viernes, 26 de mayo de 2023

EL CER ASCIENDE AL TOSSAL GROS DESDE SOPEIRA

El pasado domingo, el Centro Excursionista Ribagorza organizó una excursión circular desde Sopeira, una población de la Ribagorza aragonesa, situada en la margen derecha del río Noguera Ribagorzana, en el límite con la comunidad catalana. El recorrido consistió en la ascensión al Tossal Gros (Tozal Gordo), con paradas en el despoblado Llastarri y las ermitas de Santa María de Miralles y San Gregorio, transitando por las comarcas de la Ribagorza aragonesa y la Alta Ribagorça catalana, dentro de los términos municipales de Sopeira y Tremp.

Los diecisiete participantes en la excursión salimos de Graus a las siete de la mañana para dirigirnos con nuestros vehículos hasta Sopeira por la N-230. Poco antes de las ocho llegamos a esta bonita y bien cuidada localidad. Allí, aparcamos muy cerca del monasterio de Santa María de Alaón, una joya del románico lombardo. Iniciamos la caminata dirigiéndonos hacia el norte para llegar en pocos minutos al llamado Pont Vell o de Dalt (Puente Viejo o de Arriba), que atravesamos para pasar a la margen izquierda del Noguera Ribagorzana. Comenzamos una subida por sendero entre un bosque de encinas que nos llevó hasta el collado de Llastarrí. Junto al camino, visitamos algunas de las ruinas de este despoblado, ya perteneciente al municipio de Tremp, con construcciones de tipo rupestre adosadas a las rocas.

Continuamos ascendiendo por algunas trochas más desdibujadas hasta alcanzar el Tossal Gros, situado a 1544 m. de altitud y desde el que se divisan magníficas vistas del pantano de Escales y de varias montañas de los Pirineos aragonés y catalán. Tras una parada para comer algo y hacer la foto de grupo, iniciamos el descenso. Primero por el mismo sendero de subida y, luego, por una pista de tierra. Durante la bajada, nos detuvimos en las ruinas de la ermita románica de Santa María de Miralles, pasamos por el barranco de Miralles e hicimos otra breve parada en la moderna y remozada ermita de San Gregorio, ya perteneciente a Sopeira.

Pasamos luego junto a la presa del contraembalse de Sopeira, un pequeño apéndice del embalse de Escales, y salimos a la N-230. Tras unos cuatrocientos metros por la carretera, llegamos de nuevo a Sopeira y cerramos la excursión. Fueron 19 km de recorrido, con 990 m. de desnivel acumulado y una duración de siete horas y media, incluyendo las paradas. 

 

jueves, 18 de mayo de 2023

EXCURSIÓN DEL CER EN LA REDOLADA DE LAS VENTAS


El pasado domingo tuvo lugar la XV edición de La Redolada, un encuentro de vecinos que se ha ido celebrando sucesivamente en cada uno de los diferentes núcleos de población que componen el extenso municipio de Graus. Siguiendo el orden alfabético, este año el evento se realizó en Las Ventas de Santa Lucía y, como en todas las ediciones anteriores, desde su inicio en el año 2002, el Centro Excursionista Ribagorza organizó una excursión matinal para iniciar la jornada. En este caso, el CER preparó un recorrido de 11 km desde Graus a Las Ventas, pasando por la zona de Fabardo, la Cruz de Benavente o Benabén y Torre de Ésera.

En la excursión participamos cuarenta personas, que salimos de la Glorieta Joaquín Costa de Graus a las ocho de la mañana. Tras pasar el puente sobre el río Ésera, giramos a la izquierda por la calle Serreta y nos dirigimos a la zona conocida como Fabardo. Ascendimos hasta lo alto de un cerro y descendimos hasta la llamada Cruz de Benabén, un cruce de caminos de diferentes procedencias.  Allí tomamos la pista que lleva a la pequeña población de Benavente de Aragón, que enseguida abandonamos para seguir otra por la izquierda que va bordeando unos campos de labor. En lo alto de un cerro se termina la pista y hay que rodear un campo sembrado para acceder a otra pista que desciende hacia Torre de Ésera. Sin entrar en esa localidad, nos desviamos a la izquierda en dirección a Las Ventas de Santa Lucía. Poco antes de las once, llegamos al viejo y bien conservado molino harinero de esta localidad, en cuya planta alta se había dispuesto la recepción a los cuarenta participantes en la excursión.

Preparado por los vecinos del pueblo, los excursionistas fuimos obsequiados con un suculento almuerzo a base de huevos fritos, bocadillos de jamón, porrones de buen vino y café para todos. Una vez terminado el almuerzo y tras visitar el interior harinero y una exposición en las antiguas escuelas, muchos participantes en la excursión se quedaron en Las Ventas para participar también en la posterior comida popular y en los diferentes actos programados en la jornada. Un grupo de dieciséis excursionistas volvió a Graus andando por un itinerario de cinco kilómetros, bastante más corto que el de la ida. Un año más el CER había participado en el encuentro popular ribagorzano de la Redolada.

domingo, 14 de mayo de 2023

LA FORTALEZA

“La fortaleza” es una de las mejores novelas de la ya extinta literatura yugoslava. Su autor es Mesa Selimovic (Tuzla, Bosnia, 1910 - Belgrado, Serbia, 1982), uno de los principales escritores del desaparecido país balcánico junto a Ivo Andric y Danilo Kis.  Selimovic nació en la Bosnia del Imperio austro-húngaro y murió, dos años más tarde que el mariscal Tito, en la Serbia de la Yugoslavia que no iba a tardar en desmembrarse tras la desaparición del carismático dictador. Selimovic trabajó como profesor en Tuzla hasta 1943, cuando fue encarcelado por participar en el movimiento antifascista. Fue miembro del Partido Comunista que, sin embargo, mandó fusilar a su hermano por un supuesto robo. Se alejó del partido y fue apartado de su trabajo como profesor. Consiguió finalmente un cargo en el Teatro Nacional y como director de una editorial. Entre sus novelas, destacan dos verdaderas obras maestras: “El último derviche”, de la que hay una reciente edición española del año 2019 en Sexto Piso, y “La fortaleza”, que ha sido recientemente publicada por la loable Automática Editorial, con una buena y trabajada traducción de Miguel Rodríguez Andreu, que es también autor del didáctico e ilustrativo epílogo que cierra el libro.

Publicada originalmente en 1970, “La fortaleza” es una larga novela de casi quinientas páginas que está ambientada en el Sarajevo musulmán del imperio turco. Desplegándose a modo de fábula moral, “La fortaleza” nos traslada al Sarajevo otomano del siglo XVIII para hacernos testigos de la vida y suerte de Ahmet Sabo, un joven que acaba de regresar de la guerra contra el imperio zarista y que deberá abrirse camino en una sociedad que, a ojos de quien ha sobrevivido a los horrores de un conflicto armado, se revela absurda, hipócrita e injusta. Es una novela en buena parte existencialista, con un personaje pesimista y algo ingenuo, que se convierte en observador de la sociedad en la que vive. La descripción de la sociedad sarajevita del siglo XVIII y el mosaico de los muchos y diversos personajes, algunos de ellos logradísimos e inolvidables, que aparecen en las páginas del libro componen un fresco extraordinario. Los personajes, y ese es un rasgo destacadísimo del relato, encarnan las contradicciones del género humano y no podemos encasillarlos en las etiquetas de buenos y malos, pues tienen rasgos cambiantes y no representan valores absolutos.

“Estamos ante una impresionante novela existencialista repleta de aforismos sobre lo absurdo de la vida, los abusos cotidianos del poder, la deprimente ubicuidad del mal y la sorprendente fuerza del amor y las palabras. La candidez de Ahmet Sabo, inmerso en un itinerario imposible en pos de la verdad y el sentido, choca violentamente con el despiadado orden sobre el que se sostienen los usos y costumbres vigentes. El amor, la amistad y la fidelidad a una esquiva verdad interior serán los hitos que guiarán a nuestro protagonista a través de este tragicómico trayecto entre las sombras. Mesa Selimovic escribe con enorme profundidad. Su obra, impregnada de una honda comprensión de la grandeza y la miseria humanas, constituye una búsqueda de las grandes preguntas que vertebran nuestras vidas”.

El Sarajevo de la novela es una ciudad absolutamente musulmana. Todos los personajes, excepto Tijana, la dulce esposa de Ahmet, profesan esa religión. Y son muchísimas las palabras árabes, referidas a cargos políticos y religiosos y a diferentes aspectos de la cultura y de la vida cotidiana, que aparecen en el libro. Todas ellas están traducidas y explicadas en las notas que se añaden al final de cada capítulo. Aunque Selimovic era ateo, sus dos mejores novelas están ambientadas en el Sarajevo del siglo XVIII y están impregnadas de lo islámico y lo oriental con abundancia de términos procedentes del turco, el árabe y el persa.

La fortaleza que da título al libro se refiere tanto a la prisión que con ese nombre preside la ciudad y es símbolo de la represión política y religiosa que impera en ella y en el imperio, como a la fortaleza en que se encierran el protagonista y su mujer para resistir los embates y sinsabores del exterior. Lo explica bastante bien Miguel Rodríguez Andreu en el epílogo del libro: “La fortaleza es una metáfora del autoritarismo del régimen otomano, representado en las mazmorras y en la detención y encarcelamiento de Ramiz, pero la fortaleza también es una reivindicación de los espacios de libertad y protección que urde el individuo contra cualquier injerencia y contra cualquier amenaza, aunque sea una quimera alterar las relaciones de fuerza que mandan en la esfera pública”.

Con algunas influencias kafkianas, pero con un descarnado realismo a veces cercano al costumbrismo, con una extraordinaria galería de personajes, con reflexiones profundas sobre aspectos como la vida, la muerte, el miedo, el amor o el poder, “La fortaleza” es una novela excepcional, una de las mejores que he leído en los últimos años.

    “La fortaleza”. Mesa Selimovic. Automática Editorial. 2023. 492 páginas.