Sobre Francisco Ferrer Lerín
(Barcelona, 1944) publiqué en este mismo
diario unos cuantos artículos hace ya más de diez años. Cuando el escritor barcelonés
afincado en Jaca, tras un largo paréntesis y siendo entonces muy poco conocido
(excepto en reducidos ámbitos literarios que recordaban su vinculación a los
novísimos), publicó algunos libros en ediciones de no demasiada tirada.
Recuerdo el descubrimiento que supuso su novela “Níquel”, publicada por Mira
Editores (Zaragoza, 2005), donde se vislumbraba todo un universo literario
singular y sugerente. Posteriormente, reseñamos en estas páginas su
recopilación poética “Ciudad propia. Poesía autorizada” (Santa Cruz de
Tenerife, Artemisa, 2006), “El bestiario de Ferrer Lerín” (Círculo de
Lectores/Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2007), el misceláneo y sorprendente
“Papur” (Editorial Eclipsados. Zaragoza, 2008) y el libro de poesía “Fámulo” (Tusquets,
Nuevos textos Sagrados, 2009. Vinieron después otros libros como “Hiela sangre”
(Tusquets, 2013), la novela “Familias como la mía” (Tusquets,
2011) o “Mansa chatarra” (Jekyll & Jill, 2014). Hasta este
“Besos humanos”, recopilación de relatos que publicó Anagrama el pasado 2018.
"Besos humanos" contiene más de cincuenta
relatos breves que ya habían aparecido en otros libros o incluso en el blog
personal de Ferrer Lerín, autor polifacético y misceláneo de imposible
etiquetaje que ha reunido en este libro los textos exclusivamente narrativos de
su singular producción literaria. Se trata de relatos de distinta temática pero
en los que aparecen, obviamente, algunos de los temas recurrentes, en el mejor
sentido, del universo literario personal e intransferible del autor que sus
fieles lectores ya conocíamos. Son relatos, de los que ahora se suelen llamar
inquietantes, en los que encontramos extrañas bestias misteriosas, asesinos
despiadados, relaciones sexuales sorprendentes y poco habituales o casos
insólitos resueltos literariamente en muy pocas líneas, a veces sólo apuntados
y dejados a la resolución imaginativa del lector. Lo explica muy bien Ignacio
Echevarría en el magnífico epílogo que cierra el libro: “Se aprecia en su
escritura cierto nerviosismo, cierta impaciencia, también cierto rigor, que se
traduce en esquematismo, en una filosidad metálica, pero asimismo en precisión,
en velocidad, en nitidez. He aquí unos relatos vaciados de toda grasa
psicológica, sentimental, moral, de todo artificio retórico; relatos en su
mayor parte expeditivos, sumarísimos, crueles, dotados de una contundencia
desconcertante: la de una confidencia escandalosa, la de una revelación
indeseada”.
Destaca también Echevarría la posible procedencia onírica
–serían como sueños narrados– de muchos de estos relatos, muy presente en su
libro “Mansa chatarra”, del que provienen unos cuantos textos de “Besos
humanos”. Si bien se hace también referencia a la vinculación del autor con el
surrealismo ya desde sus orígenes poéticos y a “su afición al cine y a los
géneros bizarros”, entendidos estos como raros o extravagantes. Se subraya
asimismo “la naturalidad con que el sexo y la violencia más bestiales,
salpicados a menudo de trazos escatológicos, se abren paso en estas páginas”.
“Ferrer Lerín es un maestro del horror. De un horror cuyo impacto resulta tanto
más eficaz –tanto más desasosegante– por cuanto se impone con perfecta
frialdad, y que sería poco menos que intolerable si no quedara aliviado por el
humor, siempre latente”. Un humor, añadimos nosotros, que subyace tras la
aparente frialdad de un lenguaje y unas descripciones de cariz científico, como
si el narrador fuera un mero observador objetivo y aséptico de unos fenómenos
naturales que se limita a narrar sin más.
“Besos humanos” sorprenderá a quienes no conozcan la
temática de Ferrer Lerín y gustará igualmente, por hallar reunida en un solo volumen
buena parte de su obra narrativa dispersa, a los ya lo hayan leído previamente.
Terminaré esta reseña con otra cita, esta de Manuel Vilas, sobre el autor
barcelonés afincado en Jaca: “Su sentido del humor es arrebatador. Su
literatura es libre y brillante. Ferrer Lerín es, en definitiva, el último
dandy de las letras españolas”. Esperemos que por mucho tiempo.
“Besos
humanos”. Francisco Ferrer Lerín. Anagrama. 2018. 176 páginas.
2 comentarios:
Hola Carlos. Gracias por reseñar Besos humanos. Veo, que además de las reseñas de Níquel y Ciudad propia, de las que tengo constancia, también reseñaste otros libros míos. ¿Sería posible que me enviaras los enlaces? Están actualizando mis referencias bibliográficas en la Universidad de Valencia y me piden que les haga llegar toda la información al respecto. Un abrazo.
Parece que el sistema no me permite enviar la dirección de mi correo electrónico. Lo pruebo otra vez: ferrerlerin@gmail.com
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