El
pasado sábado, se celebró en Montañana la XI Ruta de la Reconquista, incluida
en el calendario anual de Andadas Populares de Aragón. A pesar de los
inicialmente adversos pronósticos meteorológicos, el encuentro resultó un éxito
y congregó a 120 participantes, inscritos desde diversos lugares de Aragón y
Cataluña. El evento fue organizado por el Centro Excursionista Ribagorza y
contó con la colaboración de diversas entidades comarcales y provinciales.
Los
excursionistas nos dimos cita en Puente/Pont de Montañana, en la Ribagorza
aragonesa oriental, a las nueve de la mañana. Tras un desayuno, incluido en la
inscripción, en la panadería Horno de Secastilla y la foto de grupo de los
participantes, a las 9.30 horas, iniciamos la caminata entre negros nubarrones
pero sin lluvia. La marcha incluía dos opciones: un recorrido largo de 19 km y
otro corto de 13. Ambos eran itinerarios circulares con inicio y final en la
localidad de Puente/Pont de Montañana. Debido al aumento de la previsión de
lluvia a partir del mediodía, y aconsejados desde la organización, la mayoría
de los participantes hicimos la ruta corta.
Desde
Puente/Pont de Montañana, cruzamos el río Noguera Ribagorzana por su puente
colgante y pasamos a la margen izquierda del río, por la que transcurrió
prácticamente todo el recorrido, buena parte del cual nos llevó por las vecinas
tierras catalanas. Por terreno rocoso, con bojes, algunos robles o quejigos y
paredes de piedra seca, le dimos la vuelta al barranco de Pont, subiendo por su
parte derecha y retornando por la izquierda. A mitad de camino, recibimos un
pequeño avituallamiento por parte de los miembros de la Cruz Roja. En el
itinerario, pasamos junto a la casa del Mas de la Roureda y disfrutamos de
vistas de la entrada del congosto de Montrebei y de lugares históricos como
Montañana y el castilla de Viacamp. Aunque el tiempo estuvo siempre amenazante,
solamente cayeron unas finas gotas de lluvia al final del recorrido.
Algo
antes de las 14 horas, dimos por terminada la caminata y nos dispusimos a
comer. Tras recibir cada participante un regalo conmemorativo del evento, nos
dirigimos al local de las antiguas escuelas de la localidad y dimos buena cuenta
de una suculenta fideuá, preparada por la organización. Un año más habíamos
participado en esta andada popular ribagorzana y disfrutado de una agradable jornada
de convivencia con excursionistas de diferentes lugares. A pesar de los negros
presagios, el tiempo nos había respetado y pudimos realizar la excursión sin
mojarnos. Eso sí, la tarde fue pasada por agua, pero nosotros ya estábamos a
cubierto.
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