Karina Sainz Borgo (Caracas,
1982) es una escritora venezolana, nieta e hija de abuelos y padre españoles, que,
tras realizar el viaje inverso al de sus antepasados, está afincada desde hace
12 años en nuestro país donde trabaja como periodista cultural en diversos
medios de comunicación. Autora de libros de periodismo como “Caracas hip-hop” y
“Tráfico y Guaire. El país y sus intelectuales” y del blog “Crónicas
Barbitúricas”, “La hija de la española”, que obtuvo gran éxito en la última Feria
del Libro de Frankfurt y ha sido vendida a más de una veintena de países, es su
primera novela y ha sido publicada en España por Lumen.
La protagonista de "La hija de la española" es
Adelaida Falcón, cuya madre, del mismo nombre y maestra perteneciente a la
clase media ilustrada caraqueña, ha muerto tras una enfermedad que ha obligado
a su hija a cuidarla durante largo tiempo. Adelaida, de 38 años, queda sola y
desamparada en una nación y una sociedad en quiebra (“Ya no éramos un país,
éramos una fosa séptica”). Su casa es ocupada por un grupo de mujeres, vociferantes
revolucionarias chavistas obesas y vestidas con camisetas rojas, que reparten comida
entre la gente a cambio de obtener su apoyo político. Sin embargo, en medio de
las revueltas y la represión chavista que se han apoderado de Caracas, el
encuentro inesperado de un cadáver en el piso vecino le va a proporcionar
paradójicamente la oportunidad de escapar del país e iniciar una nueva vida en
España. Aparece así en la novela el tema de la suplantación de personalidad,
una muerta que da vida y la difícil tarea de convertirse en otra persona sin
dejar de ser uno mismo.
Se trata de una novela con presencia mayoritaria de
personajes femeninos. Algunos, como la madre, con un claro significado
metafórico, identificable con el propio país venezolano. En alguna entrevista,
la autora ha relacionado esta presencia femenina con el matriarcado dominante
en la sociedad de su país. Los dos principales personajes masculinos relacionados
con Adelaida (Santiago y Francisco) van a ser víctimas de la represión y de la violencia
física y psicológica ejercidas por el régimen chavista, que recurre de manera
sistemática a la tortura más sofisticada o al asesinato si es necesario.
Narrada
en primera persona, al relato del presente se le intercalan algunos momentos
del pasado, a modo de flash-back, que ayudan a configurar y conocer mejor la
situación y la personalidad de la narradora. La narración es, además, un viaje
a la Venezuela actual, un país en quiebra y en descomposición en todos los
aspectos; con la economía hundida y la miseria creciente y con las huestes
chavistas imponiendo su corrupción política y una represión brutal sobre los
disidentes en las calles y en las cárceles: “El día a día se había convertido
en mirar, guardar silencio mientras a otros los llevaban hacia la cárcel o la
muerte”. La novela deviene así, y se convierte, en un ajuste de cuentas con la
Venezuela chavista y en una catarsis con efectos apaciguadores para su autora.
Aunque también, como la propia Sainz Borgo ha subrayado, “la idea de la
pérdida, de la supervivencia, la culpa del superviviente son temas centrales
del libro y todas las decisiones están tomadas en función de ese razonamiento”.
Pese a
la coincidencia de edad entre Adelaida y la autora de la novela, no estamos
ante un relato autobiográfico, sino ante una bien construida ficción cuyo fondo
histórico es el drama venezolano actual.
Un relato que se lee con fluidez y que tiene un final que cierra un ciclo
pero abre otro con la incógnita del futuro que espera a la protagonista. La
juventud, y el vitalismo traducido en constante escritura, de Karina Sainz
Borgo hacen pensar que tras el éxito de “La hija de la española” vendrán otros
libros que, añadidos a sus espléndidos artículos, nos permitirán seguir
disfrutando de su frescura y talento literarios.
“La
hija de la española”. Karina Sainz Borgo. Lumen. 2019. 200 páginas.
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