Miranda July (Vermont, 1974) es una artista, cineasta y escritora estadounidense. Criada en California y residente en Los Ángeles, ha expuesto su obra artística en importantes museos y ha dirigido tres películas. En 2005, escribió, dirigió y protagonizó su primer largometraje, “Tú, yo y todos los demás”, que recibió premios en los festivales de Sundance y Cannes. Su segunda película, “El futuro” (2011), optó al Oso de Oro del Festival de Berlín y fue incluida por “The New Yorker” entre los mejores films de ese año. “Kajillionaire” (2020) es su última película hasta la fecha. Debutó como escritora con su libro de relatos “Nadie es más de aquí que tú” (2009), que fue publicado en veintisiete países y galardonado con el Frank O’Connor International Award. En 2012, publicó su libro de no ficción “Te elige”, que obtuvo muy buenas críticas. Su primera novela, “El primer hombre malo” (2015), fue publicada en más de veinte países. Su reciente novela, “A cuatro patas” (“All fours” en su título original inglés), ha sido “best seller” del “The New York Times” y ha estado en todas las listas de los mejores libros del año 2024. Además, ha sido finalista al National Book Award y nominada al Women’s fiction Prize. Ahora ha sido editada en España por la multinacional Randon House, con traducción de Luis Murillo Fort. En cualquier caso, tanto en Estados Unidos como en Europa, la novela parece haber motivado una cierta polémica y ha cosechado algunas críticas muy elogiosas frente a otras menos favorables.
“A cuatro patas” está narrada en primera persona por una mujer de 47 años, una artista medianamente conocida que vive en Los Ángeles, en una bonita casa residencial, con su marido Harris y su hijo Sam, de siete años, un niño que fue un bebé mortinato, que logró sobrevivir al parto y al que su madre siempre llama “hije”. La relación matrimonial parece haberse enfriado y, con motivo de su cumpleaños, ella decide hacer un viaje en coche por Estados Unidos, desde Los Ángeles a Nueva York. Lo tiene todo programado, pero, en una de sus primeras paradas, en una gasolinera de una pequeña población llamada Monrovia, conoce a un joven que despierta su interés y su deseo sexual. Decide quedarse en un motel del lugar, donde alquila una habitación que acondiciona a su gusto e inicia una relación con el joven, casado con una chica decoradora. La parada va a prolongarse mientras su familia la cree de viaje a Nueva York. Este es el inicio de la novela y esa nueva relación va a provocar un vuelco en su vida y el inicio de una sucesión de experiencias novedosas de diversas intensidades y consecuencias.
Excepto el marido y el joven al que la narradora conoce en Monrovia, casi todos los personajes de la novela son mujeres. Uno de los temas en el que ahonda el libro es el de la perimenopausia, que condiciona a la protagonista. Ella está incluida en un grupo de mujeres de esa edad que reflexionan y comentan sobre los cambios hormonales que sufren y cómo influyen en su comportamiento y en su vida sexual. El sexo está muy presente en todo el relato. La narradora cuenta con todo detalle, hasta niveles que a algunos pueden parecer más pornográficos que eróticos, su vida sexual y sus sucesivas relaciones: las veces que se masturba, sus fantasías sexuales, las posturas que practica, la intensidad de sus orgasmos. Incluso algunas descripciones son de cariz casi escatológico. Este es, sin duda, uno de los aspectos más controvertidos y polémicos del libro, que parecerá excesivo a muchos lectores y que puede hacer pensar que la protagonista orienta en buena medida su vida a la satisfacción de sus pulsiones sexuales.
Las similitudes del personaje con la autora son muchas y manifiestas. Aunque no pueda hablarse de autobiografía y el formato sea claramente el de un relato de ficción, Miranda July tiene 51 años, los mismos que la protagonista al terminar la novela, es artista independiente, tiene un hijo de sexo no binario que crio junto a su marido del que se separó, ha tenido relaciones con otras mujeres y actualmente tiene novia, sube muchos vídeos a internet, se manifiesta preocupada por la perimenopausia y sus consecuencias y busca maneras de combatirla... “A cuatro patas” muestra, en cualquier caso, a una mujer que, en el ecuador de una vida a la que pretende dar un giro, se adentra en su propio y particular laberinto.
Para concluir diré que creo muy exagerado considerar “A cuatro patas”, por mucho que así lo hicieran “The New York Times” o “The New Yorker”, como el mejor libro del año. Siendo una novela interesante, que ahonda en muchos aspectos del mundo y de la sexualidad femenina y que puede considerarse una sincera y atrevida confesión íntima y personal, desde el punto de vista de la forma muestra algunas evidentes carencias literarias. Y en lo que se refiere al contenido, que gustará a unos lectores más que a otros, creo que alarga el relato innecesariamente y que tal vez hubiera sido más satisfactorio reducir considerablemente su número de páginas. En cualquier caso, no es, en absoluto, una mala novela. Veremos qué nos depara la polifacética Miranda July en sus próximos libros.
“A
cuatro patas”. Miranda July. Randon House. 2025. 384 páginas
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