Adam Johnson (Dakota
del Sur, 1967) es una de las figuras emergentes de la nueva literatura
norteamericana. Con su novela “El huérfano”, ambientada en Corea del Norte y
publicada en España en 2015 por Seix Barral, logró el prestigioso Premio Pulitzer en 2013. En 2015, ganó
el National Book Award con su
libro de relatos “George Orwell fue
amigo mío”, que a principios de 2017 también publicó en España Seix Barral con
traducción de Carles Andreu. No son dos libros de literatura fácil ni
comercial, sino más bien de vocación minoritaria, lo cual aumenta el mérito del
autor. Johnson ha publicado otro libro de relatos, “Emporium”, que esperamos
sea pronto editado en España.
“George Orwell fue amigo mío” contiene seis cuentos de mediana
extensión, unas cincuenta páginas por relato. Son narraciones densas y algo
oscuras, profundas y ambiguas, de gran calidad literaria y estructura abierta a
diferentes interpretaciones. Transcurren en distintos lugares de la geografía
estadounidense y mundial y están ligados a temas de actualidad y a episodios
históricos recientes. Se inscriben en cierta medida en la reciente tradición
americana del llamado realismo sucio, encarnado principalmente por Raymond Carver.
Sin embargo, además de ser relatos más extensos, están dotados de originalidad
propia y de una mayor experimentación literaria.
El libro se inicia con el relato
“Nirvana” cuyo título, aunque con cierta ambigüedad, hace referencia al famoso grupo
de rock liderado por Kurt Kobain. Los protagonistas son una pareja que vive en
Palo Alto (California). La mujer sufre una parálisis progresiva y desea
suicidarse; el marido, que narra la historia en primera persona, trabaja para
una empresa que se dedica a amenazar a usuarios de Facebook para que eliminen
determinados comentarios negativos y ha creado un presidente de Estados Unidos virtual
con el que se pueden entablar conversaciones. El contraste entre el avance de
la tecnología en ese plano y la enfermedad física y depresiva de la mujer
compone un relato paradójico y, a pesar de ciertas gotas de ironía, de tono
final triste y desencantado. “Huracanes anónimos” está ambientado en Luisiana
tras el paso de los huracanes Katrina y Rita y también presenta problemas
familiares y una enfermedad terminal. De nuevo el cáncer aparece en “Datos interesantes”, narrado, en
un tono aparentemente más ligero e irónico, por una mujer que ha sobrevivido a
la enfermedad. “George Orwell fue amigo mío”, relato que da título al libro,
está narrado por un antiguo director de una prisión de la Stasi en Berlín que
ahora, tras la caída del muro, es objeto de visitas turísticas guiadas. La ex
prisionera que hace de guía y el ex director, ahora jubilado, ofrecen
diferentes versiones sobre la vida en la prisión en los duros años del
comunismo. “Pradera oscura” es el más inquietante y oscuro de los cuentos del
libro. Su narrador es un experto informático que parece debatirse entre las
técnicas cibernéticas para detectar archivos pornográficos prohibidos y sus
propias pulsiones pornográficas ocultas. Cierra el libro “La sonrisa de la
fortuna”, protagonizado por varios ciudadanos norcoreanos que han escapado a
Corea del Sur, pero tampoco en este país opulento y desarrollado parece que
hayan encontrado la felicidad.
“George Orwell fue amigo mío” es un espléndido libro de relatos.
Posiblemente de lo mejor que se ha publicado recientemente en este género en nuestro
país. Son seis magníficas narraciones que absorben al lector, que dejan poso y
crean inquietud, que presentan visiones y perspectivas distintas de las cosas y
de unos mismos hechos, que combinan con maestría el humor y la tragedia, la
ironía y el dolor. Estaremos a la espera de la edición en nuestra lengua de
nuevas obras de este destacado y original narrador estadounidense, que con tanta
fuerza ha irrumpido en el panorama literario actual.
George Orwell fue amigo mío. Adam Johnson. Traducción de Carles Andreu. Seix Barral. 2017. 306 páginas.
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