El
pasado domingo, el Centro Excursionista Ribagorza organizó una excursión desde
Fanlo a Sarvisé, pasando por el famoso bosque de la Pardina del Señor,
considerado uno de los bosques más bonitos de nuestra provincia. Excepto el
tramo final, entre Buesa y Sarvisé, que transcurrió por el PR-HU118, durante el
resto del itinerario, desde Fanlo hasta Buesa, fuimos siempre por el sendero
GR-15, que fue inaugurado en octubre de 2015, en una recordada jornada que
contó con la asistencia de numerosos clubes de montaña.
Los
diecinueve participantes en la actividad salimos de Graus a las 6.30 horas para
dirigirnos a Fanlo en autobús. Iniciamos nuestro recorrido andando a poco menos
de un kilómetro de Fanlo, en el punto en que el sendero, perfectamente
señalizado, cruza la carretera para descender, en pronunciadas lazadas entre
pinos, hasta el río Chate. Tras cruzarlo sin problemas, ascendimos por un bello
sendero envuelto en un precioso bosque caducifolio y variado. Ahora, además de
pinos y bojes y algunos abetos y acebos, encontramos hayas, arces, abedules,
avellanos, serbales de los cazadores, tilos, álamos temblones, majuelos, olmos
de montaña y fresnos. Y cada vez más presencia de robles, uno de los cuales
destaca junto al camino por su monumentalidad y enorme tamaño.
Tras
algo menos de hora y media de camino, llegamos a la Pardina del Señor, también
llamada Pardina Ballarín. Se conserva buena parte del edificio y unas ruinas de
una antigua ermita románica. Allí
hicimos una breve parada y, en una de las fachadas de la pardina, nos hicimos
la foto de grupo. Continuamos la senda en descenso para cruzar el barranco A
Casa y adentrarnos en un bello hayedo. Un poco más adelante, dejamos el municipio
de Fanlo y entramos en el de Broto. Siempre siguiendo las marcas rojiblancas,
el camino combina algún tramo de pista con sendero y el bosque se hace menos
variado y predominan los robles. Pasamos por la Fuen Cubillata y dejamos a la
derecha el conjunto de bordas de San Esteban, con alguna de ellas completamente
envuelta en hiedra.
Ya
pertenecen a la localidad de Buesa, cuyo caserío, con un gran edificio blanco
en primer plano y la esbelta torre de su iglesia a continuación, pronto divisamos.
Tras dejar en un altozano a nuestra derecha la ermita de Bun, entramos en
Buesa. Aquí, dejamos el GR-15 y, junto a la iglesia de Santa Eulalia, tomamos
el sendero PR-HU118 que, por el Quejigar, desciende en pronunciada bajada hasta
Sarvisé. Tras pasar por la ermita de San Cristóbal, llegamos al pueblo, en uno
de cuyos restaurantes, situado a las afueras, comimos al terminar la excursión.
Fueron
17 km de recorrido, con 721 m. de desnivel acumulado de subida y 1133 m. de
bajada. La altitud máxima fue de 1374 m. y la mínima de 865 m. El tiempo total
invertido, incluidas las paradas, fue de unas cinco horas y media. Habíamos
disfrutado de un bonito itinerario por bellos bosques otoñales en un día de
temperatura bastante benigna. Después de la comida, y ya avanzada la tarde, nos
esperaba un largo camino de vuelta a Graus en autobús.
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