Leonardo Padura (La Habana, 1955) lleva recorrida una larga y prestigiosa carrera literaria, reconocida con numerosos e importantes galardones, como los premios Hammet y Raymond Chandler, la Orden de las Artes y las Letras de Francia en 2013 o el Premio Princesa de Asturias de 2015. Además de cuentos, ensayos y varios guiones cinematográficos, el periodista y escritor cubano ha publicado una quincena de novelas, entre las que destacan “El hombre que amaba a los perros” (2009), basada en la historia del español Ramón Mercader, que asesinó a León Trotsky en México y vivió sus últimos años en La Habana, o “Como polvo en el viento” (2020), sobre el exilio cubano. Y las diez novelas protagonizadas por el investigador y ex policía Mario Conde, la última de las cuales es “Personas decentes”, publicada recientemente en España, como todas las anteriores, por Tusquets Editores.
En “Personas decentes”, encontramos de nuevo a Mario Conde, ex policía, comprador y vendedor de libros viejos, con vocación literaria y ahora ya sexagenario, con sus amigos de siempre, igual de fumador y bebedor y más crítico, escéptico y desencantado que nunca con la situación política y social cubana. La novela tiene dos planos narrativos cronológicos distintos que se van alternando a lo largo de los capítulos del libro. La primera historia sucede en 2016, cuando, en un hecho sin precedentes en el régimen comunista, el presidente estadounidense Barack Obama visita Cuba y en La Habana van a actuar los Rolling Stones. En las fechas previas a dicho acontecimiento, que van a alterar por completo la vida de la isla, aparece asesinado en extrañas circunstancias un antiguo capitoste del régimen castrista, un implacable censor de cualquier actividad artística que se desviara de las consignas ortodoxas revolucionarias, un personaje siniestro y cruel que había destruido la carrera y hasta la vida de numerosos artistas que no habían querido plegarse a sus extorsiones. La policía, desbordada por la visita de Obama y los Rollings, solicitará la ayuda de Mario Conde, que ejerce a la vez como controlador privado para evitar excesos en un club regentado por un amigo. Al primer asesinato se suma un segundo que parece relacionado y “el Conde”, junto a un policía apellidado Duque, inicia una difícil y compleja investigación.
La segunda trama se desarrolla en 1910, cuando el cometa Halley amenazaba con destruir la Tierra, y está contada en primera persona por el policía Arturo Saborit, en un principio honrado y decente pero que acabó cayendo en las redes de Alberto Yarini, un personaje refinado y rico, carismático y seductor, que tiene aspiraciones políticas y controla, en competencia con mafiosos franceses, el boyante negocio de la prostitución en La Habana, conocida en aquel tiempo como la Niza del Caribe. También en esta trama encontramos dos asesinatos misteriosos. En este caso de dos jóvenes prostitutas de La Habana Vieja. Ambas tramas se desarrollan en paralelo hasta una sorprendente convergencia final.
Con su brillante prosa habitual, Padura teje una magnífica novela, impecablemente estructurada y brillantemente rematada en su desenlace. Como él mismo ha dicho, “Personas decentes” es la más policial de las narraciones de la serie Mario Conde hasta la fecha. Y, posiblemente, como ha escrito el especialista en novela negra Juan Carlos Galindo, “la más redonda, compleja y fascinante historia” protagonizada por el ex policía. Pero, también, como mostraron maestros del género como Dashiell Hammet o Raymond Chandler, además de construir un sólido relato policiaco, lleno de tensión e intriga, la novela contiene una fuerte carga de crítica social y Padura no se muerde la lengua a la hora de criticar, a través de su personaje, casi su alter ego, la lamentable situación política, económica y social que sufre la isla. “Personas decentes” es, por tanto, una novela policiaca y social.
Respecto al título de la novela, transcribo estas líneas de Javier García Recio: “¿Hay gente decente en Cuba? La hay, pero serlo es difícil y casi imposible de practicar en esta isla tropical azotada por el sol, en la que el cinismo ha derivado en modo de vida y donde no decir lo que se piensa es una práctica acendrada; es más, la supervivencia en Cuba obliga a olvidarse de la ética de la decencia”. Y luego está la hipocresía y la doble moral, de las que el censor dirigente del régimen asesinado al inicio de la novela es un muy claro ejemplo.
“Personas decentes” confirma la espléndida madurez literaria de Leonardo Padura y consolida su lugar preminente dentro de la literatura actual en lengua española. Esperemos que le quede cuerda para rato y siga proporcionando nuevas lecturas a sus muchos seguidores de ambos lados del océano.
“Personas decentes”. Leonardo Padura. Tusquets Editores. 2022. 448 páginas.