“Blitz”. David Trueba. Editorial Anagrama.
2015. 170 páginas.
Periodista, director de cine, guionista y actor, el polifacético David
Trueba (Madrid, 1969) ha desarrollado también una destacada e interesante
carrera literaria como narrador y articulista. Autor de las novelas “Abierto
toda la noche” (1995), “Cuatro amigos” (1999) y “Saber perder” (Premio de la
Crítica, 2008), acaba de publicar “Blitz”, su última narración que, como las
tres anteriores, ha sido editada por Anagrama.
“Blitz”, que significa “relámpago” en
alemán, es una novela corta que se presenta acertadamente en la contraportada
del libro como una tragicomedia romántica, un género escasamente catalogado
como tal. Está narrada en primera persona por su protagonista Beto, un joven
arquitecto que presenta un innovador proyecto de jardín con relojes de arena a
un congreso de arquitectura paisajista que se celebra en Múnich. Allí es
abandonado por su hermosa novia Marta y queda sumido en una profunda crisis
personal. Desorientado, solo y sin dinero, es acogido por Helga, su traductora
y guía alemana en la sala del certamen y en la ciudad. Helga es una mujer
madura y divorciada, que vive sola y tiene bastante más edad que el joven Beto.
Lo que parece un encuentro etílico y sexual de una sola noche, que se cuenta con
pormenor y detalle a lo largo de varias páginas, se convertirá en la relación
en torno a la que va a girar la novela. Un relato amoroso y laboral itinerante
que transcurre sucesivamente en Múnich, Madrid, Barcelona y Mallorca.
Escrita con frescura narrativa y un
ritmo rápido y fluido, el relato combina momentos de tristeza, soledad y
desasosiego con otros muy divertidos y llenos de ironía. Una historia que habla
y reflexiona sobre el desamor y la infidelidad, el sexo, el paso del tiempo, la
precariedad laboral de los treintañeros –una generación que, como dice el autor,
se siente huérfana de patria y de futuro– o la impersonalidad de la arquitectura
moderna. Que plantea como eje central la
poco convencional e infrecuente relación entre un hombre joven y una mujer
madura que le dobla en edad. Un tipo de relación que parece proscrita y algo
vergonzante, pero que el autor parece reivindicar como algo posible y
plenamente placentero.
David Trueba se permite incluso
intercalar en las páginas del libro algunas fotografías, dibujos, bocetos
arquitectónicos y hasta una postal de una cala de Mallorca. Este apartado corre
a cargo de Berta Risueño y se corresponde perfectamente con la narración del
relato. También en consonancia con el mismo están las reproducciones de tres
cuadros del pintor expresionista alemán Otto Dix, una exposición del cual
visitan en Múnich los protagonistas de la novela. En la presencia de estas
pinturas, como en buena parte de la historia contada y en el contraste físico
entre sus dos principales personajes femeninos (Marta y Helga), subyace
posiblemente una cierta crítica a la dictadura de la belleza juvenil y el culto
al cuerpo que impera en las sociedades modernas, que parecen querer esconder de
sus ámbitos públicos las imperfecciones y los defectos físicos de las personas.
En resumen, “Blitz” es una atractiva
novela, que cuenta una historia lineal en la que se pasa, por un camino tal vez
inesperado y poco transitado, del pozo de la soledad y el desamor al brillo
centelleante de un nuevo enamoramiento.
Carlos Bravo Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario