domingo, 5 de mayo de 2013

MÁRKARIS Y LA CRISIS GRIEGA


    
Liquidación final. Petros Márkaris. Tisquets Editores. 2012. 344 páginas.

Gracias a su serie de novelas protagonizadas por el comisario ateniense Kostas Jaritos, Petros Márkaris (Estambul, 1937) se ha convertido en el escritor griego actual más conocido en Europa y en España. Tras Con el agua al cuello, reseñada aquí el pasado año, Liquidación final supone la segunda entrega de la denominada trilogía de la crisis. El desengañado y escéptico comisario Jaritos debe resolver otro caso difícil en plena crisis económica griega, en medio de un país que vive ahogado por los recortes y la corrupción política.

Si en Con el agua al cuello se trataba del asesinato de banqueros y personas vinculadas al mundo de las finanzas, en Liquidación final los asesinados por un extraño y sorprendente método son algunos grandes defraudadores a la hacienda pública. El llamado popularmente Recaudador Nacional parece lograr con su expeditivo método aquello que el Estado griego es incapaz de conseguir con sus procedimientos legales. Se destapa de esta manera que mientras la mayoría de la población está en la angustia y los apuros económicos –algunos hasta el extremo de acudir al suicidio como única solución a sus problemas–, una minoría logra el enriquecimiento fácil y la evasión de sus obligaciones fiscales amparada en la parálisis burocrática y la corrupción del sistema. En un momento del libro puede leerse en boca de uno de los personajes que “el Estado griego es la única mafia que se ha ido a la quiebra; todas las demás evolucionan y prosperan”.

Como en su anterior novela, también aquí la acción transcurre en medio de una Atenas sacudida a todas horas por las huelgas y las manifestaciones, que provocan continuos atascos en el centro de la ciudad. En paralelo a la investigación policial, se narran los problemas familiares del comisario Jaritos. Sobre todo la relación con su mujer y con su hija, que ahora parece dispuesta a irse a África para mejorar su situación económica y laboral. Por otro lado, el posible ascenso del comisario, que le permitiría incrementar en algo su recortado sueldo, parece quedar siempre aplazado. Aun así, otra vez “el lento, anticuado e insoportable” Jaritos, ayudado esta vez por una guapa y moderna psicóloga, resolverá finalmente un caso que había logrado poner en jaque a las autoridades griegas y detener finalmente a un recaudador justiciero que había despertado las simpatías de una sociedad terriblemente castigada y desencantada con el sistema.

Las novelas de Petros Márkaris, además de hacer pasar un buen rato al lector, logran reflejar de manera admirable la tremenda crisis que vive en la actualidad la empobrecida sociedad helena.

Carlos Bravo Suárez

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