domingo, 8 de diciembre de 2013

14

                                                        
               
14. Jean Echenoz. Anagrama. 2013. 98 páginas.

Incluso el título es extremadamente breve en la última novela de Jean Echenoz (Orange, 1947). Después de sus biografías noveladas del músico Ravel, el atleta Zatopek y el científico Tesla, el exquisito escritor francés aborda la Primera Guerra Mundial en 14, una breve narración de tan solo 98 páginas en las que se resumen de manera magistral los cuatro años de gran aquel conflicto que sacudió Europa en la segunda década del siglo XX.

14 se inicia en agosto de 1914, cuando en el departamento atlántico de La Vendée los hermanos Anthime y Charles Sèze y sus amigos Padioleau, Bossis y Arcenet son llamados a filas en medio de un ambiente festivo y de la creencia generalizada de que el conflicto bélico para el que son reclamados  será solo una cuestión de un par de semanas. Pero los nuevos soldados no tardarán en comprobar la crudeza y el horror que supone toda guerra, la sordidez de las trincheras, la espantosa destrucción y mutilación de los cuerpos, el incesante y cruel sacrificio de unos jóvenes que han sido llevados casi sin darse cuenta a un monstruoso matadero. Como se dice en algún momento del libro, la guerra viene a ser como una ópera sórdida y pestilente que todo lo destruye.

Con su habitual estilo minimalista y unas descripciones de gran plasticidad y crudo realismo, Echenoz alcanza casi la perfección de la novela breve haciéndonos recorrer en las escasas páginas del libro el camino que, de manera casi fatalista, lleva a unos inocentes muchachos que, como Anthime con su bicicleta al inicio del relato, están en edad de disfrutar de los placeres de la vida al más espeluznante y brutal de los horrores.
Pero no solo la muerte y la destrucción están presentes en la novela, también el amor y la vida que encarna y contiene la joven Blanche, de la que tanto Charles como Anthime están enamorados. E incluso, en los momentos más terribles de la extenuante y estática guerra de trincheras, hay lugar para algunas ironías en las referencias a los muchos animales que pueden servir como alimento inesperado o ser sufridos como martirizantes parásitos por unos soldados que, en su angustia y desesperación crecientes, pueden saludar con alborozo la suerte de quienes logran escapar de aquel horror aun al precio de sufrir terribles mutilaciones por las heridas del combate. Eso y el suicidio son las únicas vías de escape de una guerra atroz, en la que cualquier intento de deserción implica el casi seguro fusilamiento en la retaguardia.

Con 14, Jean Echenoz logra la máxima expresión de la concreción y la síntesis tan características de su narrativa. Muchos, como se dice en algún momento del libro, han escrito sobre aquella primera gran guerra europea. En algunos casos con gran destreza y calidad literarias. Podría parecer que ya poco más podía escribirse sobre aquel terrible conflicto. Sin embargo, 14 supone una nueva manera literaria ─concisa, precisa y sumamente elegante─ de abordar ese periodo que sirve como arquetipo de cualquiera de las guerras y de sus inevitables y siempre terribles consecuencias.

Carlos Bravo Suárez 

1 comentario:

Pilar C. dijo...

Concisa, precisa, sumamente elegante y ... desconcertantemente fría. Aquello pasó, así sucedió pero la vida sigue, mejor no pensar, mejor no recordar. Este parece ser el mensaje que se percibe al pasar la última página. Esa frialdad calculada me ha estremecido más que cualquier reflexión apasionada sobre la crueldad y la injusticia de la guerra.