Recordarán tu nombre”, la última novela de Lorenzo Silva
(Madrid, 1966), no está protagonizada por los guardias civiles de ficción Bevilacqua y Chamorro, sino por el
general José Aranguren Roldán, responsable de la Guardia Civil en Barcelona en
julio de 1936, cuya permanencia del lado de la legalidad del gobierno
republicano contribuyó de manera decisiva a detener la sublevación militar en
la capital catalana. Aranguren pagó un alto precio por su lealtad a la República y fue fusilado en el barcelonés
Campo de la Bota al finalizar la Guerra Civil. Sobre este personaje injustamente
olvidado, ha escrito Lorenzo Silva una interesante biografía novelada que
recorre, de manera documentada y amena, buena parte de la historia de España de
las cuatro primeras décadas del siglo XX.
Dedica Silva las primeras páginas del libro a defender la
condición de novela del mismo. Y eso pese a que no hay en él ni un solo
personaje de ficción y todos sus episodios están, de una forma u otra, fidedignamente
documentados. Sin embargo, “todas
estas visiones parciales, por añadidura, han sido ensambladas por un narrador
que se acerca a ellas armado de toda su subjetividad y resuelto a hacer uso de
ella, con el afán de entregar al lector no un texto histórico, empeño para el
que carece de cualificación, sino un relato literario, un cuento simbólico, en
suma: una novela”. Y, desde luego, el libro se lee con la fluidez y la adicción
de las mejores novelas.
Previo al periodo determinante de la
Guerra Civil, hay otro momento histórico profusamente descrito en “Recordarán
tu nombre”: la guerra de Marruecos, en
la que Aranguren participó a petición propia al frente de la Guardia Civil en
África. Allí estuvo a las órdenes del general Sanjurjo y coincidió con los
generales Franco y Goded, con quienes se iba a volver a cruzar fatalmente en el
futuro. Muchos de los principales actores militares de ese largo conflicto
colonial van a tener gran protagonismo en la posterior y trágica guerra civil
española.
Goded será su principal contrincante en el
fracasado alzamiento por él encabezado en la capital catalana y al que
Aranguren, haciendo gala de una dignidad y lealtad encomiables, rehusó sumarse.
Y eso pese a su pensamiento conservador, fervor religioso y simpatías de buena
parte de su familia por los rebeldes (uno de sus hijos participó militarmente
en la guerra civil en el bando franquista). Con Franco también tuvo Aranguren
relación hasta el último momento. Ambos eran gallegos y nacidos en El Ferrol,
incluso se frecuentaron familiarmente cuando los dos estaban destinados en
Galicia. Tras la guerra, sin embargo, Franco no tuvo ninguna piedad con
Aranguren y, sin hacer caso a los muchos atenuantes que podía haber tenido en
cuenta, firmó sin pestañear su sentencia de muerte tras un simulacro de juicio
militar en el que fue condenado por rebelde, precisamente por quienes se habían
rebelado ilegalmente contra el orden político establecido.
Lorenzo Silva ha escrito uno de sus mejores libros
y ha reivindicado la figura de un hombre de honor que pagó con su vida su
lealtad y su conducta digna. Aranguren fue odiado y ejecutado por los
franquistas por no querer sumarse a su golpe militar. Pero también ha sido olvidado
por la izquierda, que ha tendido a omitir su decisiva intervención a la hora de
parar la rebelión militar en Barcelona. Mucho se ha mitificado en ese episodio
la actuación de las milicias anarquistas, que probablemente poco hubieran
podido hacer si la Guardia Civil se hubiera unido a los golpistas. Y también lo
han postergado, obviamente, los nacionalistas catalanes, para quienes es difícil
reconocer que fuera un guardia civil gallego y católico quien contribuyera
decisivamente a salvar al gobierno de la Generalitat aquel decisivo 19 de julio
de 1936. Esperemos que el libro de Lorenza Silva sirva para que la figura de
Aranguren emerja definitivamente del olvido al que tan injustamente ha sido
condenado.
“Recordarán tu nombre”. Lorenzo Silva. Destino. 2017. 494 páginas.
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