El turbón y la luna. Inicio de la ascensión.
Primer tramo de subida
Canal atajo en el frontón de las Brujas
En la vaguada de encuentro con la canal de San Adrián
Hacia la cima.
El buco del Turbón
Casi en la cima
En la cima
El buco y la cabra
Grupo en la cima
El belén en la cima
En el descenso, junto al Turbonet.
Bajando
El Turbón al final de la excursión
Aprovechando la festividad del
Día de la Constitución, y siguiendo la tradición prenavideña de estas fechas,
el Centro Excursionista Ribagorza subió un año más su belén montañero hasta la
cima del Turbón, situada a 2492 m. de altitud. Se trata de un pequeño belén
artesano confeccionado por el Grupo Belenista de Graus, entidad que realiza en la localidad el montaje de un gran nacimiento
navideño incluido en la Ruta del Belén de nuestra provincia.
A las 7.30 horas, y con bastante frío, 24 excursionistas
salimos en nuestros vehículos desde Graus para dirigirnos por carretera hasta
Las Vilas del Turbón. Desde un poco más arriba de esta localidad, famosa por su
balneario, iniciamos a las 8.40 horas la ascensión hacia la cima de la mítica
montaña ribagorzana. La temperatura era menos fría de lo esperado y el sol
empezó a lucir con todo su esplendor. Tampoco hacía viento. Esta fue la tónica
de toda la excursión: sol, ausencia de viento y no demasiado frío. Además, el
camino estaba limpio y apenas había alguna pequeña mancha de nieve a lo largo
del itinerario. En algo más de tres horas, en grupo compacto y atajando un
tramo del camino por una empinada canal situada a la izquierda del llamado
frontón de las Brujas, llegamos a la cima tras vencer los aproximadamente mil
metros de desnivel de subida del recorrido.
En la cima, disfrutamos de magníficas vistas de buena parte
de la comarca de Ribagorza; más nítidas de la cornisa pirenaica, no demasiado
nevada, y algo más neblinosas de su zona más meridional. En el hito de piedras
situado en la cúspide, hicimos una oquedad bien protegida donde colocamos
nuestro pequeño y coqueto belén. Hicimos fotos y comimos unas exquisitas
rosquillas elaboradas por una compañera para la ocasión, acompañadas de un
delicioso pacharán casero y un pequeño chupito de orujo para calentar el cuerpo.
Eran casi las 13 horas cuando iniciamos el descenso, que realizamos por el
mismo itinerario, dejando ahora a nuestra izquierda la canal de San Adrián y el
más modesto Turbonet.
Al llegar a Las Vilas, y como todos los años, hicimos una
parada en el bar del balneario para disfrutar de un rato de asueto conjunto
antes de volver a Graus con nuestros vehículos. Una temporada más, habíamos
cumplido con la tradición de subir nuestro belén montañero hasta la cima de
nuestra montaña más querida. Y esta vez en un día espléndido y, para bien o
para mal, sin la nieve de ediciones anteriores. En primavera volveremos al
Turbón a recoger el pequeño nacimiento que dejamos en su cima.
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