Ruinas de la ermita de San Pedro de las Picas con el valle de Nocellas al fondo.
Ábside de la ermitaÚltimo tramo del camino a la ermita
El Castellaz desde la ermita
El Castellaz
Ermita de San Miguel en El Castellaz
Casa Torrueco
Siguiendo con los artículos
dedicados a algunas ermitas románicas poco conocidas de la comarca de
Ribagorza, nos vamos a ocupar hoy brevemente aquí de los restos de San Pedro de
las Picas (o Sant Pere de les Piques), una pequeña y sencilla construcción
situada en un alejado promontorio rocoso de difícil acceso de la parte alta del
valle de Nocellas, en la sierra de Chordal, dentro del término de la localidad
de Merli, hoy perteneciente al municipio de Isábena.
Hay muy escasas referencias bibliográficas a las ruinas
de esta ermita ribagorzana. Entre las obras más conocidas dedicadas al románico
aragonés solo aparece en el libro “Arte religioso del Alto Aragón oriental de
los siglos X, XI, XII y XIII”, de Manuel Iglesias Costa, en la edición revisada
y aumentada por José Luis Acín y Enrique Calvera en 2004, donde ocupa una
página, con un breve texto, una foto no excesivamente clara y un pequeño mapa
de situación. También encontramos una breve alusión (“construcción románica, de
dificilísimo acceso”) en el pie de un par de fotos en blanco y negro del tomo 2
del “Inventari d’esglésias (Baixa Ribagorça, Alta Ribagorça y Vall d’Arán)”,
publicado en 1978 por el archivero y fotógrafo catalán Josep María Gavín.
Asimismo, se menciona brevemente esta ermita en el tomo XVI, dedicado a La
Ribagorça, de “Catalunya Romànica”, que incluye un buen número de municipios de
la zona oriental de nuestra provincia oscense. Más recientemente, se ha
publicado el artículo monográfico “Románico desconocido del valle de Nocellas:
San Pedro de las Picas de Merli” (Cristian Laglera Bailo, El Cruzado Aragonés,
Barbastro, 23 de marzo de 2018).
Encontrar esta pequeña y remota construcción religiosa no
es tarea fácil. Se puede acceder desde Merli, todavía habitado, hasta donde
llega una estrecha y sinuosa carretera que parte de La Puebla de Roda. Desde
Merli, por una pista descendente se llega al despoblado Nocellas, en el que
destaca la todavía en pie iglesia de Santa María, de orígenes románicos pero
muy modificada en el siglo XVI. Desde Nocellas, otra pista conduce hasta la
arruinada Casa Torrueco, desde donde asciende hasta El Castellaz, un caserón de
grandes dimensiones con algunas construcciones anexas y una pequeña ermita al que
todavía no ha alcanzado del todo la ruina. A partir de aquí, dar con las ruinas
de la ermita de San Pedro se hace algo más complicado. En aproximadamente una
hora de caminata, es necesario ir campo a través en dirección al este y cruzar
un bosque de pinos hasta alcanzar una zona rocosa abierta, conocida como Tuca
de San Pedro, desde donde se contemplan amplias vistas del valle de Nocellas.
Allí, en el poco espacio llano que permite la inclinada y grisácea masa rocosa,
se levantan los escasos restos de la ermita. Hay que suponer que el topónimo
“de las Picas” hace referencia a esta ubicación tan elevada y agreste.
La ermita de San Pedro de las Picas se construyó sobre
uno de los farallones rocosos que cierran el valle de Nocellas por su lado
norte. Es un edificio de reducidas dimensiones, cuyas medidas son 3,90 x 2,20
metros. El grueso paramental alcanza en algunos tramos los 0,70 metros. La
ermita se acomodó al poco espacio existente, que no daba para una obra de
mayores dimensiones. Se aparejó con mampostería de calibre irregular,
apreciándose en sus hiladas inferiores una mayor calidad y en las superiores
(quizá fruto de alguna restauración) una obra algo más burda. Consta de planta
rectangular coronada por un diminuto ábside semicircular orientado canónicamente
al este. La puerta de acceso, muy estrecha, se sitúa a los pies del edificio,
algo descentrada hacia el norte. Pensamos que esta puerta se abrió siglos
después de construida la ermita, y que la original pudo estar abierta al sur o
incluso a poniente, como lo hace ésta, pero sin corresponderse con la actual.
Para
hablar de la posible cronología de San Pedro de las Picas, acudimos al acta de
consagración de la iglesia parroquial de Santa María de Merli del año 1122, en
la que hallamos una mención a esta ermita: "terra
ad illo puio Sancto Petro", por lo que su datación podría establecerse
en los siglos XI-XII. Aunque esta referencia parece confirmar su origen
medieval y románico, tampoco es del todo descartable que pudiera tratarse de
una de las numerosas obras de tipo rural que en fechas más tardías imitan las
formas de construcción románica anteriores. En cualquier caso, hemos querido
dejar constancia en estas líneas de la existencia de estos desconocidos restos
en un remoto y casi Inaccesible rincón de Ribagorza.
Carlos Bravo Suárez y Cristian Laglera
Bailo.
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