"La
noche más oscura”. Ana Alcolea. Anaya Editorial. 2011. 280 páginas.
Como ya he escrito aquí
en alguna otra ocasión, por mi trabajo debo leer y recomendar con cierta
frecuencia algunos libros de literatura juvenil. Así llegué no hace mucho a “La
noche más oscura”, de Ana Alcolea (Zaragoza, 1962), una de las voces más
destacadas de la literatura para jóvenes de nuestro país. Autora de un buen
número de novelas de notable calidad, con “La noche más oscura” la escritora
zaragozana obtuvo el VIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil del año
2011. Se trata de un libro con una buena edición en tapa dura y un precio razonable,
cuya lectura es muy recomendable para estudiantes de institutos de enseñanza
secundaria.
“La noche más oscura” transcurre en Noruega. Mercedes y
su hija adoptada Valeria, de quince años y de origen chino, van a pasar unas
tranquilas vacaciones en un alejado faro situado en una pequeña isla cercana a la
costa. El lugar está regentado por Lars y su hijo adolescente Williams, que
viven en una casa cercana y han perdido recientemente a su esposa y madre
respectivamente. La parte quizás más obvia del relato es la relación que se
establece entre ambas parejas casi simétricas de sexos opuestos. Sin embargo,
la novela tiene otra línea argumental mucho más densa e interesante. En ese
mismo lugar, hubo durante la Segunda Guerra Mundial un campo de trabajo de
prisioneros rusos a los que los ocupantes nazis obligaban a construir una base
aérea que facilitara la conquista de Inglaterra y acelerara la toma de Rusia
por los alemanes. Un episodio histórico que se revela a las atípicas turistas
españolas en una sugerente mezcla de sueños y fantasmas del pasado, realidad
histórica y lectura veraniega de viajero que lee sobre el lugar al que viaja.
En un breve apéndice añadido al final del libro, se desvela
la génesis de la novela por parte de su autora. Todo surgió a partir de un
viaje a Noruega que Ana Alcolea y su marido realizaron en el verano de 2010.
Antes de subir a una lancha para ir a un faro situado en una pequeña isla, los
viajeros realizaron una parada en un almacén que hoy alberga un museo sobre la
Segunda Guerra Mundial. Durante los años 1941 y 1942, el lugar se convirtió en
una cárcel donde los ocupantes nazis encerraron a casi doscientos prisioneros
rusos que durante el día trabajaban en la construcción del anteriormente citado
aeropuerto. En el museo había fotos tomadas por los propios nazis y se citaban
los nombres de algunos de aquellos prisioneros de guerra, muchos de los cuales
murieron por los efectos del frío. A partir de esos datos, como ella misma
indica, la realidad y la ficción se mezclaron en la memoria de la escritora y
surgió esta magnífica novela. Un relato bien contado, entretenido y ameno, con
una equilibrada dosis de suspense para mantener hasta el final la atención del
lector.
“La noche más
oscura”, dirigida especialmente a jóvenes lectores pero que también gustará a los
adultos, es una novela que mezcla de manera sugerente y atractiva los mundos
reales y ficticios, el pasado y el presente, donde la historia, la imaginación,
la literatura y los sueños caminan de la mano por las frías y remotas tierras
escandinavas.
Carlos
Bravo Suárez
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