lunes, 29 de julio de 2019

BERANUY - MIRADOR DEL MALLO - BORDAS DE BERANUY - ERMITA DE LA VIRGEN DE SIS

 EN EL MIRADOR DEL MALLO CON EL TURBÓN AL FONDO
 IGLESIA DE BERANUY AL INICIO DE LA EXCURSIÓN
 CAMINO DE LAS BORDAS A LA ERMITA DE LA VIRGEN DE SIS

 ROBLE CENTENARIO
 EN LA ERMITA DE LA VIRGEN DE SIS



  LLEGANDO A LAS BORDAS DE BERANUY EN EL CAMINO DE VUELTA
 LA CUEVETA EN EL CAMINO DE BAJADA A BERANUY

 LA IGLESIA DE SANTA EULALIA DE BERANUY AL TERMINAR LA EXCURSIÓN
LA RUTA
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/beranuy-mirador-del-mallo-bordas-de-beranuy-ermita-virgen-de-sis-39190214

Retomamos las excursiones para conocer más a fondo nuestra comarca ribagorzana. Hoy, con una excursión siempre atractiva hasta la ermita de Sis, pasando por las bordas de Beranuy y el mirador del Mallo, magnífica atalaya sobre el valle del río I

domingo, 28 de julio de 2019

UNA COMIDA EN INVIERNO

Con motivo de otras reseñas publicadas en esta sección, se ha comentado aquí el auge de novelas europeas recientes cuya acción se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial o tiene relación directa con esta contienda bélica. La más reciente ha sido la magnífica “Voluntad”, del escritor belga Jeroen Olyslaegers, publicada el pasado año por Seix Barral. Pero si hay un  país donde encontramos este fenómeno literario con mayor profusión ese es Francia. Novelas destacadas de los últimos años han sido “Las benévolas” (RBA, 2007), de Jonathan Litell; “HHhH” (Seix Barral, 2011), de Laurent Vinet; “El orden del día” (Tusquets, 2018), de Eric Vuillard; o “La desaparición de Josef Mengele” (Tusquets, 2018), de Olivier Guez. Ahora nos llega “Una comida en invierno”, de Hubert Mingarelli (Mont-Saint-Martin, 1956), escritor francés de origen italiano, autor de una docena de novelas y varias colecciones de cuentos. “Una comida en invierno” es su primera obra traducida al español y ha sido editada por Siruela en su colección Tiempos Nuevos con traducción de Laura Salas.

“Una comida en invierno” cuenta una historia en la que prácticamente solo aparecen cinco personajes y que, en su mayor parte, transcurre durante una comida en una vieja casa abandonada en plena Segunda Guerra Mundial en el crudo invierno polaco. Tres soldados alemanes hartos de fusilar prisioneros judíos piden a su jefe que los libre de esa ingrata rutina diaria. Este les concede el permiso a condición de que ellos vayan a buscar más judíos por las proximidades y los lleven al campamento alemán para que los fusilen otros. Así empieza una jornada en la que los tres compañeros conversan sobre las preocupaciones familiares de uno de ellos mientras caminan por los nevados senderos de la región polaca de Galitzia. En un escondrijo encuentran a un judío al que detienen y se llevan con ellos. Topan más tarde con una casucha abandonada en la que, con lo que uno de ellos ha conseguido robar y con la sémola que les dieron unos soldados italianos y quemando sillas y puertas para encender el fuego, van a hacer una sopa para comer y saciar su hambre atrasada. A la comida se les une un polaco que aparece por allí con su perro y que muestra ante el prisionero judío un antisemitismo mucho mayor y visceral que el de los soldados alemanes. El polaco ofrece a los alemanes un orujo de patata y estos acaban invitándolo a comer, aunque a él le cuesta hacerlo junto al judío, al que también permiten participar en parte en la comida. En ella se plantearán algunos dilemas y la necesidad de tomar decisiones que los comensales deberán resolver.

Detrás de su breve envoltura y de su aparente sencillez y simplicidad, la novela esconde una sorprendente solidez y enjundia literarias. “Una comida en invierno” tiene una estructura casi teatral, pues buena parte del relato transcurre en el interior de la casucha abandonada en la que convergen los cinco personajes. Cinco hombres sencillos y hambrientos a los que la guerra y el fanatismo ha llevado de manera cruel y caprichosa a tener que matar, a odiar o a ser ejecutado, según el lado, el país o la etnia a la que pertenecen en ese momento de la historia. Es impresionante, en el sentido literal del término, seguir a los tres soldados alemanes en su deambular entre el frío, el hielo y la nieve, hambrientos, hablando de las preocupaciones que uno de ellos tiene sobre su hijo al que no sabe que no volverá a ver, aterrados por tener que fusilar prisioneros pero obligados a detener a otros que igualmente serán ejecutados. O ver al judío escondido como una bestia en su madriguera a la que el cazador acabará localizando o al hambriento polaco que odia a la judío de manera irracional con un odio inculcado. Lo terrible de la guerra está condensado en las 120 páginas de esta novela de sencillez profunda. El escritor británico Ian McEwan lo ha resumido perfectamente en una frase: “La ‘banalidad del mal’ encuentra su más desnuda y bella expresión en esta estremecedora, concisa y extraordinaria novela”. 

Un ejercicio de concisión y sencillez para contar una historia dramática y compleja. La tragedia de la guerra encarnada en cinco personajes que la sufren directamente en sus carnes. Una novela muy recomendable.

 “Una comida en invierno”. Hubert Mingarelli. Siruela. 2019. 120 páginas.

miércoles, 24 de julio de 2019

EXCURSIÓN CIRCULAR POR LOS IBONES DE MILLARES, LENERS, DE LA SOLANA Y DEL PIXÓN

 EN EL IBÓN DE MILLARES O MILLARS
 INICIO DEL RECORRIDO
 EL REFUGIO DE VIADÓS
 EN EL PUENTE DE LA RIBERETA
 LA RIBERETA
 SUBIENDO


 EL IBÓN DE MILLARES

 FLORES QUE PARECEN DE ALGODÓN
 IBÓN DE MILLARES
 DEL IBÓN DE MILLARES AL DE LENERS
 EN EL IBÓN DE LENERS O LENÉS
 IBÓN DE LENERS
 ENTRE ROCAS DE GRANITO
 IBÓN DE LENERS
 EN LO MÁS ALTO DEL RECORRIDO
 EL IBÓN DE LA SOLANA O DE LOS LUCEROS
 EL IBÓN DE LA SOLANA
 IBÓN DE LA SOLANA
 EL IBÓN DEL PIXÓN
 EN EL IBÓN DEL PIXÓN

 EL BAJADÓN
 LA BAJADA SE SUAVIZA
 FRESAS SILVESTRES
EL RECORRIDO
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ibones-de-millares-leners-de-la-solana-o-de-luceros-y-pixon-desde-la-virgen-blanca-39053544

Precioso recorrido circular desde la Virgen Blanca por los cuatro ibones citados, con un cómodo camino de subida hasta los dos primeros, aunque con más de mil metros de desnivel, y con una muy pronunciada y matadora bajada. En cualquier caso, hemos disfrutado de un extraordinario día y de unos paisajes excepcionales.

domingo, 21 de julio de 2019

LOS ASQUEROSOS


“Los asquerosos” es la cuarta novela de Santiago Lorenzo (Portugalete, Vizcaya, 1964), quien, además de escritor, es también guionista, director y productor cinematográfico, faceta en la que ha estrenado un buen número de cortos y largometrajes que han obtenido un considerable éxito y reconocimiento. Como escritor, además de una colección de relatos ilustrados, ha publicado las novelas “Los millones” (2010), “Los huerfanitos” (2012) y “Las ganas” (2015). Las dos últimas publicadas por la editorial Blackie Books, en la que también ha publicado su más reciente y exitosa “Los asquerosos”, que creo que va ya por la décima edición y ha recibido algunos importantes premios literarios.

"Los asquerosos" ha sido presentada como un thriller estático y una moderna versión de Robinson Crusoe ambientada en la España vacía. Es, sin duda, una novela original y sorprendente, escrita en una prosa innovadora (aunque a veces cargue demasiado las tintas ese afán innovador) que incluye numerosos neologismos tal vez afortunados como “sucintez” o “mochufas” entre otros. Manuel, un joven que vive solo y a quien le cuesta establecer relaciones sociales, tiene, al salir de su casa en la calle Montera de Madrid, un encontronazo casual con un policía de paisano que lo toma por un manifestante callejero. Manuel se defiende de la agresión y hiere con un destornillador al policía. Asustado por las consecuencias del incidente, se esconde en casa de un tío suyo, único familiar con el que mantiene trato y narrador en primera persona de la historia de su sobrino. Entre ambos deciden que lo mejor es que el joven abandone Madrid y se refugie en alguno de los muchos pueblos castellanos de la España vacía y despoblada.

Manuel se instala así en un pequeño pueblo deshabitado al que el narrador denomina Zarzahuriel. Como si de un nuevo Robinson Crusoe se tratara, el joven aprende a sobrevivir en absoluta soledad y en un medio que es para él completamente desconocido y novedoso. Y no solo sobrevive, sino que encuentra en esa soledad alejada de la vida urbana y del mundanal ruido una verdadera plenitud que hasta entonces nunca había conocido. Vive con austeridad y “sucintez”, busca remedios ingeniosos a las dificultades que se le presentan y lee los libros de la colección Austral que encuentra en la casa abandonada en que se instala. Todo va sobre ruedas hasta que llegan los “mochufas”, urbanitas rurales de fin de semana que alquilan una casa colindante y terminan con la tranquilidad de Manuel, al que obligan a esconderse y defenderse como puede de esa perturbadora intromisión. La crítica al comportamiento de estos “mochufas” es demoledora. Un accidente inesperado trastoca por completo la situación y los acontecimientos se precipitan hacia un final sorprendente e inesperado.

No me ha disgustado esta novela, irónica y divertida, original y distinta, que se lee con fluidez y defiende la posibilidad de encontrar la paz y la tranquilidad en estos lugares despoblados de la España vacía. A ello se suma una crítica implacable y sagaz a quienes acuden al campo con los paradigmas de un falso disfrute de la naturaleza y reproduciendo los esquemas de la cursilería y postureo de la vida moderna.

Para terminar y sobre el título de la novela, transcribo esta respuesta del autor en una entrevista: “Adoro al género humano y hay veces que esa adoración se me frustra. He hecho mi propia selección de platos, un menú de asquerosidades, hay cinco, seis o siete actitudes humanas que sí me han parecido incuestionablemente asquerosas. Tenemos un casero gorrón, un policía que se sobrepasa, una empresa que se dedica a timar a la gente y al dominguero como asqueroso prístino y neto, asqueroso incontaminado. En todo caso deja consignado el aviso de que todos somos susceptibles de parecer asquerosos a alguien”.

   “Los asquerosos”. Santiago Lorenzo. Blackie Books. 2018. 222 

viernes, 19 de julio de 2019

ANTIGUA ADUANA - PUERTO DE TRIGONIERO

 EN EL PUERTO DE TRIGONIERO CON FRANCIA BAJO UN MAR DE NUBES
GRUPO COMPLETO EN LA PLANA DEL CABO
 LA GRANDEZA DEL ÁRBOL
FRESAS SILVESTRES: MUCHAS Y MUY BUENAS

 MARIPOSA MATINAL
LIRIOS A MANSALVA
 CASCADA DE TRIGONIERO


 LAS ISABELAS
MÁS CASCADAS
 GRUPO COMPLETO EN LA CASCADA DEL PUENTE
LA ALEGRÍA DEL AGUA
 GANANDO ALTURA
 EN LA PLANA DEL CABO
 MÁS FLORES
 INICIANDO LA SUBIDA AL PUERTO
 LA PUNTA FUESA, CREO
 LA CASCADA DE ARRIBA, ÚLTIMA ANTES DE LA FRONTERA

 EN EL CIRCO PREVIO A LA FRONTERA





 EN EL PUERTO DE TRIGONIERO, MIRANDO A FRANCIA





 EN EL PUERTO, A 2495 M. DE ALTITUD
 INICIAMOS LA BAJADA
 LLEGANDO A LA PLANA
 REMOJILLO EN EL RÍO
 MUCHAS FLORES EN LA PLANA. Y TÁBANOS.
 LOS SARRIOS EN LO ALTO
LA BAJADA, ANTES DEL GRITO
 FLORES E INSECTOS





 LA SELVA
 LA CULEBRA
 EL GRAN ÁRBOL
 EL RELAX
 https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/aduana-vieja-de-parzan-puerto-de-trigoniero-38822950
LA RUTA
EL IBÓN DE TRIGONIERO EN UNA FOTO QUE HICE EN 2010

Magnífica excursión desde la vieja aduana de Parzán hasta el puerto de Trigoniero, en la frontera con Francia. Ha habido de todo en un día intenso: muchas fresas silvestres, frambuesas, cascadas, flores, insectos, niebla en la France, sarrios, culebras, remojillos, encuentros, preciosos paisajes y larga sentada final con la cervecita fría.