GRUPO EN LA COLLADETA DE YEBA
Subiendo a Puyuelo por la ruta de la CaparraPuyuelo
Campol con zoom desde el camino
Montones de granizo en el sendero
Iniciando el camino de las Gargantas
Borda junto al camino
Las gargantas
Llegando a la colladeta de Yeba y el refugio
Desayuno en la colladeta
Bajando a Yeba
La Peña Montañesa
Yeba
Bajando al río Yesa
Puente de Yeba
En el río
Subiendo a Buerba
Subiendo a Buerba con el Nabaín al fondo
En Buerba con Sestrales al fondo
Iglesia de Buerba
Relax en la plaza de Buerba
El Centro Excursionista
Ribagorza organizó el pasado domingo una excursión desde el valle del Ara al
valle de Vió, por el corazón del Sobrarbe. Desde el despoblado Lavelilla, en la
margen izquierda del río Ara, casi frente a localidad de Jánovas, hasta Buerba,
ya en el valle de Vió y a las puertas del cañón de Añisclo. Durante el
recorrido, pasamos por el despoblado Puyuelo, el poco conocido camino de las
Gargantas, la colladeta de Yeba, el propio pueblo de Yeba, el puente de esta
localidad sobre el río Yesa y los restos del viejo molino de Buerba, antes de
la subida final a esta localidad.
Los participantes nos dimos cita en Graus a las 7.30
horas para dirigirnos en microbús por carretera hasta Lavelilla, un despoblado
envuelto en maleza sobre la que asoman los restos de una casa torreada. Junto a
un silo de sal, a la derecha de la carretera, iniciamos la caminata, que en su
tramo inicial coincide con una ruta de bicicleta conocida como de la Caparra
(garrapata en aragonés). Tras cruzar por piedras un par de barrancos,
ascendimos hasta las ruinas del despoblado Puyuelo, donde nos llamó la atención
una vieja chimenea troncocónica en uno de sus tejados aún en pie.
Tras
un breve receso en las ruinas de la iglesia, continuamos por camino más salvaje
y peor señalizado hasta cruzar el barranco Espuña, que en este tramo creo que
se denomina barranco de las Puertas. Siempre junto al río, y bajo
impresionantes farallones, fuimos ascendiendo por el bello camino de las Gargantas
hasta la colladeta de Yeba que, a 1234 m., fue el punto más alto del recorrido.
Pese a su escasa altitud, todo este tramo de subida, de unas dos horas,
transcurre por zona sombría y fresca, con el Nabaín a nuestra derecha. Además,
por buena parte del camino pisamos sucesivos montones de granizo, consecuencia
de la fuerte tormenta caída en la zona la tarde anterior.
Desde
el collado, se observan estupendas vistas hacia el norte. A pesar de algunas
nubes, sobresalían a lo lejos las Tres Sorores, o Tres Serols, y la Punta de
las Olas. Y la Zuca y las Tres Marías, al otro lado del Cañón de Añisclo,
enmarcado entre el Mondoto y Sestrales. Tras una larga parada para desayunar,
bajamos por pista carretera hasta Yeba, bonito pueblo en el que destaca su
iglesia, ahora en obras, de esbelta torre. Desde allí, descendimos por sendero
hasta el río Yesa, que cruzamos por un bonito y elevado puente de un solo ojo.
Por la margen izquierda del río, y a ratos a bastante altura sobre el profundo
cauce, llegamos a los escasos restos del antiguo molino de Buerba. Hay que
estar muy atento para ver el camino a la derecha, oculto entre la maleza. Desde
allí solo nos quedaba la subida final a Buerba, que dada la hora y el calor del
momento, se hizo algo más dura que el resto del itinerario.
Tras
refrescarnos en la fuente pública, nos resarcimos ampliamente en la terraza del
bar de la plaza, donde terminamos nuestra comida, tomamos unos refrescos y
charlamos relajadamente largo rato. Fueron 15 km de recorrido, en 5 h. 45 m.,
de las que poco más de cuatro fueron en movimiento. Con un desnivel de subida
acumulado de 885 m. y de 413 de bajada.
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