Montañeros de Aragón de
Barbastro inició la temporada de excursiones de su sección infantil y juvenil
con un recorrido por Graus y sus alrededores. Para ello, contó con la
colaboración del Centro Excursionista Ribagorza que, en la persona que esto
firma, diseñó un recorrido circular con inicio y final en la capital
ribagorzana y desempeñó funciones de guía por un itinerario que incluyó algunos
lugares emblemáticos de la historia, la arquitectura y la tradición grausinas.
El recorrido se inició sobre las diez de la mañana a la
entrada de Graus, junto al puente de Abajo, frente al que los participantes
desplazados desde Barbastro aparcaron sus vehículos. La veintena de
excursionistas, compuesta por niños, padres y monitores, entramos en el casco
urbano grausino por el portal de Chinchín o puerta de Barbastro, atravesamos el
Barrichós y llegamos a la Plaza Mayor, la joya arquitectónica de la localidad.
Desde allí, iniciamos la subida a la basílica de la Virgen de la Peña, otro de
los lugares más emblemáticos de la villa. Disfrutamos de su precioso claustro y
de las vistas sobre la confluencia de los ríos Ésera e Isábena y visitamos el
interior del templo. A la salida del recinto, los niños disfrutaron con los
peces de colores de la balsa ubicada bajo las rocas. Seguimos subiendo por las
escaleras de la peña del Morral hasta acercarnos al monumento al Santo Cristo,
ahora en obras, que aquí se conoce como Corazón de Jesús. Las vistas aéreas
sobre la localidad y sus alrededores son excepcionales. Allí hicimos una
pequeña parada para el desayuno.
Terminado el receso, ascendimos a lo alto del cerro para
ver los escasos restos de lo que fue el castillo medieval grausino. Volvimos al
sendero y nos dirigimos a la ermita de San Pedro de Verona, a la que llegamos
tras recorrer el corto tramo conocido como El Pasé, una zona de escarpados
acantilados de conglomerado rocoso donde una barandilla de hierro en la parte
exterior del camino desempeña funciones protectoras y de quitamiedos. Enseguida
alcanzamos la ermita, a la que los grausinos van en romería el primero de mayo,
donde hicimos una breve parada porque el día se iba encapotando y en el lugar
soplaba un viento frío y molesto. Iniciamos la bajada, ya protegidos del
viento, por el sendero del Torroc que pasa por la Piedra Plana, una losa de
roca en un recodo del camino donde antiguamente se hacía una parada al bajar de
la romería. Nosotros también la hicimos antes de iniciar el tramo final hasta
Graus. Poco antes de llegar a la Placeta de San Miguel, nos desviamos a derecha
para acercarnos a la fuente del Torroc donde, debido a las últimas lluvias, el
barranco forma estos días un espectacular salto de agua. Entramos en Graus,
atravesamos el pueblo y volvimos al punto de partida por el paseo del Ésera,
que discurre por la margen derecha de ese río. Eran las 13.30 horas, y empezaban
a caer unas finas gotas, cuando dimos por terminada la excursión.
Fueron poco más de cinco kilómetros de recorrido en los
que grandes y pequeños disfrutamos de una estupenda mañana por paisajes y
lugares entrañables de la villa de Graus.
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