Este año celebramos el
centenario de la muerte de Franz Kafka, pero también el ochenta aniversario del
fallecimiento de Milena Jesenská en 1944 en el campo de concentración nazi de
Ravensbrück, en Alemania. Milena es conocida principalmente por su relación con
Kafka. En 1919, leyó algunos cuentos del escritor –nacido como ella en Praga
pero que escribía en alemán– y le pidió por carta su autorización para traducir
al checo su relato “El Fogonero”. Ese fue el comienzo de una apasionada
correspondencia epistolar entre ambos que durará dos años (1920–1922), en los
que sólo tendrán dos encuentros personales: cuatro días en Viena y un día en
Gmünd. Milena tradujo además la novela “El Proceso” y las obras “Meditaciones”
y “La Condena”. Sin duda, la vida de Milena Jesenská es mucho más que su
relación con Kafka. Fue una mujer avanzada a su tiempo, traductora, escritora,
periodista, defensora de los derechos de la mujer, contraria a todas las
ideologías opresoras y colaboradora con la resistencia contra los nazis cuando
estos invadieron Checoslovaquia. A esta mujer singular y merecedora de ser
recordada por sí misma le ha dedicado la escritora checa Monika Zgustova,
afincada en Barcelona desde los años ochenta, su último libro, “Soy Milena de
Praga”, editado como otros suyos por Galaxia Gutenberg.
Monika
Zgustova (Praga, 1957) es traductora, escritora y periodista, colaboradora en
diversos medios de comunicación nacionales e internacionales. Ha traducido más
de setenta libros, del checo y del ruso, de autores de la talla de Bohumil
Hrabal, Jaroslav Hašek, Václav Havel, Milan Kundera, Fiódor Dostoyevski, Isaac
Babel, Anna Ajmátova o Marina Tsvetáieva, entre otros. Es autora de las novelas
“La mujer silenciosa”, “La noche de Valia”, “Las rosas de Stalin”, “La intrusa”,
“Un revólver para salir de noche” y “Nos veíamos mejor en la oscuridad”. Ha
estrenado dos obras de teatro y publicado varios ensayos, como el magnífico “Vestidas para un baile en la nieve”, sobre la
experiencia de varias mujeres supervivientes a los campos de concentración
soviéticos, que reseñamos aquí en su momento. Los principales temas de su obra son
el exilio, la pérdida de la identidad y la vida en los regímenes totalitarios.
“Soy
Milena de Praga” es una biografía novelada, narrada en primera persona por la
protagonista del libro. Toma el título de la forma en que ella misma se
presentaba, siempre ligada vital y emocionalmente a la capital checa. Además de
una pequeña introducción y un breve apéndice, la novela se divide en cuatro
partes: la extranjera, la traductora, la periodista y la prisionera. De manera
linealmente cronológica, vamos recorriendo de la mano de la propia protagonista
los principales momentos de su intensa vida. Milena nació en 1896 en el
entonces Imperio Austro-húngaro y sufrió las consecuencias de las dos guerras
mundiales que asolaron Europa en la primera mitad del siglo XX. Su familia
estaba bien situada económica y socialmente, su padre fue un médico famoso y
ella recibió una selecta educación en el exclusivo instituto para niñas
Minerva. Frecuentó las tertulias literarias de la época a las que asistían
escritores como Robert Musil, Karl Kraus, Franz Werfel o Hermann Broch. Se
casó, desoyendo los consejos de su padre, con el crítico literario y escritor Ernst
Pollak, con quien mantuvo una relación tóxica de ocho años. En esa época,
conoció a Kafka, ya enfermo de tuberculosis, de quien tradujo varias obras y
con quien mantuvo una apasionada relación más epistolar que física y presencial.
Kafka le legó su epistolario y Milena escribió un bello obituario tras su
muerte en 1924. Se sintió extranjera en Viena y retornó a Praga, trabajó como
periodista en una publicación para mujeres, volvió a casarse y tuvo una hija.
Tras la invasión de Checoslovaquia, colaboró con la resistencia antinazi y fue
apresada y enviada al campo de concentración para mujeres de Ravensbrück, donde
vivió una intensa relación con Margarete Buber-Neumann, a la que ella llamaba
siempre Greta. Ambas coinciden en su desprecio a todos los totalitarismos.
Margarete
Buber-Neumann, que antes que en Ravensbrück había estado en un campo de
concentración soviético, publicó el libro “Prisionera de Stalin y Hitler”. A
Milena Jesenská, su prematura muerte en el campo de concentración le impidió
continuar con su proyecto de escribir contra todo fanatismo ideológico
totalitario.
Tras
una exhaustiva documentación histórica, Monika Zgustova, con una prosa ágil y
eficaz, ha escrito una biografía novelada, amena y rigurosa, sobre una mujer
excepcional. En este año del centenario de la muerte de Franz Kafka,
posiblemente se recuerde sobre todo a Milena por su relación con el gran
escritor checo, pero, como el libro de Monika Zgustova pone bien de manifiesto,
Milena Jesenská merece ser recordada por el recorrido completo de su intensa vida.
“Soy
Milena de Praga”. Monika Zgustova. Galaxia Gutenberg. 2024. 168 páginas.