“Los
jugadores”. Carlos Fortea. Nocturna Ediciones. 2015. 287 páginas.
Carlos Fortea (Madrid, 1963) es profesor en la
Universidad de Salamanca. Tiene una brillante trayectoria como traductor de más
de cien obras, entre las que destacan libros de escritores como Thomas Berhard,
Günter Grass, Stefan Zweig, Alfred Döblin, E.T.A. Hoffmann y Eduard von
Keyserling. Como escritor, es autor de las novelas juveniles “Impresión bajo sospecha” (Anaya,
2009), “El diablo en Madrid” (Anaya,
2012) y “El comendador de las
sombras” (Edebé, 2013). En el pasado mes de octubre, Nocturna
Editorial publicó “Los jugadores”,
su primera novela para adultos.
“Los jugadores” está ambientada en París, en 1919,
durante la Conferencia de Paz que se celebró en la capital francesa al término
de la Primera Guerra Mundial y que culminó con la firma del Tratado de
Versalles. Se trata de un relato coral, narrado en tercera persona y protagonizado
por una serie de personajes que coinciden en la ciudad gala con motivo de la citada
conferencia internacional en la que, tras el armisticio de 1918, los países
vencedores se reúnen para imponer sanciones a los vencidos y establecer un
nuevo orden europeo y mundial. En la novela encontramos algunos personajes
reales, como el presidente estadounidense Thomas Wilson, el francés Georges Clemenceau,
el primer ministro británico Lloyd George o importantes representantes de la
delegación inglesa como Winston Churchill y el economista J. M. Keynes. Pero,
además, otros personajes están pendientes de ese encuentro: algunos rusos
blancos o mencheviques exiliados en París tras la Revolución Rusa de 1917, un
fanático bolchevique que se infiltra en sus filas para espiarlos, un joven
congresista estadounidense asesor del presidente Wilson, un derrotado y
humillado coronel de ulanos del extinto imperio austrohúngaro, una
representante de la Cruz Roja internacional e, incluso, a pesar de la no
participación de España en el conflicto, varios ciudadanos de nuestro país. Una
destacada periodista apodada “Carta Blanca”, otro extraño y enigmático
reportero que trabaja por libre y envía informes confidenciales al gobierno
español, y un especulador con su amante que ha hecho grandes negocios durante
la guerra y ahora ve peligrar sus beneficios por los cambios que conlleva el
nuevo orden mundial.
Para dar algo más de intriga e interés al relato, varios
agentes extranjeros, vinculados a las delegaciones de los países presentes en
la conferencia, aparecen misteriosamente asesinados. Será el comisario Retier,
de la policía parisina, quien inicie la investigación para desentrañar las
causas de esas extrañas muertes. Por otro lado, en la novela se muestra, con
bastante claridad y habilidad narrativa, el juego de intereses políticos,
geoestratégicos y económicos que mueven a los participantes en la conferencia,
y que configuran la nueva situación mundial que se va a establecer en Europa y
en el mundo tras la firma del Tratado de Versalles.
Estructurada en secuencias cortas que se suceden saltando
de un personaje a otro, y escrita con un lenguaje cuidado, rico y literario, “Los
jugadores” es una muy recomendable novela que, alejándose de las fórmulas que
buscan el éxito por encima de cualquier otra cosa, consigue hilvanar una
atractiva narración coral que, sobre un fondo histórico bien documentado, se
proyecta al futuro y muestra los juegos de intereses que siguen presidiendo en
la actualidad las siempre difíciles y complejas relaciones internacionales.
Carlos
Bravo Suárez
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