El manuscrito de piedra, Luis García Jambrina, Alfaguara, 2009, 316 páginas
El manuscrito de piedra fue la novela ganadora del V Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza que se otorgó la primavera pasada. El autor del libro es Luis García Jambrina (Zamora, 1960), profesor de literatura española en la Universidad de Salamanca. Aunque había publicado numerosos ensayos y un par de libros de relatos, ésta es su primera novela, una interesante intriga ambientada en la Salamanca de finales del siglo XV, una época en que la agonizante Edad Media se resiste a dejar paso a las nuevas corrientes humanísticas que traerán el Renacimiento.
El protagonista de la novela es Fernando de Rojas, el enigmático autor de La Celestina, que es presentado aquí como un brillante estudiante al que, aprovechándose de que sus padres pueden ser denunciados por ser conversos, el obispo salmantino obliga a aceptar la investigación del asesinato de un famoso teólogo de la ciudad. La novela presenta así una intriga detectivesca enmarcada en una espléndida recreación histórica. Este segundo aspecto del libro es en mi opinión muy superior al primero.
Si la trama casi policial de la novela, a pesar de mantener siempre la intriga, puede parecer algo endeble en su desenlace, la inmersión histórica en la Salamanca de la época es verdaderamente notable. El autor recrea con precisión, tanto geográfica como socialmente, la vieja y hermosa ciudad castellana, sede en aquel tiempo de una de las principales universidades europeas. Se describen sus calles y plazas, sus iglesias y universidad, los alojamientos de los estudiantes, las salas de tortura de la Inquisición, las tabernas y los prostíbulos. Por cierto que la abundancia de estos últimos llevó a la construcción, por orden real, de una casa de mancebía en las afueras de la ciudad, uno de cuyos primeros visitantes será el príncipe Juan, un hijo de los Reyes Católicos que muere durante su visita a Salamanca. En la novela se atribuye a otras causas una muerte que fue considerada entonces como un caso de tuberculosis.
Aparecen en el libro algunos de los principales temas de la España de la época: la represión inquisitorial, la persecución a judíos y conversos –convertidos con frecuencia en cabezas de turco-, las diferencias entre dominicos y franciscanos, las rivalidades entre teólogos, la picaresca y los mundos marginales, los primeros fumadores del tabaco que Colón acababa de traer de América, etc. También los iniciales atisbos de un humanismo renacentista que en la Salamanca de la novela permanecen todavía, literalmente, en las catacumbas de la ciudad.
En resumen, una buena novela histórica. Más aún por su acertada recreación del pasado que por la propia ficción que narra.
Carlos Bravo Suárez
El manuscrito de piedra fue la novela ganadora del V Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza que se otorgó la primavera pasada. El autor del libro es Luis García Jambrina (Zamora, 1960), profesor de literatura española en la Universidad de Salamanca. Aunque había publicado numerosos ensayos y un par de libros de relatos, ésta es su primera novela, una interesante intriga ambientada en la Salamanca de finales del siglo XV, una época en que la agonizante Edad Media se resiste a dejar paso a las nuevas corrientes humanísticas que traerán el Renacimiento.
El protagonista de la novela es Fernando de Rojas, el enigmático autor de La Celestina, que es presentado aquí como un brillante estudiante al que, aprovechándose de que sus padres pueden ser denunciados por ser conversos, el obispo salmantino obliga a aceptar la investigación del asesinato de un famoso teólogo de la ciudad. La novela presenta así una intriga detectivesca enmarcada en una espléndida recreación histórica. Este segundo aspecto del libro es en mi opinión muy superior al primero.
Si la trama casi policial de la novela, a pesar de mantener siempre la intriga, puede parecer algo endeble en su desenlace, la inmersión histórica en la Salamanca de la época es verdaderamente notable. El autor recrea con precisión, tanto geográfica como socialmente, la vieja y hermosa ciudad castellana, sede en aquel tiempo de una de las principales universidades europeas. Se describen sus calles y plazas, sus iglesias y universidad, los alojamientos de los estudiantes, las salas de tortura de la Inquisición, las tabernas y los prostíbulos. Por cierto que la abundancia de estos últimos llevó a la construcción, por orden real, de una casa de mancebía en las afueras de la ciudad, uno de cuyos primeros visitantes será el príncipe Juan, un hijo de los Reyes Católicos que muere durante su visita a Salamanca. En la novela se atribuye a otras causas una muerte que fue considerada entonces como un caso de tuberculosis.
Aparecen en el libro algunos de los principales temas de la España de la época: la represión inquisitorial, la persecución a judíos y conversos –convertidos con frecuencia en cabezas de turco-, las diferencias entre dominicos y franciscanos, las rivalidades entre teólogos, la picaresca y los mundos marginales, los primeros fumadores del tabaco que Colón acababa de traer de América, etc. También los iniciales atisbos de un humanismo renacentista que en la Salamanca de la novela permanecen todavía, literalmente, en las catacumbas de la ciudad.
En resumen, una buena novela histórica. Más aún por su acertada recreación del pasado que por la propia ficción que narra.
Carlos Bravo Suárez
1 comentario:
che sigue asi esta muy bueno lo que vos
nos inportas muchas cosas sige asi te lo dejo yo carlo Suarez German Emanuel
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