sábado, 16 de marzo de 2024

MILENA DE PRAGA

Este año celebramos el centenario de la muerte de Franz Kafka, pero también el ochenta aniversario del fallecimiento de Milena Jesenská en 1944 en el campo de concentración nazi de Ravensbrück, en Alemania. Milena es conocida principalmente por su relación con Kafka. En 1919, leyó algunos cuentos del escritor –nacido como ella en Praga pero que escribía en alemán– y le pidió por carta su autorización para traducir al checo su relato “El Fogonero”. Ese fue el comienzo de una apasionada correspondencia epistolar entre ambos que durará dos años (1920–1922), en los que sólo tendrán dos encuentros personales: cuatro días en Viena y un día en Gmünd. Milena tradujo además la novela “El Proceso” y las obras “Meditaciones” y “La Condena”. Sin duda, ​la vida de Milena Jesenská es mucho más que su relación con Kafka. Fue una mujer avanzada a su tiempo, traductora, escritora, periodista, defensora de los derechos de la mujer, contraria a todas las ideologías opresoras y colaboradora con la resistencia contra los nazis cuando estos invadieron Checoslovaquia. A esta mujer singular y merecedora de ser recordada por sí misma le ha dedicado la escritora checa Monika Zgustova, afincada en Barcelona desde los años ochenta, su último libro, “Soy Milena de Praga”, editado como otros suyos por Galaxia Gutenberg.

Monika Zgustova (Praga, 1957) es traductora, escritora y periodista, colaboradora en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales. Ha traducido más de setenta libros, del checo y del ruso, de autores de la talla de Bohumil Hrabal, Jaroslav Hašek, Václav Havel, Milan Kundera, Fiódor Dostoyevski, Isaac Babel, Anna Ajmátova o Marina Tsvetáieva, entre otros. Es autora de las novelas “La mujer silenciosa”, “La noche de Valia”, “Las rosas de Stalin”, “La intrusa”, “Un revólver para salir de noche” y “Nos veíamos mejor en la oscuridad”. Ha estrenado dos obras de teatro y publicado varios ensayos, como el magnífico  “Vestidas para un baile en la nieve”, sobre la experiencia de varias mujeres supervivientes a los campos de concentración soviéticos, que reseñamos aquí en su momento. Los principales temas de su obra son el exilio, la pérdida de la identidad y la vida en los regímenes totalitarios.

“Soy Milena de Praga” es una biografía novelada, narrada en primera persona por la protagonista del libro. Toma el título de la forma en que ella misma se presentaba, siempre ligada vital y emocionalmente a la capital checa. Además de una pequeña introducción y un breve apéndice, la novela se divide en cuatro partes: la extranjera, la traductora, la periodista y la prisionera. De manera linealmente cronológica, vamos recorriendo de la mano de la propia protagonista los principales momentos de su intensa vida. Milena nació en 1896 en el entonces Imperio Austro-húngaro y sufrió las consecuencias de las dos guerras mundiales que asolaron Europa en la primera mitad del siglo XX. Su familia estaba bien situada económica y socialmente, su padre fue un médico famoso y ella recibió una selecta educación en el exclusivo instituto para niñas Minerva. Frecuentó las tertulias literarias de la época a las que asistían escritores como Robert Musil, Karl Kraus, Franz Werfel o Hermann Broch. Se casó, desoyendo los consejos de su padre, con el crítico literario y escritor Ernst Pollak, con quien mantuvo una relación tóxica de ocho años. En esa época, conoció a Kafka, ya enfermo de tuberculosis, de quien tradujo varias obras y con quien mantuvo una apasionada relación más epistolar que física y presencial. Kafka le legó su epistolario y Milena escribió un bello obituario tras su muerte en 1924. Se sintió extranjera en Viena y retornó a Praga, trabajó como periodista en una publicación para mujeres, volvió a casarse y tuvo una hija. Tras la invasión de Checoslovaquia, colaboró con la resistencia antinazi y fue apresada y enviada al campo de concentración para mujeres de Ravensbrück, donde vivió una intensa relación con Margarete Buber-Neumann, a la que ella llamaba siempre Greta. Ambas coinciden en su desprecio a todos los totalitarismos. Margarete Buber-Neumann, que antes que en Ravensbrück había estado en un campo de concentración soviético, publicó el libro “Prisionera de Stalin y Hitler”. A Milena Jesenská, su prematura muerte en el campo de concentración le impidió continuar con su proyecto de escribir contra todo fanatismo ideológico totalitario.

Tras una exhaustiva documentación histórica, Monika Zgustova, con una prosa ágil y eficaz, ha escrito una biografía novelada, amena y rigurosa, sobre una mujer excepcional. En este año del centenario de la muerte de Franz Kafka, posiblemente se recuerde sobre todo a Milena por su relación con el gran escritor checo, pero, como el libro de Monika Zgustova pone bien de manifiesto, Milena Jesenská merece ser recordada por el recorrido completo de su intensa vida. 

“Soy Milena de Praga”. Monika Zgustova. Galaxia Gutenberg. 2024. 168 páginas.

 

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