Tres noches. Austin Wright. Salamandra. 2012. 380
páginas.
Austin Wright (1922 – 2003)
escribió siete novelas y cuatro libros de crítica literaria que no tuvieron
demasiada repercusión en su momento. Sin embargo, con el paso del tiempo su
novela Tony and Susan, publicada en
Estados Unidos en 1993, ha ido ganando en prestigio y revalorización. El pasado
año fue editada en España por Salamandra con el título de Tres noches.
Tres
noches contiene en cierto modo dos novelas en una. Susan, una
mujer casada y madre de dos hijos, recibe un manuscrito de su exmarido Edward,
del que se separó cuando los intentos de él por ser escritor no acabaron de
fructificar. El texto recibido contiene una novela titulada Criaturas nocturnas que cuenta la
historia de Tony Hastings, un reputado profesor de matemáticas que es asaltado
una noche en la autopista cuando con su mujer y su hija se dirigía a Maine
procedente de California para iniciar sus vacaciones estivales. Con cierto
temor y muchas suspicacias, buscando posibles alusiones subliminales o
indirectas a su pasada relación, Susan lee, a lo largo de tres intensas noches
y aprovechando la ausencia de su marido por un viaje de trabajo, el manuscrito
enviado por Edward.
De este modo, en Tres noches se van intercalando dos historias paralelas: la de
Tony, que vive una aterradora pesadilla en la que se va a ver atrapado durante un
largo tiempo; y la de Susan, que además de leer la historia de Tony, reflexiona
sobre su matrimonio actual con Arnold y recuerda el tiempo pasado junto a su
anterior marido.
El relato Animales nocturnos, que ocupa buena
parte del libro, se puede inscribir en lo que ha venido en denominarse como thriller psicológico. Una historia de
suspense que arranca con buen ritmo y atrapa al lector con su ambiente turbador,
inquietante y angustioso. Tal vez en el último tercio la novela pierde algo de
fuerza y cae en alguna exageración, pero las dos historias paralelas se cierran
acertadamente con finales bien resueltos.
Además
de la intriga, Tres noches aborda
temas como la violencia gratuita, la pena de muerte, la venganza, la dificultad
de hacer justicia, el ajuste de cuentas al margen de la ley o la rutina del matrimonio.
Y, de una manera destacada, los problemas de una persona pacífica e intelectual
como Tony Hastings para
hacer frente a los hombres de acción y a la maldad y la violencia que le
desarman y le dejan sin capacidad de respuesta inmediata.
En
su conjunto estamos ante una narración metaliteraria que, de una manera
original y bien ensamblada, trata de la propia literatura y reflexiona en
algunos momentos sobre el oficio de escribir. Con todo, el lector puede
terminar tal vez con la sensación de que al relato le falta algo para ser
completamente redondo.
Carlos
Bravo Suárez