Grupo en el mirador de las Forcas
En el puente de Abajo
La basílica de la Virgen de la Peña
Subiendo desde el puente con Graus al fondoZona aérea en las Forcas
Graus desde el mirador de las Forcas
Subiendo hacia el repetidor de las Forcas
Ermita de San Bartolomé
Camino a Portaspana
Iglesia de Portaspana
Volviendo a Graus por la margen izquierda del Isábena
Pasarela del Isábena
Casi una veintena de personas
participaron el pasado sábado en una excursión por los alrededores de Graus,
organizada por el Centro Excursionista Ribagorza. La actividad se inscribía
dentro de los actos del XVI Congreso de la Sociedad Española de Medicina y
Auxilio en Montaña que se celebró en Graus entre los días 26 y 29 de octubre.
El CER diseño el itinerario de la excursión y realizó labores de guía para un
grupo de excursionistas de diferentes procedencias geográficas que estaban
participando en el evento.
Fue una excursión matinal con un recorrido circular que
combinó una parte del itinerario de la llamada Ruta de los Miradores de Graus
con un corto tramo del GR-1 que lleva de Graus al despoblado Portaspana. Los 17
participantes salimos de la Glorieta Joaquín Costa de Graus, para dirigirnos
por el Paseo del Ésera hasta el puente medieval o de Abajo. Por él, cruzamos el
río Ésera hasta su margen izquierda y ascendimos, por terreno de conglomerado
rocoso, en la zona conocida como Las Forcas. Tras una corta subida, el sendero
entra en un tramo algo aéreo que cuenta con una sirga anclada en la roca para
dar más seguridad a los excursionistas. En pocos minutos, el camino vuelve a
ascender por terreno rocoso hasta el denominado Mirador de las Forcas, que
ofrece unas inmejorables vistas aéreas de la villa grausina.
Enseguida
se llega a una pista de tierra que lleva al repetidor de las Forcas y continúa
en dirección al este por lo alto de la sierra. Atentos al indicador,
abandonamos la pista por la izquierda y descendimos por un estrecho sendero que
se adentra en un bosque de robles o “caixigos” hasta desembocar en un bosque de
pinos. Brevemente nos detuvimos en los restos de la ermita de San Bartolomé,
sobre los que se construyó posteriormente una borda o caseta de monte. De la
vieja construcción románica se conserva íntegro su bello ábside románico
canónicamente orientado al este.
Siguiendo
por el interior del bosque de pinos, conectamos en el GR-1 que transita por una
ancha pista que conduce al despoblado Portaspana. Subimos hasta el arruinado
lugar por lo que queda del viejo camino empedrado, que seguimos hasta las
ruinas de la iglesia del pueblo. Ascendimos luego hasta lo alto del despoblado,
donde hay una pequeña explanada con un doble círculo de cipreses, desde la que
disfrutamos de magníficas vistas del curso final del río Isábena, antes de su
desembocadura en el Ésera, con el caserío de Graus bajo la peña del Morral y la
sierra de Torón cerrando a lo lejos el horizonte.
Desde
Portaspana, descendimos hasta la margen izquierda del Isábena y continuamos en
paralelo al discurrir del río por bosque de pinos y mixto de ribera. Ya cerca
de Graus, cruzamos sobre las aguas del Isábena por una pasarela situada a la
altura de la llamada Gorga del Chuflé. Por una zona de huertas entramos en el
casco urbano grausino y cerramos el círculo en la Glorieta Joaquín Costa, donde
unas cuatro horas y media antes habíamos comenzado nuestro recorrido.
Artículo publicado en Diario del Alto Aragón
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