Abdulrazak
Gurnah (Zanzíbar, 1948) es un escritor de origen tanzano, afincado en Inglaterra
desde hace más de medio siglo, que en 2021 recibió el Premio Nobel de
Literatura. Es el sexto escritor africano que ha recibido ese galardón en sus
120 años de existencia. La concesión de tan importante premio supone siempre un
escaparate excepcional y ha permitido que sus novelas se traduzcan a numerosos
idiomas y se estén publicando también en nuestro país. Gurnah, que emigró a
Inglaterra en su juventud, se doctoró en 1982 por la Universidad de Kent,
ejerció la docencia en las universidades de Bayero (Nigeria) y de Kent, donde
dio clases de literatura hasta su jubilación en 2017. Es autor de numerosos
cuentos, ensayos y una decena de novelas, entre las que destacan “Paraíso”, “A
orillas del mar” y “La vida, después”, todas ellas publicadas en España por
Salamandra en los últimos dos años. “El desertor”, otra de sus grandes novelas,
acaba de ser publicada en nuestro país, también por Salamandra y con la
traducción de Rita da Costa García.
“El
desertor” transcurre principalmente en una ciudad situada en las costas
africanas del Océano Índico, en la isla de Zanzíbar, antigua colonia británica
de lo que actualmente es Tanzania, país que se independizó del Reino Unido en
1961, fusionando los territorios y los nombres de la antigua Tanganica
continental y la isla de Zanzíbar. La mayor parte de la novela sucede en la
época colonial británica y solo la parte final transcurre tras la independencia
del nuevo país africano. En cualquier caso, la ciudad de referencia y que más
aparece citada en la novela es Mombasa, actualmente en Kenia y uno de los
principales puestos del África oriental. La novela cuenta dos historias
narrativas distintas en dos momentos históricos y cronológicos diferentes. La
historia de amor entre el británico Martin Pearce y la nativa musulmana Rihana,
que transcurre a finales del siglo XIX, y la de la familia de los hermanos Amín,
Rashid y Farida y la relación de Amín con la bella y enigmática Jamila, que se
sitúa a mediados del pasado siglo XX. Los dos relatos tienen puntos de
confluencia en algún momento del desarrollo narrativo del relato.
Salvo
los pocos personajes británicos de la novela, los demás son todos musulmanes.
En ellos, la religión tiene una presencia fundamental y condiciona en buena
medida sus vidas. Por otro lado, hay una ascendencia india en algunos de los
personajes y la novela muestra el crisol y la mezcla racial y el cruce de
culturas de Zanzíbar, con presencia de árabes, comerciantes indios y nativos
originarios isleños. El personaje Rashid va a estudiar a Londres y tiene
algunas características biográficas del propio Abdulrazak Gurnah, pero, como el
escritor ha señalado, no coinciden entre ambos ni las fechas ni los motivos de
sus respectivos viajes a Inglaterra.
Los
principales temas de la novela son la multiculturalidad, el colonialismo y sus
efectos, el exilio, el choque de culturas diferentes, el encuentro y
desencuentro entre la tradición y la modernidad, el desarraigo, la religión, la
dificultad de inserción en la sociedad inglesa de los emigrantes africanos y,
sobre todo, el amor, con los tabúes, las presiones familiares y los prejuicios
y diferencias raciales y sociales que dificultan el disfrute libre de la
relación amorosa. Es un tanto desalentador que en las dos historias, con medio
siglo de diferencia, sigan vigentes los mismos problemas y obstáculos.
Abdulrazak
Gurnah es un gran contador de historias que se recrea en las descripciones,
llenas de vida y colorido, de las calles de la ciudad y el interior de las
casas, y que profundiza en los personajes cuyas personalidades y relaciones va
forjando y tejiendo con lentitud en un sólido desarrollo literario. Su estilo
es elegante y cuidado y juega con maestría con la diversidad de enfoques
narrativos para contar la historia desde distintos puntos de vista. Hay
aspectos de la escritura del escritor tanzano que recuerdan al maestro egipcio,
y también Premio Nobel, Naguib Mahfuz y sus novelas cairotas. Hay gusto por la
literatura en el libro y referencias a escritores como Stevenson, Shakespeare o
Rimbaud. Incluso Farida se convierte en autora de un libro de poesía y Amín y
Rashid en narradores epistolares de buena parte de la novela.
“El desertor” es una magnífica novela, bella
y triste a la vez en las historias que cuenta, y llena de realismo, referencias
geográficas y culturales, reflexiones sociales, pasión y viveza. Tras su deleitosa
lectura, uno queda con más ganas de leer sus otras novelas ya publicadas y las
que aún quedan por traducir a nuestra lengua. La concesión del Premio Nobel nos
ha permitido descubrir esta vez a un novelista de enorme fuste y gran altura
literaria.
“El desertor”. Abdulrazak Gurnah.
Salamandra. 2023. 336 páginas.
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