Inicio de la excursión
Puente A Pasata
Soaso de Linás
Ascendiendo hacia el tozal de las Comas
Toronzué, Tendeñera y cresta de Año
Primeros colores de otoño
Grupo con Toronzué, Sabocos, Tendeñera y cresta de Año al fondo.
Dura ascensión
El Tozal de las Comas al fondo. Descanso.Tendeñera, Cresta de Año, Pico Otal, punta Feners.
Cuello de Mondiniero
Tramo final hacia la cima del tozal de las Comas.
Flores en la subida. El falso azafrán o quitameriendas.
Subiendo. Un grupo ya está en la cima del tozal de las Comas
Monte Perdido, con zoom.
Mondiniero al fondo.
Descansando en la cima del tozal de las Comas.
Grupo en el tozal de las Comas.
El Vignemale o Comachibosa.
Iniciando el descenso.
Cogiendo agua en un barranco.
Hayedo en la bajada.
Paso bajo las paredes rocosas
Tramo final.
El río Ara al final de la excursión
Tras las fiestas grausinas, el
Centro Excursionista Ribagorza reanudó el pasado domingo su programa oficial de
excursiones con un atractivo y poco conocido itinerario por los aledaños del
valle de Ordesa. Era ésta una actividad que había quedado suspendida por la
lluvia a principios del pasado mes de junio.
Fuimos 25 los participantes que salimos de Graus en
autobús a las siete de la mañana para dirigirnos por carretera a la localidad
sobrarbense de Linás de Broto, situada a 1.232 m. de altitud, en la vertiente
oriental del puerto de Cotefablo. A las nueve en punto, iniciamos nuestra
caminata en un desvío a la derecha un poco antes de la entrada al pueblo.
Transitamos primero por un umbrío camino empedrado envuelto en vegetación, por
la margen derecha del barranco de Sorrosal. Desviándonos momentáneamente del
sendero principal, fuimos a ver un par de cascadas de la zona conocida como el
Soaso de Linás, ahora algo escasas de caudal pero aun así merecedoras de una
visita. Tras cruzar el barranco de Sorrosal por el recientemente restaurado
puente de A Pasata, hicimos la parada del desayuno. Recuperadas las fuerzas,
iniciamos el tramo más duro de la ascensión al Tozal de las Comas.
Ya por terreno abierto, fuimos subiendo, por camino poco
trazado, remontando laderas herbosas bastante empinadas. Tras llegar al cuello
Mondiniero, dejamos este pico a nuestra derecha y afrontamos, en sentido
contrario, el último tramo de la ascensión al Tozal de las Comas, situado a
2.342 m. de altitud y punto más elevado de nuestro recorrido. Desde la cima de
esta privilegiada montaña, y ya desde su camino de ascenso, disfrutamos de
magníficas vistas en todas las direcciones. Por el oeste, la cara sur de
Tendeñera, las crestas de Año y los picos Otal y Feners. Hacia el norte, el
imponente Vignemale o Comachibosa. Hacia el este, los inmediatos valles de
Bujaruelo y Ordesa, los Gabietos, el Taillón, las puntas ya nevadas de las Tres
Sorores (Cilindro, Monte Perdido y pico Añisclo) y la punta de las Olas.
Cerrando el horizonte por oriente, y ya algo difuminadas en la lejanía, las reconocibles siluetas de
Cotiella y la Peña Montañesa.
Tras una relajante parada en esta espaciosa cima,
descendimos por laderas redondeadas, verdes y herbosas hasta el collado del
Cebollar, donde se encuentra una estación meteorológica. Allí tomamos el
PR-HU134. Nos quedaban dos horas de bajada por zona de bosque, primero de pinos
y luego por un precioso y sombreado hayedo. A las seis de la tarde llegamos al
final de nuestro recorrido, un parking a 3,5 Km al norte de Torla, situado a
1.070 m. de altitud. Allí nos esperaba el autobús y en dos horas más de
carretera llegamos de vuelta a Graus tras una larga jornada de excursionismo.
Según nuestro GPS, habíamos recorrido 19 Km en algo más de nueve horas, de las cuales poco más de seis estuvimos en movimiento. El desnivel de subida fue de 1.258 m. y el de bajada, de 1.391 m. Habíamos completado un exigente itinerario por unos parajes poco conocidos de la zona próxima a Ordesa, un valle muy visitado que sin embargo esconde rincones próximos todavía muy poco frecuentados por los excursionistas.
Artículo publicado en Diario del Alto Aragón.
Mapa y perfil de la excursión.