Los guerreros del imam es una interesante novela que podría incluirse en el género narrativo de la ciencia-ficción. La encontré en una librería de Graus y me llamó la atención que en su portada apareciera la peña del Morral de la capital ribagorzana. Sobre la característica silueta de la basílica de la Virgen de la Peña, en la cima de la montaña, puede verse una fortaleza en el lugar donde en tiempos medievales estuvo el castillo grausino.
La lectura del libro transporta a una situación ficticia en la que Graus, como mil años atrás, es de nuevo la frontera entre los mundos musulmán y cristiano. En el relato, el Islam ha conquistado el mundo, Estados Unidos incluidos, y sólo una pequeña parte de Europa -Free Europe - ha quedado a salvo de la expansión musulmana. España vuelve a ser Al-Ándalus y Barbastro es una de las poblaciones más importantes de su frontera norte. Graus está en la primera línea defensiva de los cristianos españoles, cuyo rey se ha refugiado en Alemania. En Graus y sus alrededores va a librarse una importante batalla, tal vez decisiva, entre los dos ejércitos enfrentados.
El autor del libro es Francisco Pedro Castaño, nacido en Vitoria y residente en Barcelona. Según los datos de la contraportada, está casado con una grausina y, como se demuestra en el relato, conoce bien la geografía ribagorzana. También el mundo musulmán, que al parecer ha estudiado y visitado con frecuencia. Creo que es ésta su primera novela, editada, más de veinte años después de ser escrita, en una editorial modesta.
La mayor parte de la narración transcurre en Graus y sus alrededores. Aparecen muchos de los pueblos de los contornos de la villa ribagorzana: Pueyo de Marguilén, Torres del Obispo, Aguinalíu, Estadilla, Capella, Panillo y, sobre todo, aunque no se cita por su nombre, la pequeña aldea de Puycremat, en un montículo cercano a Graus que corona la pequeña ermita románica de Santa Clara. También el pantano de Barasona adquiere un destacado protagonismo en el desarrollo de la novela. Y algunos pueblos de la Ribagorza Oriental y de La Litera, como Baldellou o Baells. La ambientación geográfica de la narración parte, por tanto, de un conocimiento directo, minucioso y preciso, de la situación real de los lugares que se nombran.
El libro se divide en treinta capítulos y un epílogo, y mantiene, como las buenas novelas de aventuras, la tensión y la intriga hasta el final. Sólo hay que ponerle una pequeña pega ortográfica: la frecuente ausencia de tilde diacrítica en algunos monosílabos que la precisan. Pero en conjunto la novela se lee con agrado y logra captar la atención del lector. Creo que gustará sobre todo a quienes conozcan el territorio en que se desarrollan los hechos. Y además, ¿acaso la situación que el libro plantea -Dios y Alá no lo permitan- no podría llegar a producirse alguna vez en el futuro?
Los guerreros del imam. Francisco Pedro Castaño. Andrés Morón Editor. Barcelona, 2008, 285 páginas, 9 €.
Carlos Bravo Suárez
La lectura del libro transporta a una situación ficticia en la que Graus, como mil años atrás, es de nuevo la frontera entre los mundos musulmán y cristiano. En el relato, el Islam ha conquistado el mundo, Estados Unidos incluidos, y sólo una pequeña parte de Europa -Free Europe - ha quedado a salvo de la expansión musulmana. España vuelve a ser Al-Ándalus y Barbastro es una de las poblaciones más importantes de su frontera norte. Graus está en la primera línea defensiva de los cristianos españoles, cuyo rey se ha refugiado en Alemania. En Graus y sus alrededores va a librarse una importante batalla, tal vez decisiva, entre los dos ejércitos enfrentados.
El autor del libro es Francisco Pedro Castaño, nacido en Vitoria y residente en Barcelona. Según los datos de la contraportada, está casado con una grausina y, como se demuestra en el relato, conoce bien la geografía ribagorzana. También el mundo musulmán, que al parecer ha estudiado y visitado con frecuencia. Creo que es ésta su primera novela, editada, más de veinte años después de ser escrita, en una editorial modesta.
La mayor parte de la narración transcurre en Graus y sus alrededores. Aparecen muchos de los pueblos de los contornos de la villa ribagorzana: Pueyo de Marguilén, Torres del Obispo, Aguinalíu, Estadilla, Capella, Panillo y, sobre todo, aunque no se cita por su nombre, la pequeña aldea de Puycremat, en un montículo cercano a Graus que corona la pequeña ermita románica de Santa Clara. También el pantano de Barasona adquiere un destacado protagonismo en el desarrollo de la novela. Y algunos pueblos de la Ribagorza Oriental y de La Litera, como Baldellou o Baells. La ambientación geográfica de la narración parte, por tanto, de un conocimiento directo, minucioso y preciso, de la situación real de los lugares que se nombran.
El libro se divide en treinta capítulos y un epílogo, y mantiene, como las buenas novelas de aventuras, la tensión y la intriga hasta el final. Sólo hay que ponerle una pequeña pega ortográfica: la frecuente ausencia de tilde diacrítica en algunos monosílabos que la precisan. Pero en conjunto la novela se lee con agrado y logra captar la atención del lector. Creo que gustará sobre todo a quienes conozcan el territorio en que se desarrollan los hechos. Y además, ¿acaso la situación que el libro plantea -Dios y Alá no lo permitan- no podría llegar a producirse alguna vez en el futuro?
Los guerreros del imam. Francisco Pedro Castaño. Andrés Morón Editor. Barcelona, 2008, 285 páginas, 9 €.
Carlos Bravo Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario