fecha.
Regreso al alba es, como lo era El último templario de Aragón, una novela del género denominado histórico. Si el anterior relato se ambientaba en los primeros años del siglo XIV durante la conquista del castillo templario de Monzón por parte del ejército real, Regreso al alba se sitúa en la primera mitad del siglo XVII, un periodo histórico de enormes convulsiones y dificultades en todo el territorio aragonés y sobre todo en la zona más oriental de la provincia de Huesca.
El marco geográfico de la novela son sobre todo las poblaciones altoaragonesas de Tamarite y Monzón. Ambas ciudades y sus respectivas comarcas son perfectamente conocidas por el autor y por ello descritas en el libro con gran precisión y detalle. También esta vez es muy destacable la ambientación histórica de la novela, fruto sin duda de una rigurosa documentación sobre el periodo que abarca el relato.
Éste comienza con la expulsión de los moriscos del Reino de Aragón en 1610 y termina con el final de la Guerra de Secesión catalana en 1652. Entre tanto, ocurren sucesos históricamente documentados como la ejecución en la horca de siete mujeres acusadas de brujería en Tamarite en 1626 o el destierro de Monzón del dominico Juan Francisco Andrada. El aspecto histórico más destacable de la novela es sin embargo la Guerra de Secesión catalana, que provocó la intervención del ejército francés en apoyo del principado rebelde. Las tropas francesas llevaron a cabo numerosos desmanes en la zona oriental de nuestra provincia y llegaron a ocupar entre otras las poblaciones de Tamarite y Monzón. Por si no fuera suficiente cúmulo de males, durante este conflicto se declaró una devastadora epidemia de peste que provocó una enorme mortandad. Adell vierte también en el libro algunos de sus muchos conocimientos sobre las tradiciones de la zona e inserta con acierto en el relato la proclamación de un morisco como momentáneo alcalde de Monzón. Un hecho no probado históricamente pero con gran tradición legendaria en la villa montisonense.
En ese marco histórico se inscribe el intenso romance entre Isabel y Omar. Tal vez la trama narrativa esté algo por debajo de la ambientación histórica, pero sirve al autor para contar una historia de amores, penalidades y abnegaciones en un contexto de gran dramatismo y adversidad, donde, pese a todo, consiguen aflorar algunas de las mejores virtudes y cualidades del ser humano.
Regreso al alba es, como lo era El último templario de Aragón, una novela del género denominado histórico. Si el anterior relato se ambientaba en los primeros años del siglo XIV durante la conquista del castillo templario de Monzón por parte del ejército real, Regreso al alba se sitúa en la primera mitad del siglo XVII, un periodo histórico de enormes convulsiones y dificultades en todo el territorio aragonés y sobre todo en la zona más oriental de la provincia de Huesca.
El marco geográfico de la novela son sobre todo las poblaciones altoaragonesas de Tamarite y Monzón. Ambas ciudades y sus respectivas comarcas son perfectamente conocidas por el autor y por ello descritas en el libro con gran precisión y detalle. También esta vez es muy destacable la ambientación histórica de la novela, fruto sin duda de una rigurosa documentación sobre el periodo que abarca el relato.
Éste comienza con la expulsión de los moriscos del Reino de Aragón en 1610 y termina con el final de la Guerra de Secesión catalana en 1652. Entre tanto, ocurren sucesos históricamente documentados como la ejecución en la horca de siete mujeres acusadas de brujería en Tamarite en 1626 o el destierro de Monzón del dominico Juan Francisco Andrada. El aspecto histórico más destacable de la novela es sin embargo la Guerra de Secesión catalana, que provocó la intervención del ejército francés en apoyo del principado rebelde. Las tropas francesas llevaron a cabo numerosos desmanes en la zona oriental de nuestra provincia y llegaron a ocupar entre otras las poblaciones de Tamarite y Monzón. Por si no fuera suficiente cúmulo de males, durante este conflicto se declaró una devastadora epidemia de peste que provocó una enorme mortandad. Adell vierte también en el libro algunos de sus muchos conocimientos sobre las tradiciones de la zona e inserta con acierto en el relato la proclamación de un morisco como momentáneo alcalde de Monzón. Un hecho no probado históricamente pero con gran tradición legendaria en la villa montisonense.
En ese marco histórico se inscribe el intenso romance entre Isabel y Omar. Tal vez la trama narrativa esté algo por debajo de la ambientación histórica, pero sirve al autor para contar una historia de amores, penalidades y abnegaciones en un contexto de gran dramatismo y adversidad, donde, pese a todo, consiguen aflorar algunas de las mejores virtudes y cualidades del ser humano.
Carlos Bravo Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario