En una actividad fuera del programa oficial del club, doce miembros del Centro Excursionista Ribagorza realizamos la semana pasada una excursión a la Faja de las Flores, en Ordesa. Fue un itinerario circular con inicio y final en la Pradera, con subida por las clavijas de Cotatuero y descenso por la Fajeta.
Los doce excursionistas salimos de Graus a las 5.30 horas y nos dirigimos en coche hasta Torla, donde llegamos poco antes de la 7 horas. Allí cogimos el autobús que durante el verano lleva a la Pradera, desde donde empezamos el recorrido a pie. En la parte más oriental de la Pradera, junto a la hornacina con una imagen de la Virgen del Pilar, tomamos un sendero a nuestra izquierda que se dirige al circo de Cotatuero. El camino asciende sin tregua por un bello bosque de hayas y pinos hasta llegar a las paredes del circo, que solo permiten continuar subiendo si se pasa por las clavijas de Cotatuero.
Equipados con los arneses que llevábamos en las mochilas y con el obligatorio casco, iniciamos el ascenso por una chimenea rocosa con algunas clavijas iniciales y con diversas trepadas de no mucha dificultad. Llegamos así a la línea de clavijas en una zona de paredes verticales y aéreas, pero equipada con una sirga o línea de vida que permite anclar los mosquetones de los arneses. Pasamos este tramo, con mayor o menor tensión según la experiencia de cada uno en estos trances, y llegamos a la parte alta del circo, con las cascadas casi secas, donde hicimos un descanso y tomamos algo de comer.
Tras la parada, seguimos ascendiendo sin pausa por terreno rocoso bastante empinado hasta alcanzar un collado, desde el que divisamos preciosas vistas del cañón de Ordesa, el Taillón, la Brecha de Roldán, el Casco, el Cilindro, Monte Perdido y el pico Añisclo, entre otros. En esta parte del camino vimos muchas flores de nieve o edelwéis. Girando hacia el oeste, llegamos al inicio de la impresionante Faja de las Flores.
Se trata de un estrecho sendero, aunque sin peligro si se camina con atención, que durante casi cuatro kilómetros transita a una altitud de unos 2400 m. y que permite contemplar impresionantes vistas aéreas del valle de Ordesa. Terminada la faja, paramos a comer en los llanos de Salardons, donde recibimos la visita de tres sarrios que se nos acercaron muchísimo y pudimos fotografiar.
Después del descanso, iniciamos el descenso, que puede hacerse por dos caminos que luego confluyen: las clavijas de Carriata o La Fajeta, un sendero de pronunciada y escalonada bajada, con un tramo estrecho que le da nombre. Elegimos esta segunda opción y, con cuidado en algunos puntos, bajamos hasta un sendero ya más cómodo que nos devolvió a la pradera de Ordesa, donde cerramos el itinerario circular. Fueron 16 km, con 1150 m. de desnivel y nueve horas de recorrido con paradas.