Peores maneras de morir. Francisco González Ledesma. Planeta.
2013. 375 páginas.
Con una larga y brillante
trayectoria en el género, Francisco González Ledesma (Barcelona, 1927) es uno
de los mejores escritores españoles de novela negra. Inició su carrera
literaria a finales de los años 40, fue reiteradamente censurado por el
franquismo e incluso firmó con el seudónimo de Silver Kane un buen número de
novelas del oeste que algunos recordamos haber leído en nuestra adolescencia.
Junto a su paisano Manuel Vázquez Montalbán, ha sido considerado el mejor
representante de la novela policiaca de corte social en nuestro país. En esta
línea, destaca su serie de relatos protagonizados por el inspector Méndez,
siempre ambientados en la ciudad condal. La última aventura de este veterano y
desencantado policía curtido en las calles barcelonesas es la recientemente
publicada Peores maneras de morir.
En esta nueva novela del
veterano escritor barcelonés, el inspector Méndez se enfrenta a un complejo caso
de trata de blancas. La novela se inicia con la muerte de una chica ucraniana
en una ruinosa casa del barrio chino de Barcelona. Otra joven de la misma
nacionalidad ha huido de una potente mafia europea de prostitución tras
eliminar de la manera más inesperada y sorprendente a uno de sus más crueles miembros.
Méndez, policía de la vieja escuela, escéptico, desencantado y siempre mal
visto por unos superiores que esperan y desean su pronta jubilación, investigará
el caso en las degradadas calles de El Raval y Ciutat Vella, y usará sus
propios métodos al margen de la ley siempre que lo estime oportuno. El viejo
inspector no cree demasiado en la justicia porque sabe que los recursos para
escapar de ella de las mafias internacionales que controlan la prostitución son
casi tan grandes como la crueldad que ejercen sobre las jóvenes que caen
atrapadas en sus redes.
El asunto de la trata de
blancas a gran escala se verá conectado en la narración con la existencia de
organizaciones altruistas de ayuda social a los más desfavorecidos, de las que
forman parte tanto personas verdaderamente caritativas y generosas como algún
mafioso que pretende así encubrir mejor sus actividades delictivas.
Peores
maneras de morir es una novela policiaca con un ritmo
trepidante, lenguaje directo, capítulos cortos, muertes violentas, fina ironía
y una latente crítica social de fondo. En cuyas páginas encontramos buenas
descripciones de Barcelona, de sus diferentes capas sociales, de sus barrios y
sus calles, que tanto ha pateado y conoce el incansable inspector Méndez. Un
policía de la vieja escuela, amigo de las gastadas prostitutas y de los bares
más cutres del barrio chino barcelonés, a quien le cuesta adaptarse a los
cambios de una ciudad que cada vez se parece menos a aquella en la que él vivió
tiempo atrás sus mejores momentos.
Según he leído recientemente
en algún medio, Francisco González Ledesma sufrió un ictus cuando estaba escribiendo
este libro, que logró terminar con la ayuda de su hija. Deseamos su pronto
restablecimiento y que pueda seguir publicando novelas tan atractivas como esta
que acabamos de reseñar.
Carlos
Bravo Suárez
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