Kevin Barry (Limerick, 1969) es uno de los
narradores irlandeses actuales más destacados. Ha publicado dos libros de
relatos y un par de novelas a medio camino entre la cultura pop y la estética
noir: “Ciudad de Bohane” (2011) y “Beatlebone” (2015), ambas publicadas en
castellano por Rayo Verde. “Nocturno a Tánger”, su tercera novela, fue nominada
para el Booker Prize 2019, quedó finalista como novela del año por el Irish
Book Awards (entre otros reconocimientos), ha obtenido efusivos elogios de la
crítica (está entre los diez mejores libros de 2019 según el New York Times) y
ha tenido una magnífica acogida por parte de los lectores. Recientemente, ha
sido publicada en España por la meritoria editorial Alpha Decay, con traducción
de Héctor Castells.
“Nocturno
a Tánger” es una novela extraordinaria. Cuenta la historia de dos viejos
mafiosos irlandeses, uno tuerto y otro cojo, que están en el puerto de
Algeciras intentando localizar a la hija de uno de ellos, que se fue de su casa
hace tiempo y supuestamente debe tomar el ferry nocturno a Tánger. Sentados en
un banco, los dos amigos recuerdan los diferentes episodios de sus vidas en un
relato intenso y espléndidamente contado. Los dos hombres conversan. Son
traficantes de droga viejos y cansados, expertos en introducir el hachís desde
las costas de Marruecos hasta Andalucía. Comparten una larga trayectoria de
violencia y aventuras al margen de la ley, plagada de romances y traiciones
mutuas, y llegados a estas alturas de la vida ya carecen de ilusiones y
esperanzas. El barco parece no llegar nunca y, mientas tanto, los dos hombres
comentan crímenes pasados y planes de futuro, escrutan a su alrededor,
interrogan a otras personas que esperan en el muelle, se impacientan. Y en lo
que dura esta vigilia nocturna, vamos conociendo su historia y la de Dilly, la
hija de uno de ellos desaparecida más allá de Tánger.
Estamos
ante un libro muy singular, difícil de encasillar en un determinado género
literario. Parece una novela negra, pero no lo es en puridad. Tiene mucho en
común con las películas de gánsteres y algunos críticos la han asociado a la
cinematografía de Tarantino; pero, desde luego, no hay en la novela tanta
violencia como en esos films y esta es
solo puntual en algunos pasajes del relato. Los protagonistas, Maurice Hearne y
Charlie Redmond, a través de números flash-backs, rememoran episodios de su
vida sentimental, familiar o profesional. Y hablan sobre los temas más
variados: la masturbación, la caída en la adicción a la heroína, sus enfermedades,
sus relaciones sentimentales, sus desavenencias o hasta de los “perroflautas”
–como ellos mismos traducen el término irlandés para referirse a la hija de
Maurice y sus amigos–. Son muchos los temas que aparecen en esta novela que en
menos de doscientas páginas condensa todo un pequeño universo de las luces y
las sombras de la vida humana. Una vida que, según repiten los protagonistas,
está movida por siete motores o distracciones: amor, pena, dolor,
sentimentalismo, avaricia, lujuria y deseo de morir.
Como acertadamente se escribe en la
contraportada del libro, “escrita con un estilo cortante y sintético, como un
coloquio metafísico –que recuerda a “Esperando a Godot”, de Samuel Beckett–, ‘Nocturno
a Tánger’ es una proeza narrativa a medio camino entre la novela negra de verbo
sucio y el drama psicológico. Una tragicomedia descarnada de belleza
melancólica, con la que Kevin Barry ha alcanzado la mayor cumbre de su obra
hasta la fecha”.
La
novela se divide en 14 capítulos, algunos de cuyos títulos hacen referencia a
canciones irlandesas modernas, componiendo una pequeña banda sonora de la época
y los personajes. Cada capítulo, y sin un orden cronológico lineal, hace
referencia a los años y los lugares en los que transcurre. El relato abarca así
un periodo de tiempo que va desde 1994 hasta 2018, año en que los personajes
rememoran su pasado en el puerto de Algeciras. Además de en esta ciudad,
encontramos también a Maurice y Charlie en otras ciudades españolas como
Málaga, Sevilla, Cádiz, Barcelona o Segovia. Además de en Londres y lugares
irlandeses como Cork o el valle de Maan.
Lo ha
descrito muy bien el prestigioso crítico literario Alan Warner: “Un viaje
cómico y oscuro al interior del abismo. Lo que llama la atención en este libro,
más allá del humor, el terror y la belleza de sus descripciones, es su agudeza
moral, la profunda inmersión espiritual que hace en las almas peligrosas de dos
hombres descarriados”. Un híbrido fascinante de poesía, prosa y drama. Uno de
esos libros que, sin duda, quedan en la memoria del lector. Ha sido para mí una lectura apasionante. Muy
recomendable.
“Nocturno a Tánger”. Kevin Barry. Alpha Decay. 2021. 192 páginas.
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