Tawni O’Dell (Pensilvania,
1964) es una de las más reputadas narradoras estadounidenses actuales. Es
autora de las novelas “Caminos ocultos”, “La fiebre del carbón” y “Ángeles en
llamas”, que han tenido un gran éxito en Estados Unidos y han sido publicadas
en España por la editorial Siruela. Esta misma editorial publicó el año pasado
su última novela “Uno de los nuestros”, con traducción de Eugenia Vázquez
Nacarino, una novela ambientada en un pueblo minero de Pensilvania, en una
región de la que es originaria la propia autora. La novela se inscribe en
cierto modo en el llamado country noir, es decir, novela negra o policiaca
ambientada en la América rural, que cuenta con escritores como Daniel Woodrell
o John Hart, de quienes he leído y reseñado aquí varios libros que me han
gustado mucho.
“Uno
de los nuestros” transcurre en Lost Creek, un pequeño pueblo minero de
Pensilvania que conoció tiempos mejores cuando las minas eran propiedad
exclusiva de una poderosa familia local. Allí llegaron años atrás numerosos
emigrantes irlandeses que se dejaron la piel en el duro y mal pagado oficio.
Varios de esos mineros fueron ejecutados públicamente tras rebelarse contra la
situación y provocar algunas muertes. Como recuerdo de aquellos hechos, que se
remontan a varias generaciones atrás, se conserva la horca en que fueron
ejecutados y expuestos al público. Cerca de ese lugar aparece un nuevo cadáver
encontrado por un descendiente de una de aquellas familias pobres. Doyle, que
ahora vive en Filadelfia, es un famoso psicólogo forense de la oficina del
fiscal especializado en asesinos en serie, muy popular por haber escrito varios
libros y salir con frecuencia en programas televisivos y por su afición a la
ropa de marca. En esos días, ha regresado momentáneamente a Lost Creek para
visitar a su abuelo Tommy, de más de noventa años, familiar al que se halla más
unido, pues la situación de sus padres es compleja tras una historia familiar
desgarradora ocurrida en su infancia. También está pasando unos días en el pueblo la atractiva y sofisticada Scarlet, hija de la rica y poderosa familia
propietaria de las minas. Tras producirse alguna muerte más, se desencadena una
trama de vínculos familiares y conexiones temporales entre el pasado y el
presente que mantienen la atención y la intriga en el lector.
“Uno
de los nuestros” mezcla así, de manera eficaz y literariamente provechosa,
elementos de la novela policiaca y de la narrativa de corte más social. También
puede calificarse, así lo hace la promoción editorial, como un intenso thriller
psicológico, que analiza las causas profundas del comportamiento de los
personajes y, a través del protagonista de la novela y de su condición de
psicólogo, introduce reflexiones y opiniones sobre la condición y personalidad
de psicópatas y asesinos en serie. El relato es también un verdadero drama
familiar por el terrible pasado y la situación actual de los padres del
personaje principal y narrador en primera persona. Además de Doyle y Scarlet,
hay otros personajes muy interesantes en el libro: Tommy, el entrañable abuelo
de Doyle; el policía Rafe, veterano de Vietnam; y algunas otras personas del pueblo que ejercen
diferentes oficios y que componen un interesante mosaico social de una pequeña
población de la América rural..
Aunque
con algunos elementos tal vez algo tópicos, “Uno de los nuestros” se lee con
gusto y atrapa al lector desde el principio por la complejidad y lo enredado de
la trama y la intriga y el suspense de su desarrollo. Una narración con muchos
y bien dosificados ingredientes que anima a leer otras obras de Tawni 0’Dell,
de quien Siruela anuncia ya la próxima edición en España de su segunda novela
“Coal Run”, publicada en Estados Unidos en 2004 y aún no editada en nuestro
país.
"Uno de los nuestros”. Tawni O’Dell.
Siruela. 2018. 292 páginas.
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