Ibón de Cregüeña desde el collado
El
pasado domingo, un grupo de miembros del Centro Excursionista Ribagorza, con
sede en Graus, realizamos una ascensión al pico Aragüells, una montaña de 3044
m. de altitud que se encuentra enclavada en el valle de Benasque, muy próxima a
las mayores elevaciones de la zona como el Aneto, las Maladetas o el pico Tempestades.
Los
doce excursionistas que participamos en la actividad salimos de Graus muy
temprano, a las cuatro de la madrugada, para desplazarnos en nuestros vehículos
hasta Benasque, donde teníamos que coger a las cinco el autobús 4x4 que sube a
Vallibierna y que, en los meses de verano, es el único transporte rodado que
puede acceder a esa zona. Sobre las seis de la mañana, y tras ascender por una
vertiginosa pista de tierra, llegamos al antiguo refugio de pescadores, hoy más
conocido como refugio libre de Coronas, donde se halla el aparcamiento, a 1960
m. de altitud. Todavía de noche, y con nuestros frontales iluminados, comenzamos
la caminata.
Tras un breve tramo por el GR-11, enseguida tomamos
un sendero a nuestra izquierda, siguiendo las señales que dirigen a los ibones
de Coronas. Por este mismo camino, se puede subir al Aneto por el collado de Coronas.
La primera parte del recorrido va por el bosque, por una senda ancha flanqueada
de pinos. Poco después, salimos a zona abierta y tomamos un sendero de ascenso,
por la izquierda del curso del barranco de Coronas, que desciende, entre
cascadas, de los ibones homónimos. A nuestra izquierda dejamos el ibonet de
Coronas, casi colmatado, y unas impresionantes paredes rocosas. Siguiendo los
hitos y algunas marcas rojas de espray, ascendimos rápidamente hasta alcanzar
el ibón inferior de Coronas, a 2640 m., donde hicimos una pequeña parada para
comer algo. Allí continuamos hacia el oeste, dejando a la derecha el camino que
lleva al Aneto.
Nuestro
sendero entra ahora en un terreno de grandes bloques de roca y piedra
descompuesta que dejan algunos trazos de camino más evidente. A medida que
subimos en dirección al pico Aragüells, que llevábamos viendo en lo alto desde
casi el inicio, van apareciendo hacia el este ante nosotros los ibones grande y
superior de Coronas. Las paredes que se levantan sobre estos ibones, y sobre
las que sobresalen el Aneto y los grandes picos de la zona, se hallaban ese día
cubiertas por una espesa niebla, que ya no iba a levantar en ningún momento de
la excursión. Siguiendo los hitos, nos dirigimos al collado de Cregüena, a 2913
m. de altitud, desde donde contemplamos unas espectaculares vistas del ibón de
Cregüeña en toda su integridad. Con casi 40 hectáreas de extensión y una
profundidad de más de 90 m., este es el ibón no represado más grande de todo el
Pirineo.
Desde
la izquierda del collado, y siguiendo como mejor pudimos los muchos hitos de
piedras existentes, alcanzamos en poco rato la cima del pico Aragüells, que
para nuestra desgracia estaba tomada por la niebla, por lo que no pudimos
disfrutar de las magníficas vistas que ofrece. Como, además, el viento era
bastante frío, después de hacernos algunas fotos bien abrigados, iniciamos el
descenso por el mismo itinerario de nuestra subida.
Eran
las 14 horas cuando llegamos al refugio de pescadores desde donde habíamos
iniciado nuestro recorrido ocho horas antes. Habían sido algo menos de diez
kilómetros y casi 1100 m. de desnivel. Desde el refugio de Coronas, una parte
del grupo esperó a coger el autobús de las 16 horas y otros decidimos bajar los
más de 13 kilómetros de pista que hay desde allí hasta Benasque, adonde
llegamos, unos y otros, alrededor de las 17 horas. Habíamos vivido una completa
e intensa jornada de excursionismo.
( Artículo publicado el pasado jueves en Diario del Alto Aragón)
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