Un año más, el Centro Excursionista Ribagorza subió su belén montañero a la cima del Turbón, una mítica montaña que, envuelta en mágicas leyendas ancestrales, se halla ubicada, a 2492 m. de altitud, en el corazón mismo de la comarca ribagorzana. Fieles a la tradición, veintiocho miembros del club grausino cumplimos el pasado miércoles, 6 de diciembre, este rito prenavideño que constituye una de las citas más destacadas del calendario anual de la entidad excursionista.
Los participantes en la actividad salimos de Graus a las 7.30 horas para dirigirnos por carretera en nuestros vehículos hasta Las Vilas del Turbón. Desde allí, pudimos abreviar la aproximación a la montaña por una pista forestal y pasadas las 8.30 horas iniciar nuestra ascensión a pie. El día era bueno; con una temperatura agradable y ausencia de viento, aunque con algunos restos de nieve en el camino. Tomamos un sendero a la izquierda de la pista y, entre bojes y matorral, empezamos a ascender por una pronunciada subida. En un collado, en espacio abierto y con el llamado Frontón de las Brujas frente a nosotros, hicimos la primera parada para reagruparnos.
Desde allí, iniciamos la parte más dura de la ascensión por la conocida como Canal de los Pasos, una zona más expuesta que por la presencia de algunos tramos con nieve exigía una mayor precaución. Entre imponentes rocas, giramos a la izquierda y salimos a un espacio más cómodo que enlaza con el camino tradicional de ascenso. Desde esta parte más alta y abierta de la montaña, descendimos ligeramente hasta la Portella, donde nuestro camino confluyó con el que sube por el valle de San Adrián desde la cara norte. Pasado este tramo, en el que había algunas placas de hielo bajo la fina superficie nevada, encaramos la subida final. Sin viento y con la nieve que seguía en buen estado y sin apenas espesor, sobre las 11.30 horas, llegamos a la cima del Turbón, donde, a 2492 m. de altitud, colocamos, como siempre con mimo, nuestro belén en una oquedad entre las piedras de la cumbre.
Tras reponer fuerzas y las fotos de rigor, iniciamos el descenso que realizamos por el mismo itinerario por el que habíamos subido. Sobre las 14.30 horas, llegamos a los coches y terminamos la excursión. Fueron algo menos de ocho kilómetros, con unos 850 metros de desnivel, en algo más de cinco horas y media con las paradas. Antes de volver a Graus, hicimos una parada en el bar del balneario de Las Vilas del Turbón para disfrutar de un rato de asueto. Una temporada más, habíamos cumplido con la tradición de subir el belén hasta la cima de nuestra montaña más querida.
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