miércoles, 8 de junio de 2022

EXCURSIÓN POR VARIOS PUEBLOS DEL MUNICIPIO DE MONTANUY


Esta semana, el grupo Tardes al Sol realizó una excursión matinal por varios núcleos del extenso municipio de Montanuy, en la Ribagorza oscense más oriental, en el límite con la comunidad catalana. La ruta, casi por completo circular, combinó varios senderos marcados: los PR-HU101 y PR-HU102 y el GR-18 ahora coincidente en parte con el nuevo GR-17. En la excursión participamos diecisiete miembros del grupo excursionista grausino.

La salida fue en coches desde Graus para ir por carretera hasta la localidad de Noales, punto inicial y final de la excursión. Cerca de su iglesia parroquial, aparcamos los vehículos y comenzamos a andar, siguiendo un sendero señalizado que lleva a Benifons. Entre Noales y Benifons, separados solo por 1,3 km, transita un bello sendero entre un bosque de robles, algunos de gran tamaño. El mayor de ellos, un ejemplar centenario y emblemático, cayó hace unos años y sus dos partes quedan a ambos lados del sendero. En la pequeña localidad de Benifons hicimos una breve parada y, desde allí, continuamos, siempre en ascenso, hasta la Collada de Benifons. Este punto es un cruce de caminos con magníficas vistas. Nosotros seguimos ascendiendo hasta la ermita de San Aventín, pequeña y arreglada construcción religiosa junto a la que paramos para desayunar.

Desde la ermita, retrocedimos al collado de San Aventín y allí tomamos un camino a nuestra derecha que enlaza con el sendero que desciende a Montanuy desde la Collada de Benifons. Por bosque de pinos y más tarde junto a algunos prados, llegamos a Montanuy, donde visitamos el pueblo e hicimos una parada junto a su iglesia. A la salida del lugar, tomamos el GR-17 que lleva a Escané. Por aquí se puede subir también a un mirador y a unas antenas de telefonía y a la ermita de San Aventín. Nosotros, en el Pilaret de San Miquel, nos desviamos a la izquierda en dirección a Escané. Desde este tramo del camino, teníamos amplias vistas del valle de Barrabés, el río Noguera Ribagorzana y algunas poblaciones catalanas como Vilaller y Pont de Suert.

Tras un tramo por bosque sombrío y otro inevitable de carretera, llegamos a Escané, pequeña población con parte de su caserío en ruinas, pero con una interesante iglesia restaurada dedicada a San Lupo. Desde Escané hasta Noales hay menos de dos kilómetros que transcurren en su mayor parte por espeso bosque de robles. Sobre las 14 horas, cerramos nuestro itinerario en Noales, donde destaca en la parte baja del pueblo la torreada casa Llivernal.

La distancia recorrida fue de 13 km, con 612 m. de desnivel acumulado. El punto más alto fueron 1523 m y el más bajo, 1029. Invertimos en la excursión cinco horas, incluyendo las paradas en los diversos núcleos que visitamos (Noales, Benifons, Montanuy y Escané) y la más larga en la ermita de San Aventín.

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