La trama nupcial.
Jeffrey Eugenides. Anagrama. 2013. 540 páginas.
Con
solo tres novelas publicadas, y con nueve años de intervalo entre cada una de ellas,
Jeffrey Eugenides (Detroit, 1960) se ha convertido en uno de los principales
nombres de la novela estadounidense actual. Las
vírgenes suicidas (1993) supuso toda una revelación y fue adaptada al cine
por Sofia Coppola. Con la difícil y compleja Middelsex (2002), Eugenides ganó el premio Pulitzer y se convirtió
en un autor de culto. Su última novela, La
trama nupcial, editada en Estados Unidos en 2011 y en España hace unos
meses, supone un considerable giro en su narrativa, pero también su
consolidación como uno de los grandes valores de la literatura norteamericana
contemporánea.
La trama nupcial transcurre en los primeros años de la década de los ochenta del pasado
siglo XX. Sus protagonistas son tres estudiantes que acaban de graduarse en la
universidad de Brown, en Providence, una de las mejores de la Costa Este
estadounidense. Madelaine Hanna es una chica de una familia de clase media alta
que está preparando un proyecto de fin de carrera sobre la importancia del
matrimonio en la novela inglesa de la época victoriana. Además de leer a las
escritoras decimonónicas británicas, Madelaine lee multitud de ensayos sobre el
amor de algunos de los autores entonces de moda: Lyotard, Derrida y, sobre
todo, Roland Barthes, cuyos Fragmentos
del discurso amoroso Madelaine absorbe con verdadera fruición.
Al
terminar su carrera universitaria, Madelaine se enamora perdidamente de Leonard Bankhead,
un brillante y atractivo estudiante de ciencias que padece una enfermedad maniaco-depresiva
que le obliga a seguir un estricto tratamiento y condiciona sus relaciones. El
tercero en discordia es Mitchell
Grammaticus, un estudiante de teología muy interesado en la religiosidad y
preocupado por el sentido final de la existencia humana. Mitchel está enamorado
de Madelaine pero no es correspondido y tras su graduación emprende un viaje
por Europa y Asia que le llevará hasta la India, donde trabajará un tiempo en
los hospitales para pobres que dirige la madre Teresa de Calcuta.
El título del libro alude a que el matrimonio era
el primer objetivo de las protagonistas de las novelas del XIX, y por tanto
constituía el principal argumento o trama de esas narraciones. Parecería que en
nuestro tiempo eso ya no fuera casi nunca así. Madeleine es una chica romántica
y enamoradiza a la que gustan las novelas decimonónicas como objeto de estudio,
pero que se empapa de las teorías amorosas modernas que están en boga en sus
años de universitaria. Las contradicciones parecen crecer en ella y el autor
las explota de manera admirable en un largo relato con mucho y muy denso
contenido. De hecho, según ha confesado Eugenides en alguna entrevista, la
frase que activó su narración fue “Los problemas amorosos de Madeleine
empezaron cuando sus lecturas de teoría literaria desconstruyeron la idea que
tenía del amor”. Aunque al final todo parece volver a cambiar, y el matrimonio
y su problemática harán acto de presencia en la vida de la joven.
Siendo mucho más fácil y lineal que su libro
anterior, La trama nupcial no es una novela para cualquier tipo de
lector, pues en ella hay, sobre todo en su primera parte, muchas referencias
culturas que sirven para completar una brillante descripción de los estudios de
semiótica tan de moda durante los años ochenta en muchas universidades
americanas y europeas. Pero no se trata solamente de una novela
“universitaria”, sino que estamos ante una novela muy completa, y densa en
contenidos como pocas. Hay en ella relato de iniciación, muestra de las diferencias
de clase en la sociedad americana, sentimientos, viajes, religión… y la
urgencia de dar respuestas a las necesidades de una manera que no siempre
coincide con las sublimaciones idealizadas de los años juveniles. La trama
nupcial es una novela espléndida, una magnífica y equilibrada mezcla de
modernidad y clasicismo.
Carlos Bravo Suárez
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