El pasado domingo, el Centro Excursionista Ribagorza organizó una excursión al pico del Águila, en la comarca de la Hoya de Huesca. Fue un largo itinerario de 21 km, en el que pasamos por Santolarieta, el abrigo de las covachas de la Raja y sus pinturas rupestres, el pozo de hielo del Paco de la Pinosa, el observatorio de aves y comedero de buitres, el pico Tiacuto y la ermita de Nuestra Señora de Ordás. Aunque hizo frío en el inicio matinal, luego el día fue muy soleado y con una temperatura prácticamente primaveral durante casi todo el recorrido.
Los diecinueve participantes en la actividad salimos de Graus en nuestros vehículos para dirigirnos al punto de encuentro e inicio de la excursión: el cruce de Nueno a Sabayés, a la derecha de la N-330 o Autovía Mudéjar. Allí, tras una hora de viaje, en una pista lateral a la izquierda, asfaltada en sus primeros metros, aparcamos los coches y comenzamos nuestra excursión andando. En dirección al este, y con bonitas vistas de Nueno y Gratal a nuestras espaldas, fuimos hasta Santolarieta, pueblo al que llegamos en algo menos de hora y media y donde hicimos una breve parada.
Desde Santolarieta, seguimos por un sendero en subida y a la media hora pasamos por el abrigo de la Raja, una oquedad en la roca que alberga algunas pinturas rupestres. Poco después, nos desviamos a la derecha para ver el pozo de hielo del Paco de la Pinosa. Un paco es un lugar sombrío, una “deformación” de opaco, que no deja pasar la luz; en este caso, la luz solar. Vimos el pozo y regresamos al camino. Al llegar a una pista, seguimos en dirección al observatorio de aves y comedero de buitres. Allí, encontramos a bastante gente, algunos con cámaras fotográficas con potentes teleobjetivos, esperando el momento en que daban la comida a los buitres, que se abalanzaron en gran número sobre ella.
Desde allí, subimos al pico Tiacuto, a 1373 m. de altitud, desde donde disfrutamos de excelentes vistas. Volvimos a bajar al observatorio de aves y continuamos camino en dirección a los restos del castillo, el refugio y la ermita de Ordás, cuyo interior visitamos. A partir de allí, y ya con mucho sol y calor, el sendero incrementa su subida hasta la cima del pico del Águila, situada a 1623 m. de altitud. Llegamos a ella sobre las 14.30 horas. Hicimos la parada de la comida, disfrutamos de las magníficas vistas del Pirineo y nos hicimos una foto de grupo.
La vuelta fue de manera más rápida, yendo ya directamente a Santolarieta, donde realizamos una nueva parada. Sobre todo, para coger agua de su fuente, pues con el calor algunos habíamos bebido toda la que llevábamos. Sobre las 17.30 horas, llegamos al lugar donde habíamos dejado los coches y terminamos la excursión. Habían sido 21 km con 1255 m. de desnivel acumulado. El punto más alto del recorrido fueron los 1623 m. de la cima del pico del Águila y el más bajo, 730 m. Invertimos unas ocho horas y media con las paradas. A la vuelta, y tras una parada para tomar un refresco, llegamos a Graus a las 19.30 horas, doce horas después de la salida por la mañana.
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