Palabras envenenadas. Maite Carranza. Edebé. 2011. 254 páginas.
Palabras envenenadas, en su edición original en catalán, fue la novela ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil del pasado año 2011. Su autora, Maite Carrasco (Barcelona, 1958), tiene una extensa y galardonada carrera como novelista para jóvenes en la que destaca su trilogía La guerra de las brujas, obra traducida a numerosos idiomas que se inscribe dentro del género fantástico. Con Palabras envenenadas, la escritora barcelonesa ha dado un notable giro a su narrativa adentrándose, de manera cruda y realista, en el tema de los abusos sexuales y los malos tratos a menores.
Palabras envenenadas, en su edición original en catalán, fue la novela ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil del pasado año 2011. Su autora, Maite Carrasco (Barcelona, 1958), tiene una extensa y galardonada carrera como novelista para jóvenes en la que destaca su trilogía La guerra de las brujas, obra traducida a numerosos idiomas que se inscribe dentro del género fantástico. Con Palabras envenenadas, la escritora barcelonesa ha dado un notable giro a su narrativa adentrándose, de manera cruda y realista, en el tema de los abusos sexuales y los malos tratos a menores.
Aunque en algún momento pueda parecer que va a derivar hacia la excesiva truculencia tan frecuente en este tipo de relatos, la novela de Maite Carranza logra mantener un realismo bastante creíble y un sostenido y equilibrado ritmo narrativo. Lo consigue con una eficaz estructura poliédrica, contando la historia a través de cuatro voces narrativas que se van intercalando en sucesivos capítulos no demasiado largos. Son las voces de la víctima, una joven adolescente que acaba de cumplir diecinueve años al inicio de la novela y lleva cuatro desaparecida; de su madre, una mujer deprimida y aparentemente abúlica que acaba finalmente reaccionando a su condición de dominada; una amiga de la víctima, alejada en su momento de ésta por disputas sentimentales; y un inspector de policía que se encuentra al borde mismo de su jubilación y quiere resolver a todo trato este caso pendiente antes de que acabe su carrera.
El caso de Natascha Kampusch, la chica austriaca que fue liberada en 2006 tras vivir encerrada en un zulo durante ocho años, sirvió a la autora como punto de partida para escribir su novela, cuya acción transcurre en un solo día. Con un cierto enfoque feminista, pero sin cargar las tintas en exceso ni caer en el maniqueísmo frecuente en estos temas, Palabras envenenadas muestra algunos de los peligros a los que pueden estar expuestas las chicas jóvenes en la actualidad. Estos peligros aparecen con frecuencia disfrazados detrás de unas falsas apariencias, aunque es el afán de posesión exclusiva de la mujer, una niña en este caso, el problema que subyace como fondo detrás de algunos de estos escabrosos sucesos.
La novela está escrita con un estilo fácil, de frases cortas y ritmo por momento trepidante, sobre todo en su rápido desenlace. Recomendada expresamente a lectores de más de dieciséis años, Palabras envenenadas se aleja de las propuestas juveniles de la autora y podría ser perfectamente considerada como una novela para adultos.
Carlos Bravo Suárez
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