14. Jean Echenoz. Anagrama. 2013.
98 páginas.
Incluso el título es extremadamente
breve en la última novela de Jean Echenoz (Orange, 1947). Después de sus
biografías noveladas del músico Ravel, el atleta Zatopek y el científico Tesla,
el exquisito escritor francés aborda la Primera Guerra Mundial en 14, una breve narración de tan solo 98
páginas en las que se resumen de manera magistral los cuatro años de gran aquel
conflicto que sacudió Europa en la segunda década del siglo XX.
14 se
inicia en agosto de 1914, cuando en el departamento atlántico de La Vendée los
hermanos Anthime y Charles Sèze y sus amigos Padioleau, Bossis y Arcenet son
llamados a filas en medio de un ambiente festivo y de la creencia generalizada
de que el conflicto bélico para el que son reclamados será solo una cuestión de un par de semanas.
Pero los nuevos soldados no tardarán en comprobar la crudeza y el horror que
supone toda guerra, la sordidez de las trincheras, la espantosa destrucción y
mutilación de los cuerpos, el incesante y cruel sacrificio de unos jóvenes que
han sido llevados casi sin darse cuenta a un monstruoso matadero. Como se dice
en algún momento del libro, la guerra viene a ser como una ópera sórdida y
pestilente que todo lo destruye.
Con su habitual estilo
minimalista y unas descripciones de gran plasticidad y crudo realismo, Echenoz
alcanza casi la perfección de la novela breve haciéndonos recorrer en las escasas
páginas del libro el camino que, de manera casi fatalista, lleva a unos
inocentes muchachos que, como Anthime con su bicicleta al inicio del relato,
están en edad de disfrutar de los placeres de la vida al más espeluznante y
brutal de los horrores.
Pero no solo la muerte y la
destrucción están presentes en la novela, también el amor y la vida que encarna
y contiene la joven Blanche, de la que tanto Charles como Anthime están
enamorados. E incluso, en los momentos más terribles de la extenuante y
estática guerra de trincheras, hay lugar para algunas ironías en las
referencias a los muchos animales que pueden servir como alimento inesperado o ser
sufridos como martirizantes parásitos por unos soldados que, en su angustia y
desesperación crecientes, pueden saludar con alborozo la suerte de quienes logran
escapar de aquel horror aun al precio de sufrir terribles mutilaciones por las
heridas del combate. Eso y el suicidio son las únicas vías de escape de una
guerra atroz, en la que cualquier intento de deserción implica el casi seguro
fusilamiento en la retaguardia.
Con 14, Jean Echenoz logra la máxima expresión de la concreción y la
síntesis tan características de su narrativa. Muchos, como se dice en algún
momento del libro, han escrito sobre aquella primera gran guerra europea. En
algunos casos con gran destreza y calidad literarias. Podría parecer que ya
poco más podía escribirse sobre aquel terrible conflicto. Sin embargo, 14 supone una nueva manera literaria ─concisa,
precisa y sumamente elegante─ de abordar ese periodo que sirve como arquetipo
de cualquiera de las guerras y de sus inevitables y siempre terribles
consecuencias.
Carlos Bravo Suárez
1 comentario:
Concisa, precisa, sumamente elegante y ... desconcertantemente fría. Aquello pasó, así sucedió pero la vida sigue, mejor no pensar, mejor no recordar. Este parece ser el mensaje que se percibe al pasar la última página. Esa frialdad calculada me ha estremecido más que cualquier reflexión apasionada sobre la crueldad y la injusticia de la guerra.
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