El niño del gallo negro es la primera novela de la escritora alemana Stefanie vor Schulte (Hannover, 1974). Galardonado con el prestigioso Premio Mara Cassens al mejor debut literario en lengua alemana en 2021, el libro ha tenido un gran éxito en Alemania y ha sido traducido a varios idiomas. Stefanie vor Schulte es escenógrafa y diseñadora de vestuario y el año pasado publicó su segunda novela Schlangen im Garten, que aún no ha sido publicada en nuestro país. El niño del gallo negro ha sido editada recientemente en español por Seix Barral, con traducción de Lidia Tirado.
El niño del gallo negro es una novela difícil de catalogar. Ambientada en una cronológicamente imprecisa Edad Media, se trata de un relato oscuro y a la vez lírico y poético, que podría inscribirse en el género de la fábula con fondo histórico e incluso ser considerada en cierta manera como un cuento de hadas. La síntesis argumental que la editorial Seix Barral ha elaborado para su promoción es bastante precisa y certera: “Desde que su padre asesinó a su madre y a sus hermanos, Martin —de apenas once años— vive solo en una choza. Su única compañía es un gallo que siempre se queda dormido y se olvida de cantarle al sol en las mañanas; con él ha forjado una hermosa e inquebrantable amistad. Su oscuro pasado lleva a los aldeanos a pensar que está poseído, pero Martin es un niño con una inteligencia poco común y una desinteresada inclinación por el bien. Aunque la mala fortuna lo ha acompañado siempre, en el pintor que ha venido de lejos para restaurar la vieja iglesia del pueblo, Martin encontrará a un amigo que sabrá reconocer tanto sus poderes especiales como los de su inseparable gallo negro. Ambientado en un mundo pseudomedieval, El niño del gallo negro es un bello y oscuro cuento de hadas sobre un muchacho inocente y solitario que crece en un mundo hostil y cruel con los indefensos, rodeado de pueblerinos ignorantes, caballeros siniestros, en un reino controlado por una princesa desquiciada”.
Estamos, pues, ante una novela que fluctúa entre el relato con fondo más o menos histórico, en una Edad Media presidida por el hambre, la guerra, la superstición, la ignorancia y la crueldad (“los cadáveres gotean de los árboles como manzanas fermentadas”), y la fábula o el cuento, en que un muchacho bondadoso, cuyo compañero inseparable es un gallo negro con algunas cualidades humanas, se enfrenta a toda la siniestra maldad que lo rodea. Martín es un niño de inteligencia poco común, que parece destinado a luchar contra las fuerzas malignas que dominan el territorio en que vive y que causaron la locura de su padre que llevó a la muerte al resto de su familia. Sin embargo, como bien indica el crítico Santiago Díaz Benavides, “los aldeanos, imbuidos de supersticiones y temores, lo consideran poseído por fuerzas oscuras”. La llegada del pintor que debe restaurar la iglesia de su lugar de nacimiento da un giro a la trama y convierte la novela en un relato itinerante de ida y vuelta, en el que el niño (“un rayo de luz en tiempos oscuros”) y su inseparable gallo negro abandonan su pueblo para vivir múltiples aventuras en un paisaje desolado presidido por una devastadora ruina física y moral. Como si de un Quijote y un Sancho Panza se tratara, niño y gallo se enfrentarán a la siniestra hostilidad que los rodea.
Aunque en El niño del gallo negro encontramos muchas reminiscencias de las novelas de aventuras, incluidas las novelas de caballería, y las fabulas y cuentos ambientados en la Edad Media, la autora del libro ha señalado en una entrevista reciente dos sorprendentes fuentes de inspiración en la génesis de su novela: La carretera, del recientemente fallecido Cormac McCarthy, y la película Biutuful, del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu.
Con una prosa de bellas descripciones, por momentos poética y siempre inquietante y evocadora, Stefanie vor Schulte ha construido un atractivo y sugerente relato que reflexiona sobre la condición humana y se enmarca en el esquema clásico de la lucha entre el bien y el mal, en el que permanece viva la esperanza de la victoria final de la luz sobre las tinieblas. No es de extrañar que la novela haya sido tan bien recibida por la crítica y los lectores alemanes y que Stefanie vor Schulte sea considerada como una de las nuevas y más prometedoras plumas de la literatura de su país. Esperemos que el futuro confirme estos buenos augurios.
El niño del gallo negro. Stefanie vor Schulte. Seix Barral. 2023. 200 páginas.
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