“Stoner”. John
Williams. Editorial Baile del Sol. 2013. 242
páginas.
“Stoner”, de John Williams (Texas, 1922 –
Arkansas, 1994), es una espléndida novela que, al menos en nuestro país, ha pasado
injustamente desapercibida. Y eso que, en los últimos años, ha sido editada
varias veces por la modesta editorial Baile del Sol, cambiando en cada ocasión
su portada, cuyo diseño resultaba en algún caso muy poco atractivo. Sin
embargo, ha sido la transmisión boca oreja o las referencias a la obra de prestigiosos
escritores, como Rodrigo Fresán o Enrique Vila-Matas –en un artículo de 2001
titulado “Obra maestra ignorada”–, lo que ha hecho que algunos lectores la hayamos
buscado y leído con interés,
John Williams fue profesor
universitario en Missouri y
Denver, escribió poesía y publicó después
varias novelas, entre las que destacan “Butcher's
Crossing”, “Augustus” –traducida al español como “El hijo de César”– y,
sobre todo, “Stoner”, que fue publicada
en Estados Unidos en el año 1965 y contiene posiblemente muchos elementos
autobiográficos del propio autor.
“Stoner” cuenta
la vida de William Stoner, desde su nacimiento en 1891 en una pequeña granja en
el estado de Missouri hasta su muerte, tras una forzada jubilación, en el
inicio de la década de los cincuenta del pasado siglo. Con gran esfuerzo
familiar, el joven William es enviado a la universidad de Columbia donde,
siguiendo un sentido práctico y con intención de asegurar su retorno al campo,
va a cursar estudios en la facultad de Agricultura. Sin embargo, la influencia
de uno de sus profesores cambia su objetivo inicial y el joven acaba estudiando
Literatura inglesa, convirtiéndose más tarde, y ya de por vida, en profesor de
la materia en esa misma universidad.
A partir de aquí, seguirá una vida
académica monótona y convencional, soportando sucesivas intrigas y venganzas
por no plegarse a algunos deseos de sus superiores. Seguirá un matrimonio no
demasiado afortunado, la paternidad de una hija que aún será menos feliz que
sus padres, alguna aventura extraconyugal con sentimientos verdaderos que será
abortada por habladurías y envidias y, en general, una vida gris cargada de
sinsabores y renuncias, aunque, eso sí, con un trabajo de profesor menos
exigente físicamente que la dura y sacrificada existencia campesina de sus
antepasados.
Con una prosa austera y una
narración lineal y sobria, “Stoner” es una novela sobre la vida cotidiana de un
profesor esforzado y recto, pero en general infeliz y desdichado. Una vida gris,
anodina, tal vez vulgar, sin ningún heroísmo literario y carente de toda épica,
excepto –aunque no es poco– la de sobrevivir a los sinsabores y las pequeñas
renuncias de cada día. No obstante, tampoco será todo renuncia en Stoner, un
hombre común que representa la humildad del esfuerzo y la abnegada dedicación
al trabajo. Y que mantiene con firmeza su integridad ética cuando resiste sin
plegarse a las presiones para que apruebe a un alumno protegido que de ninguna
manera lo merece.
Descubierta gozosamente esta
espléndida novela, uno siente deseos de leer las otras cuatro escritas por el
autor. La editorial Lumen publicó “Butcher's Crossing” el pasado año en nuestro
país y de la novela histórica “El hijo de César” hay una edición de Pamies del
año 2008. No creo que ninguna de las dos pueda superar esta biografía literaria
de William Stoner que, como escribió hace unos años Enrique Vila-Matas, debería
ser considerada una obra maestra de la literatura norteamericana del pasado
siglo.
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