Fernando
Navarro (Granada, 1980) es un destacado guionista que ha trabajado, entre
otros, con cineastas como Álex de la Iglesia, Rodrigo Cortés, Paco Plaza, Jonás
Trueba o Jaume Balagueró. Ha sido dos veces nominado a los Premios Goya, en las
categorías de Mejor Guion Original y Mejor Guion Adaptado. Entre su filmografía
destacan “Toro” (2016), “Verónica” (2018) o “Cosmética del enemigo” (2020). Su
último guion hasta la fecha es “Bajocero” (2021), un thriller para Netflix que
llegó a posicionarse como número uno en más de 55 países. Es miembro del
Writers Guild of America y ha impartido talleres de Escritura Creativa en la
Universidad de Siracusa y en Le Moyne College, ambos en Nueva York. Ha
colaborado con medios como Radio 3, Cadena SER, MondoSonoro o Letras Libres.
Ahora, con “Malaventura”, publicado por la exquisita editorial Impedimenta,
acaba de hacer su brillante debut en la narrativa.
Aunque
en su promoción se empeñan en presentar “Malaventura” como una novela, y a
pesar de la existencia de una cierta unidad temática entre todos ellos, se
trata de un conjunto de catorce relatos breves que comparten una atmósfera
común y un mismo marco temporal y, sobre todo, geográfico. El propio autor
decía en una entrevista que el tiempo cronológico de los relatos va, más o
menos, del que lleva del bandolero al quinqui. También, en cierto modo, del que
va de la pobreza casi extrema al plástico de los invernaderos. Todos los
relatos están ambientados en la Andalucía oriental; en las provincias de
Granada y, sobre todo, Almería, algunos en el desierto de Tabernas donde se
rodaron aquellos westerns que están entre las muchas fuentes que han inspirado
a Navarro en la creación de sus historias. El autor transcribe directamente en
su escritura, y sin cursivas, la lengua hablada de estas zonas del oriente
andaluz. Así, además del uso del sufijo diminutivo “-ico” (“zagalico”, “hermanicos”…),
se abrevian las terminaciones con “d” intervocálica (“explaná” por “explanada”,
“oxidá” por “oxidada” o “Graná” por “Granada”).
Como
bien se escribe, con su habitual precisión, en la cubierta de la edición de
Impedimenta, “Malaventura” puede considerarse como un acid western de aires
tarantinescos, un abanico de historias con el sur como obsesión, un híbrido de
Lorca y Cormac McCarthy, que bebe tanto de las letras de la tradición flamenca
como de Sergio Leone, y que se lee como una novela de iniciación y muerte.
Los
héroes y los villanos se desdibujan en “Malaventura”, una suerte de
neorromancero ambientado en una Andalucía desesperada y remota, a la vez que
irreal y auténtica, mítica y salvaje, llena de personajes extremos: quinquis,
hechiceras, cazadores, demonios que se desplazan por las ondas de la radio,
mercenarios de buen corazón o niños que maldicen a todo un pueblo. Una mujer
barbera atrapada en una reyerta. El cruel linchamiento de un legendario
bandolero. Una misteriosa matanza en una fonda en la que el único testigo es un
burrico. El amor imposible entre una vidente y un forajido. Una inundación que
sigue su curso llevándose por delante todo lo que encuentra a su paso o la
inesperada visita de los fantasmas del pasado que buscan ajustar cuentas con un
violento guardia civil.
Estamos
ante una Andalucía que se enmarca y fluctúa entre el mito literario y flamenco,
lorquiano y trágico, y la realidad más cruda y tremendista. Con unos personajes
que viven el amor y la muerte, la pasión y la venganza, de una manera extrema y
desmesurada. Siempre atrapados por el destino trágico, el fatalismo y la muerte
violenta. Acorralados por la mala suerte, la maldición y la malaventura. Pero
con elementos literarios que algún crítico ha denominado como surrealismo
mágico cañí. Y con ecos de escritores como Juan Rulfo, Cormac McCarthy o John
Hawkes. Y, por supuesto, y sobre todo, del “Romancero Gitano”, de García Lorca.
Muchos han relacionado también este libro con la corriente literaria que vuelve
al western o bebe de él. Con novelas como “Basilisco”, de Jon Bilbao, o “A lo
lejos”, de Hernán Díaz, ambas editadas por Impedimenta y reseñadas en esta
sección. Este es, en todo caso un western andaluz. Y no del oeste, sino del
este de esa región. Emparentado, eso sí, con algunas películas de John Ford y
sus héroes homéricos y trágicos y con el mejor spaghetti western de Sergio
Leone. “Malaventura” es una novela con muchas resonancias literarias y
cinematográficas, pero, a la vez, con un toque original y singular que la
diferencia de sus muchas fuentes e influencias. Y, además, el resultado es una
obra breve pero densa. Amena y fácil de leer. Y, a la vez, de gran riqueza narrativa
y literaria.
El
crítico Iñigo Urrutia ha resumido bien el libro: “Navarro intercala voces que
conforman como teselas el mosaico de andanzas, aventuras y desventuras que
encarnan gitanos, salteadores de caminos, asesinos a sueldo, un superviviente
de la horca… para configurar un microcosmos mítico, de atmósfera logradísima,
de tragedias oscuras y penas antiguas. Una construcción narrativa que el
lenguaje coloquial redondea en esta obra sobresaliente”. Sin duda, “Malaventura”
es un libro sobresaliente y su lectura, muy recomendable.
“Malaventura”. Fernando Navarro. Impedimenta. 2022. 192 páginas.
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