“Vestidas
para un baile en la nieve” es un ensayo que reúne las historias de nueve
mujeres que fueron condenadas al Gulag durante la dictadura soviética. Su
autora es Monika Zgustova (Praga, 1957), escritora y traductora checa afincada
en Barcelona desde los años ochenta. Colaboradora en varios diarios, ha
traducido al español a muchos de los principales autores checos y rusos y ha
publicado ensayos y cuentos, una obra de teatro y seis novelas, la última de
las cuales es “Las rosas de Stalin” (Galaxia Gutenberg, 2016). Es también
autora de una monumental biografía del gran escritor checo Bohumil Hrabal (“Los
frutos amargos del jardín de las delicias”, Galaxia Gutenberg, 2016), alguno de
cuyos libros hemos reseñado en esta sección.
El
terrible castigo de la deportación de los disidentes a los campos de trabajo durante
la época estalinista fue denunciado por el escritor ruso Alexander Solzhenitsin
en su monumental obra “Archipiélago Gulag”, donde reunía su propia experiencia
y los testimonios de más de doscientos compañeros de aquella feroz represión.
Otros escritores continuaron el camino de denuncia iniciado por Solzhenitsin.
No había, sin embargo, ningún libro que narrara las vivencias de las mujeres
que sufrieron en sus carnes esa dolorosa experiencia. El libro de Monika Zgustova
viene a llenar ese vacío: “Había
leído a Solzhenitsin y otros libros con testimonios masculinos, me dieron
direcciones de ex presas y empecé a visitarlas sin documentación previa. Para
conservar la misma mirada que puede tener el lector de mi libro ante las
vivencias que me contaban. No hay literatura, todo es la pura verdad que me
explicaron aquellas mujeres”.
“Vestidas para un baile en la
nieve” contiene nueve entrevistas con otras tantas mujeres que sobrevivieron al
Gulag. Aunque algunas viven en Londres o París, casi todas fueron entrevistadas en los típicos
pisos de los suburbios de Moscú, en los populares bloques de viviendas
conocidos como “jruschovki”, construidos en la época de Nikita Jruschov, el
sucesor de Stalin. Es durante la dictadura de este, en la segunda parte de la década de los
años cuarenta y la primera de las cincuenta, cuando estas mujeres sufrieron el
destierro a los campos de trabajo de las frías tierras siberianas próximas al
Ártico. El libro está dividido en nueve capítulos y cada una de las mujeres a
las que se dedican es comparada con un personaje de la mitología clásica (la
mujer de Lot, Penélope, Judith, Minerva, Psique, Antígona, Ulises, Ariadna y
Eurídice). Todas son mayores cuando son entrevistadas, excepto Galia Safánova,
que nació en los años cuarenta en un campo del norte de Rusia donde su madre
estaba confinada. Especialmente interesante es el caso de Irina Emeliánova,
hija de Olga Ivínskaya, el último amor de Boris Pasternak, que inspiró el
personaje de Lara de la novela “El doctor Zhivago”. Irina estuvo en el Gulag
con su madre (antes lo había estado su abuela) durante los años sesenta, ya en
época de Jruschov.
Lo que más
sorprende a la entrevistadora es que “la mayoría de ellas dicen que si tuvieran
otra vida, querrían pasar unos años en un gulag, repetir la experiencia. Esto
es algo que yo no podía entender”. “Creo que la diferencia era tan fuerte, para
bien y para mal, que la vida normal les parecía descafeinada, poca cosa”. Allí,
frente a la constante humillación, vivieron con una intensidad única
sentimientos como la amistad, el amor, el cariño o la solidaridad. Otro aspecto
que llama la atención es la búsqueda de la estética y la belleza para sobrevivir
en medio del horror que padecían. “Casi todas
las mujeres que sobrevivieron –dice Monika Zgustova– me explicaron que el
sentido de la estética, de sentirse bien con ellas mismas, era muy fuerte. Tras
una jornada de trabajo de entre 12 y 15 horas en condiciones extremas, cuando
regresaban al barracón, en lugar de lanzarse sobre la cama y quedarse fritas,
se lavaban y planchaban el pantalón como podían, con las manos, para estar
presentables, no para nadie, sino para ellas mismas, para sentirse limpias. Es
curioso que quienes seguían estas prácticas sobrevivían más que las otras. La
cultura, tener conciencia de su inocencia, ese saberse injustamente condenadas,
les ayudaba a sobrevivir”.
Todas ellas, además, se convirtieron en grandes lectoras y los libros
ocuparon ya para siempre un lugar fundamental en sus vidas. Leer este libro
sobre sus terribles experiencias es rendirles el homenaje y reconocimiento que
merecen.
“Vestidas
para un baile en la nieve”. Monika Zgustova. Galaxia Gutenberg, 2017. 269
páginas.
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