Iglesia de Santiago de Gabás
Inicio de la caminata
En la ermita de Nuestra Señora de Gracia, a las afueras de El Run.
La fuente de El Run.
En El Run
Vuelta al PR-HU50
En el congosto de Ventamillo
Bosque en la bajada a Seira
El antiguo mesón Cereza
Comiendo en Seira
La semana pasada participé con
los amigos Caminantes de Alpargata en una bonita excursión matinal desde Gabás
a Seira, pasando por la ermita de Nuestra Señora de Gracia, en El Run, y por el
impresionante congosto de Ventamillo, en la parte alta del curso del río Ésera.
Caminantes de Alpargata es un grupo de amigos de Graus, casi todos ellos
jubilados, que organiza, entre semana, salidas al monte no demasiado largas que
suelen acabar en una comida de hermandad en algún restaurante próximo al lugar
de la excursión.
En esta ocasión, la caminata matinal transcurrió entre
las localidades de Gabás y Seira, en la zona septentrional de la comarca de
Ribagorza. Tras el desplazamiento desde Graus por carretera, y la
correspondiente distribución de vehículos en los puntos de partida y de llegada,
iniciamos nuestro recorrido a pie en la pequeña localidad de Gabás, situada a
1.244 m. de altitud. Antes de comenzar a andar, hicimos una visita a su destacada
iglesia románica de Santiago, en la parte alta del lugar. Desde allí, empezamos
a descender por el PR-HU50 en dirección a la localidad de El Run (830 m.). El
sendero, siempre en bajada, es de gran belleza y transcurre por una zona
sombría y húmeda, muy verde y boscosa. Desde Gabás a El Run hay 3,2 km, que
recorrimos en alrededor de una hora.
Cruzamos el río Ésera por un sólido puente y atravesamos
la carretera N-260 para acercarnos a ver la ermita de Nuestra Señora de Gracia
de El Run, situada a las afueras de la localidad, a medio kilómetro de la
misma. Es una hermosa muestra de románico lombardo, con un singular y pequeño
campanario central, emplazada en un
lugar acogedor y fresco donde hicimos la parada para el desayuno. Terminado el
receso, retornamos al PR-HU50 y, siempre por la margen izquierda del río Ésera,
nos dirigimos hacia el congosto de Ventamillo, plato fuerte de nuestro
recorrido.
El sendero, perfectamente marcado, asciende
por el lado izquierdo del río entre las enormes paredes verticales del
impresionante desfiladero, bajo las cuales transita encajonada la carretera.
Pese a lo que pudiera esperarse, el camino es bastante cómodo y seguro y no
entraña riesgos de ningún tipo. Tras llegar a su punto más alto, a 1081 m., iniciamos el descenso hacia Seira
por el nuevo sendero que conecta con el GR-15, poco antes de las ruinas del
antiguo mesón Cereza, a las afueras del Seira nuevo, al que se conoce también
como La Colonia (815 m.). Allí, en un restaurante junto a la carretera, dimos
cuenta de una abundante y suculenta comida en un ambiente muy distendido y
animado, con una prolongada sobremesa.
Habíamos recorrido 13,18 Km, en los que habíamos
invertido unas cinco horas, de las que escasamente tres estuvimos en
movimiento. El día, progresivamente nublado pero sin lluvia, nos deparó una
buena temperatura para la práctica del senderismo. Fue una estupenda jornada en
la que conjugamos, en adecuadas dosis, naturaleza y paisaje, románico y
gastronomía.
Artículo publicado en Diario del Alto Aragón
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