domingo, 28 de marzo de 2021

UN AMOR


Sara Mesa (Madrid, 1976) es una de las mejores escritoras españolas actuales. Autora de varios poemarios y un par de ensayos, la escritora madrileña, afincada en Sevilla desde la infancia, destaca sobre todo como narradora. Sus últimas novelas “Cicatriz” (2015), “Mala letra” (2016) y “Cara de pan” (2018) –alguna de las cuales hemos reseñado en esta sección– la han convertido en una de las novelistas más destacadas de nuestra literatura contemporánea. Con su última narración, “Un amor”, publicada como los anteriores por Anagrama, ha escrito probablemente la mejor de sus novelas hasta la fecha y se consolida en una posición muy relevante de nuestras letras.

“Un amor” transcurre en un pequeño núcleo rural llamado La Escapa, bajo el monte Glauco, no lejos de la población de Cárdenas, inventada por la autora y que aparece en otras novelas suyas. Aunque no se precisa más su ubicación geográfica, esta remota y diseminada pedanía podría situarse en la Andalucía rural y profunda o en algún otro lugar del sur de España. La protagonista del relato es Nat (Natalia), una mujer solitaria que llega a La Escapa procedente de la ciudad y que, debido a su ajustada situación económica tras haber perdido su trabajo por un incidente personal, alquila una casa con goteras y bastante destartalada. Nat es traductora y está iniciando, con permanentes dudas, su primera traducción literaria del francés. Desde el primer momento, es vista como una extraña por buena parte de los habitantes del lugar, donde establecerá unas difíciles relaciones con la mayor parte de sus vecinos.

El primer personaje con el que entra en contacto es su casero, un hombre antipático y machista, que irrumpe cada dos por tres en su casa sin avisar y con quien Nat mantendrá una relación difícil, intentando siempre evitar su trato directo. Otro personaje que Nat enseguida va a conocer será Píter, así escrito, al que todos llaman “el Hippie”, que lleva ya un tiempo instalado en la zona y aconseja a Nat a su llegada y siempre se muestra preocupado por la integración de ésta en lo que llama “la comunidad”. Otro personaje de la novela es Roberta, una mujer mayor y demente a la que Nat, necesitada de ingresos, va a cuidar durante un tiempo. Pero el personaje que va a cobrar más importancia para Nat será Andreas, llamado por todos “el Alemán”, procedente de Alemania pero kurdo de origen, que lleva una vida solitaria y totalmente al margen de “la comunidad”. Tras un sorprendente e inusual forma de conocerse, Nat mantendrá con él una intensa y tormentosa relación que es la que da lugar, de manera ambigua y más bien irónica, al título del libro.  

“Un amor” es una novela muy rica en lecturas e interpretaciones, que aborda muchos temas y está abierta al análisis desde diferentes enfoques y puntos de vista. Aunque, como ha dicho su autora en alguna entrevista, muchas veces la literatura debe abordarse más desde la perspectiva de los sentimientos que desde la necesidad de darle siempre una interpretación y, obviamente, esta puede quedar para la subjetividad de cada lector. Pero parece obvio que el principal tema del libro es el difícil encaje de Nat en la comunidad rural a la que acaba de llegar. Ella es vista desde el principio como una intrusa y su comportamiento y su relación con “el Alemán” la colocan al margen de los valores uniformadores y excluyentes de los habitantes del pueblo. Nat terminará enfrentándose a sus vecinos, siempre deseosos como grupo de buscar alguna cabeza de turco frente a la que reafirmarse frente a lo diferente, pero también la obligará a encarar sus propias, y no pocas, contradicciones, miedos y obsesiones enfermizas.

Por su ambientación, y aunque su autora afirma en alguna entrevista que la historia podría haberse situado en un bloque de vecinos de cualquier ciudad, es inevitable que se haya incluido esta novela dentro del llamado neorruralismo, pese a tener bastantes diferencia con la mayoría de las novelas de esta corriente literaria. Con la que sí tiene más similitudes es con “La forastera”, de  Olga Merino, publicada por Alfaguara y reseñada hace unos meses en esta sección. En ambas, una mujer llegada desde la ciudad es vista con desconfianza por los habitantes del pueblo donde se instala y es considerada como un elemento extraño y ajeno a esa comunidad en la que no logra integrarse. Habría así en ambas novelas una cierta tendencia a una desmitificación del bucolismo idealizado con el que tratan algunos la vuelta a lo rural.

“Un amor” es, sin duda, una excelente novela, una de las mejores publicadas recientemente en nuestra lengua. Y consagra plenamente a una autora de la que, pese a la presión que supone haber despertado tantas y tan altas expectativas, puede esperarse con todo fundamento un brillantísimo futuro literario.

“Un amor”. Sara Mesa. Anagrama. 2020. 192 páginas.

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