domingo, 30 de octubre de 2016

EL SILENCIO DE LA CIUDAD BLANCA

El silencio de la ciudad blanca”. Eva García Sáenz de Urturi. Planeta. 2016. 480 páginas.

Siguiendo la estela de las novelas de la “Trilogía del Baztán”, de Dolores Redondo, o de “Puerto escondido”, de María Oruña, que combinan con acierto y eficacia una intrigante trama policiaca con una minuciosa y precisa ambientación geográfica en Navarra y Cantabria respectivamente, la escritora alavesa Eva García Sáenz de Urturi ha conseguido otro enorme éxito literario con “El silencio de la ciudad blanca”, un logrado trhiller sobre unos asesinatos en serie ocurridos en diferentes lugares históricos de la ciudad de Vitoria, donde la capital alavesa adquiere un protagonismo tan importante como el de quienes investigan o son sospechosos de esos espantosos crímenes.

Eva García Sáenz de Urturi, nacida en Vitoria en 1972, vive desde los quince años en Alicante y es diplomada en Óptica y Optometría, materia en la que ha trabajado en varias empresas y en la universidad alicantina. Es autora de “La saga de los longevos” (La esfera de los libros, 2012), que se convirtió en un inesperado fenómeno literario y obtuvo, en su traducción al inglés, un considerable éxito en Reino Unido, Estados Unidos y Australia. Más tarde publicó la novela histórica “Pasaje a Tahití” (Espasa, 2014), que pasó más desapercibida. Con “El silencio de la ciudad blanca”, la escritora alavesa se ha colocado durante meses en los primeros puestos de los libros más vendidos en nuestro país.

“El silencio de la ciudad blanca” es una novela que engancha desde el primer momento y que se lee con enorme interés de principio a fin. La intriga está muy conseguida y bien dosificada, los giros inesperados son continuos y diversas las líneas de investigación, con distintos sospechosos que pronto dejan de serlo y que convierten la lectura en un ejercicio absorbente e intenso. En el mes de agosto, durante las fiestas de la Virgen Blanca, se cometen en Vitoria varios asesinatos dobles cuyas víctimas aparecen en lugares emblemáticos de la arquitectura y la historia locales. Se trata en todos los casos de dos víctimas de distinto sexo y de la misma edad, siempre terminada en cero o en cinco, con la misma posición de los cuerpos muertos, que parecen acariciarse las mejillas, y todas ellas con algún apellido compuesto, del tipo del segundo de la autora del libro. Estos nuevos crímenes parecen ser prolongación de otra serie idéntica que se cometió veinte años antes en la ciudad y coinciden con la salida de la cárcel, con unos días de permiso, del supuesto autor de aquellos siniestros asesinatos: Tasio Ortiz de Zárate, que fue detenido por su hermano gemelo Ignacio, entonces policía al frente de la investigación. Parece obvio que Tasio no ha podido cometer estos nuevos crímenes, aunque muchos creen que ha podido instigarlos o dirigirlos desde la cárcel.

La novela está contada en primera persona por Unai López de Ayala, uno de los policías encargados del caso. Un personaje atormentado por la pérdida de su mujer embarazada en un accidente de circulación. Importante papel tienen también en el relato su compañera Estíbaliz, con quien comparte investigación, y su jefa Alba, con la que mantendrá una relación intensa, complicada y ambigua. Los tres personajes, así como el abuelo y, en menor medida, el cuñado de Unai, además de los hermanos Ortiz de Zárate y varios sospechosos de los asesinatos, están bastante logrados y aportan solidez narrativa a la compleja trama del libro.

Aunque la mayor parte de la novela transcurre en el presente y se centra en la investigación de los crímenes cometidos, se narra paralelamente otra interesante historia del pasado, ambientada en los años setenta, que confluirá finalmente con la historia principal contribuyendo a entender su desenlace. La novela crea así una intriga enrevesada, un puzzle con numerosas piezas y muchos personajes, un engranaje complicado y bien construido que mantiene al lector en vilo hasta el último momento.

Protagonista principal de la narración es la ciudad de Vitoria y varios emplazamientos de la provincia de Álava, con alguna escapada mínima a Pamplona o San Sebastián. Las víctima aparecen en distintos lugares de la capital alavesa, siguiendo un orden histórico-cronológico en los edificios en que se descubren los muertos, desde la prehistoria al siglo XIX, pasando por construcciones medievales y renacentistas de la ciudad.

Escrita en una prosa sencilla, fácil y fluida, con un repartido equilibrio entre narración y diálogos, “El silencio de la ciudad blanca” es una novela efectista cuya lectura resultará apasionante sin duda para un buen número de lectores.

Carlos Bravo Suárez


domingo, 16 de octubre de 2016

LA MUJER DE LA LIBRETA ROJA


“La mujer de la libreta roja” es la primera novela de Antoine Laurian publicada en España. Laurian es un escritor francés, nacido a principios de los años sesenta, que ha publicado seis novelas en su país. La más destacada es “Le chapeau de Mitterrand”, editada en 2012, que obtuvo un gran éxito de ventas y recibió varios importantes premios en el país vecino. En 2014, publicó “La mujer de la libreta roja”, también muy vendida en Francia y editada aquí recientemente por Salamandra, con traducción al español de Palmira Feixas Guillamet. Laurian acaba de publicar “Rhapsodie française”, no editada por el momento en nuestro país.

“La mujer de la libreta roja” es una breve novela urbana. Una entretenida, ingeniosa y divertida narración con una equilibrada y poco convencional mezcla de fina trama romántica y emocionante intriga detectivesca. Una historia ligera, inteligente, amena y refrescante que, aunque a veces parece bordear ambas cosas, no cae en ningún momento en la cursilería ni el sentimentalismo superfluo. Escrita con una prosa elegante, clara y sencilla, directa y sin apenas diálogos, está dotada de una interesante estructura literaria de ida y vuelta y es un ejemplo de novela ligera que, sin ser ni mucho menos una obra maestra, rebosa calidad, sutileza y buen gusto y está dirigida a un amplio público lector.

Al volver por la noche a su casa, una mujer, cotizada restauradora de arte especializada en marcos dorados, sufre el robo de su bolso por parte de un ladrón desconocido. Como consecuencia de los golpes recibidos en el forcejeo, al día siguiente tiene que ingresar en un hospital en el que se va recuperando de una pasajera falta de memoria. Mientras tanto, un antiguo banquero que, separado, con una hija adolescente y harto de su vida pasada, ha puesto en marcha una pequeña librería en el centro de París, encuentra el bolso robado sobre un contenedor de basura próximo a su establecimiento. Ante el poco caso que la policía hace a su intento de denuncia, decide llevarse el bolso a su casa. Buscando infructuosamente la identidad de su dueña, extrae de su interior diversos objetos femeninos entre los que se encuentra una pequeña libreta roja con una serie de anotaciones, pensamientos y recuerdos personales que no puede evitar leer. Tras conseguir finalmente, y de manera algo rocambolesca, averiguar la identidad y la dirección de la propietaria, lleva el bolso a su domicilio, donde se lo entrega a un amigo de la mujer que se encuentra en ese momento en la casa. Aunque su impetuosa hija lo espolea para que vuelva a buscarla, el librero decide abandonar el asunto pese a que la desconocida mujer se ha ido apoderando cada vez más de su pensamiento. Cuando ya recuperada salga del hospital, será ella la que intente seguir la pista del hombre que devolvió su bolso, aunque no sepa muy bien adónde dirigirse.

La novela transcurre íntegramente en París, ciudad de la que se cita un buen número de calles, plazas, cafés y librerías, y contiene numerosas referencias literarias. La más interesante y original es la de Patrick Modiano: el escritor parisino (Premio Nobel de Literatura en 2014) realiza en el relato lo que, si este fuera una película, llamaríamos, aunque sea redundante, un fugaz cameo. Los dos personajes principales son inteligentes, cultos y refinados; representantes de una clase media parisina ilustrada y urbana. También lo es, de manera más atrevida y vehemente, la extrovertida hija del librero, capaz de hacer pasar a su padre por un ligue para dar envidia a sus amigas.

Aunque, como ya se ha dicho, alejada por completo de la narrativa rosa, “La mujer de la libreta roja” es, en buena medida, una novela romántica. El amor surge aquí de imaginar al otro sin conocerlo, de reconstruir su personalidad a través de algunos objetos y de pequeños rastros, con esa nostalgia de lo posible de la que habla Pessoa. Un juego de espejos, de casualidades y azares, de deseos interiores y miedo a la decepción, de intercambio de papeles, de líneas de trayectoria invertida, que se acercan y se alejan y parece, como bien podría haber sucedido, que nunca vayan a encontrarse.

En resumen, una novela sutil, agradable y bien construida, con una sorprendente mezcla de sencillez y sofisticación, carente tal vez de otras pretensiones que las de entretener y divertir, que se lee en un momento y deja en el lector un buen sabor de boca. Y un autor al que habrá que estar atentos, por si alguna más de sus novelas, como sería deseable, se traduce pronto a nuestro idioma.

La mujer de la libreta roja”. Antoine Laurian. Salamandra. 2016. 160 páginas.

Carlos Bravo Suárez


domingo, 2 de octubre de 2016

LOS CUENTOS DE AMOR DE JUNICHIRO TANIZAKI



Editada una antología de relatos del escritor japonés en el cincuentenario de su muerte.


Junichiro Tanizaki (Tokio, 1886 – Yugawara, 1965) es uno de los mejores escritores de la literatura japonesa contemporánea. Con Yasunari Kawabata, Yukio Mishima y Kobo Abe, compone el gran cuarteto de la literatura nipona del siglo XX. El conjunto de la producción de Tanikazi alcanza los treinta volúmenes e incluye novelas, relatos, obras dramáticas, ensayos, obras críticas y traducciones, entre ellas las dos que realizó al japonés moderno del gran clásico “El relato de Genji”, de la dama medieval Murasaki Shikibu. Durante cincuenta años, Tanizaki se dedicó en cuerpo y alma a la literatura, con una perseverancia ejemplar, superando iniciales problemas con la censura y alcanzando finalmente un enorme reconocimiento, tanto en su país, donde se lo galardonó con la Medalla de Cultura, como en los Estados Unidos, donde en 1964 fue elegido miembro de honor de la Academia de las Artes y las Letras.

Con motivo de la celebración el pasado año del cincuentenario de la muerte de Tanizaki, la editorial Alfaguara ha publicado en nuestro país una espléndida antología de algunos de sus mejores relatos con el título de “Cuentos de amor”, en una magnífica edición de Carlos Rubio, que ha realizado la selección y firma un completo y didáctico estudio preliminar. La traducción ha corrido a cargo de Akihiro Yano y Twiggy Hirota Estrada. El libro puede ser una buena manera de introducirse en la obra de un escritor que figura, sin duda, en la nómina de los mejores de la literatura universal contemporánea.

“Cuentos de amor” reúne once relatos de Junichiro Tanizaki. Son de diferente extensión y abarcan veintiséis años (1910 – 1936) de la larga y fecunda vida literaria del escritor. Tres han sido, según Rubio, los criterios seguidos en la selección de los relatos: la variedad e interés para el lector moderno, su representatividad en el tratamiento del gran tema del amor en la obra del autor y la condición de inéditas en español de algunas de las narraciones. En ellos, pueden observarse los dos Tanikazis que se distinguen en la introducción del libro: el que en su juventud muestra rendida admiración por lo occidental y el que cultiva exclusivamente asuntos y ambientes japoneses. En términos geográficos se corresponden aproximadamente con un Tanizaki de Tokio y Yokohama, en la región Kanto, y otro de la zona Kioto-Osaka-Kobe, en la llamada región Kansai. Hay un Tanizaki algunas de cuyas heroínas llevan falda, van al cine y bailan ritmos occidentales y otro cuyas heroínas llevan kimono, van al teatro kabuki y prefieren las músicas y tradiciones niponas. En esta antología se recogen sus temas preferentes: el fetichismo, el deseo, la fascinación por la belleza destructora, la caprichosa crueldad de la mujer amada, el refinado erotismo, el ideal de la madre perdida, la cotidianidad doméstica o la pasión amorosa transgresora de las normas imperantes.

El tema del amor no es casi nunca convencional en Tanikazi. Por el contrario, muestra preferencia, y así se observa en casi todos estos cuentos, por las conductas amorosas poco ortodoxas, que en ocasiones casi podríamos calificar como subversivas. Así lo dice Carlos Rubio recorriendo uno a uno los cuentos del libro: “No hay nada más opuesto al tratamiento edulcorado del amor o a las formas más cándidas de novela rosa que la naturaleza amatoria de la narrativa de Tanikazi. Amor destructor en forma de araña asesina de hombres (“Tatuaje”) o de mujer fatal (“El mechón”) o de encanallamiento (“El guapo”), travestismo (“El secreto”), sadismo (“El caso del baño Yanagi”), fetichismo (“Los pies de Fumiko” y “La flor azul”), abandono (“El fulgor de un trapo viejo”), masoquismo (“El caso Crippen a la japonesa”), castidad (“El segador de cañas”), vacío del amor (“La gata, el amo y sus mujeres”), coprofilia (“Los jóvenes”)... perversiones, groseras unas, sutiles otras, todas humanas, del tema universal y eterno del amor". Mención especial puede hacerse del relato “El segador de cañas”, donde se presenta un triángulo amoroso entre un hombre y dos hermanas, una situación vívida personalmente por el autor en su primer matrimonio. Hay otros ingredientes en estos cuentos de Tanikazi: preciosas descripciones, algunas dosis de novela negra, intriga y suspense y, sobre todo, belleza literaria a raudales.

Terminaré diciendo que este libro, de lectura hipnótica y absorbente como pocos, ha supuesto para mí el deslumbrante descubrimiento de un gran escritor. Espero que se traduzcan al español nuevas obras suyas que se sumen a las ediciones ya existentes, que ahora mismo no son demasiado fáciles de encontrar.

Cuentos de amor”. Junichiro Tanizaki. Alfaguara. 2016. 320 páginas.

Carlos Bravo Suárez