“Todo lo que sucedió en el
valle” es una novela ambientada en las obras hidráulicas que, durante la década
de los años sesenta del pasado siglo, se realizaron en el Pirineo leridano, en
la comarca de Pallars, lindante con la zona oriental de nuestra provincia
oscense. Narra una interesante historia de ficción en un contexto geográfico,
histórico y social muy bien documentado. La novela, cuyo autor es Ramón
Solsona, se publicó primero en catalán con el título de “Alló que va pasar a
Cardós” y posteriormente fue traducida al castellano por Victoria Pradilla
Canet para la prestigiosa editorial Tusquets, dentro de su colección Andanzas.
Ramón Solsona (Barcelona, 1950) es un prestigioso escritor en lengua catalana
que ha obtenido importantes premios literarios y colabora en varios medios de
comunicación de aquella comunidad.
“Todo lo que sucedió en el valle”, que se inicia con el misterioso
asesinato de un guardia civil, transcurre durante 1965, entre junio y
diciembre, entre las festividades de San Pedro y la Purísima, tal como señalan
los seis capítulos del libro, delimitados cronológicamente por doce celebraciones
festivas del año. Los hechos suceden en el valle de Cardós, en lugares citados
por su nombre real. Solamente la capital del valle, donde ocurren muchos de los
sucesos, es denominada con el nombre ficticio de Noguera, aunque se corresponde
claramente con Ribera de Cardós. Entre 1959 y 1974 miles de personas, muchas de
ellas desplazadas desde Andalucía y Extremadura, trabajaron en las obras
hidroeléctricas que se realizaron en el Pirineo ilerdense. En condiciones muy
duras, en muchos casos a considerable altitud y con evidentes riesgos
laborales, se trataba de conectar, mediante casi 80 km de canalizaciones
excavadas en el interior de la montaña, diversos lagos pirenaicos que proveían
de agua a una serie de centrales con las que dotar de energía a las industrias
de Barcelona. En este ambiente rural, obrero y bullicioso, y con el contexto de
los cambios sociales que se producen en España en los años sesenta, se
desarrolla la novela.
Se puede decir que “Todo lo que sucedió en el valle” es
una narración coral, con un buen número de personajes y una sucesión de
narradores, muchos de ellos en primera persona, que aportan una multiplicidad
de puntos de vista a la historia. Destaca la investigación que sobre los hechos
ocurridos en el pasado realiza desde el presente la periodista de la revista
“Pallars” María Emilia Catarineu.
Entre
los personajes, se mezclan los autóctonos del valle y los forasteros venidos a
trabajar desde otros puntos de España. Es el topógrafo Santi Vallory el que
alcanza un mayor protagonismo. Destacan también el cura del lugar, un hombre de
una religiosidad chapada a la antigua que no puede digerir los cambios que los
tiempos y los nuevos habitantes traen consigo, y algunos guardias civiles,
sobre todo los conocidos como “El Sapo”, autoritario y corrupto, “As de Copas”,
bebedor empedernido, y “Lindos Ojos, muy atractivo a las mujeres. Entre los obreros
venidos de fuera, los hermanos Dinamita, andaluces valientes y expertos
dinamiteros, de atrevidas creencias comunistas, que entonan con frecuencia el
“Soy minero” de Antonio Molina, un verdadero himno con el que se emocionan los
trabajadores de las obras. Otros personajes que quedan en el recuerdo del
lector son el apodado “Sombrita”, Zep Vidal, Caio Periquet y su familia,
Matildo o Xiulet. También los Jaumes, sobre todo el de la Madera, y, por
descontado, la atractiva y desgraciada Rossita.
En la
novela, con ritmo acelerado y casi sin sosiego, se encadenan y entrecruzan
historias laborales, relaciones pasionales y adúlteras, suicidios y asesinatos,
juergas y canciones en el teleclub del pueblo, nevadas prematuras, reprimendas
sacerdotales, relatos de corrupción y contrabando, recuerdos del pasado en una
época en que un tranquilo valle pirenaico vio alterada su paz habitual por los
cambios que provocaron las obras hidráulicas realizadas en sus montañas. A
caballo entre la ficción y el documento histórico, “Todo lo que sucedió en el
valle” es una novela de lectura apasionante y, desde luego, muy recomendable.
“Todo
lo que sucedió en el valle”. Ramón Solsona. Tusquets Editores. 2016. 400
páginas.
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