domingo, 3 de enero de 2021

TODO EN VANO

Hay que empezar diciendo que “Todo en vano” es una gran novela. Se han escrito muchas narraciones sobre la Alemania nazi, pero pocas, por no decir ninguna, tan buenas literariamente como esta. Su autor es Walter Kempowski (1929-2007), uno de los escritores alemanes más importantes de las últimas décadas. Nacido en Rostock, se instaló en Hamburgo tras la Segunda Guerra Mundial, pero, en una visita a su madre en su ciudad natal, fue detenido por los soviéticos, acusado de espía y condenado a 25 años de cárcel, de los que cumplió ocho. De vuelta a la Alemania occidental trabajó como maestro de primaria. Tras publicar varias novelas de éxito, en los años ochenta comenzó a trabajar en un ambicioso proyecto en el que reunió testimonios de primera mano, diarios, cartas y memorias sobre la segunda guerra mundial, que organizó en diez volúmenes publicados a lo largo de veinte años. “Todo en vano” es su última novela y fue publicada en Alemania en 2006, un año antes de la muerte del autor. Ahora, la siempre loable editorial Libros del Asteroide la acaba de publicar en España con traducción de Carlos Fortea.

“Todo en vano” transcurre en la Prusia oriental durante el invierno de 1945, cuando los rusos avanzan inexorablemente sobre una Alemania que se resiste a reconocer su inevitable derrota. El escenario donde ocurren buena parte de los hechos narrados es una antigua y privilegiada hacienda llamada Georgerhof, perteneciente a una destacada y aristocrática familia germana. En ausencia del propietario, Eberhard von Globig, que se halla en Italia en un cómodo destino administrativo, viven en la mansión su bella, solitaria y melancólica mujer Katharina, el hijo y preadolescente Peter y una tía algo entrometida que hace las funciones de ama de llaves. Además de la servidumbre, formada por un mozo polaco y una par de jóvenes ucranianas. También el soltero profesor Wagner visita con frecuencia la hacienda para ayudar al joven Peter en su formación. En un momento de huida hacia el este por la cercanía cada vez mayor del ejército soviético, por la casa va a desfilar una serie de personajes de distinta procedencia y manera de pensar: una violinista nazi, un economista, un aristócrata báltico y hasta un judío al que un pastor religioso ayuda a esconderse de los nazis. Otro personaje destacado en la novela es Drygalski, representante del partido nazi en la comarca, un mediocre y resentido ciudadano medio que disfruta con el poder que le ha dado su fanatismo ideológico y su fidelidad al partido gobernante.

Esta sucesión de personajes parece dar al principio al relato un cierto tono costumbrista, como un caleidoscopio de caracteres y opiniones ante la situación que vive Alemania en esos días invernales del año 45. Pero en la última parte de la novela, los acontecimientos se precipitan y la narración alcanza, en un crescendo literario extraordinario, una impresionante fuerza dramática, en buena parte descrita a través de los ojos del joven Peter.

Walter Kempowski relata de manera magistral, con distancia, objetividad y rigurosa documentación, las contradicciones, las complicidades, las negaciones, la ceguera y el sufrimiento final ante la caída del Tercer Reich, que muchos creyeron por un tiempo indestructible y cuya derrota se resisten a admitir. Lo expresa perfectamente José María Guelbenzu en estas líneas que transcribo: “El derrumbe alemán está contado con la objetividad propia de un retrato, pero, como sucede en los grandes retratos, posee la humanidad conmovedora del gesto, de los momentos cruciales de la vida de una gente que está siendo derrotada desde tiempo atrás y que, por fin, descubre la derrota en su pequeño territorio, como amparados en la incredulidad pasiva de quien esconde la cabeza bajo el ala. Conviene señalar que está muy bien mostrada la patética confianza que aún mantienen en que el Führer no los dejará solos, que el derrumbe es parte de su estrategia de defensa. A todo ello se une la miseria moral que se adueña de todas las almas en fuga: la horrible suma de bajezas a las que es capaz de llegar el ser humano en los momentos del ‘sálvese quien pueda’”.

Incomprensiblemente inédita hasta ahora en nuestro idioma, “Todo en vano” es una extraordinaria y ambiciosa novela, considerada un verdadero hito de la literatura alemana, que se atreve a explorar con una maestría narrativa poco usual un periodo histórico durante mucho tiempo, salvo honrosas excepciones, demasiado silenciado por muchos escritores de aquel país.

“Todo en vano”. Walter Kempowski. Libros del Asteroide. 2020. 360 páginas.

 

           

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